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COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

¿A cuántos empleados beneficiará realmente la reducción de horas semanales de trabajo y en detrimento de quiénes?

¿Bajar por ley de 48 a 40 las horas de trabajo semanales? ¿En realidad significa un beneficio para los trabajadores y la economía? Esta es una de esas cuestiones en que el fondo puede ser contrario a la forma y la intención.

Revisemos números: la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo más reciente documenta que 54.3 por ciento de los mexicanos que tienen un empleo, es decir 32.1 millones de personas, laboran en la informalidad donde las leyes no se aplican.

Además, 4.8 millones de trabajadores que cuentan con un empleo, tienen necesidad y disponibilidad para trabajar más horas. Entonces, ¿a cuántos empleados beneficiará realmente la reducción de horas semanales de trabajo y en detrimento de quiénes?

La economía informal que no aplica las leyes laborales ni paga impuestos, es la gran beneficiaria. Aumenta su competencia desleal contra las empresas bien establecidas que deberán aumentar sus costos al pagar el mismo salario por menos horas trabajadas y la consecuente necesidad de contratar más personal para cubrir sus tiempos de producción.

¿Quiénes son los principales afectados? Los propios trabajadores, porque el aumento de costos de producción tiene que repercutir necesariamente en el precio de todos los productos y servicios, generando un círculo vicioso de presiones inflacionarias. Pregunte en Venezuela, donde el salario mínimo aumenta cada mes y siempre alcanza para mucho menos.

En lo que va de este sexenio, los aumentos al salario mínimo han sido históricos. En 2019 era de 102.68 pesos diarios y en 2023 ya es de 207.44, un incremento acumulado de 102 por ciento.

Para 2024, el propio sector privado, consciente de que no es posible prosperar con consumidores pobres, plantea agregarle un 12.8 por ciento más para llegar a los 234 pesos diarios.

¿Cuál ha sido el talón de Aquiles? La inflación acumulada de 26.67 por ciento de enero de 2019 hasta ahora.

Las vacaciones ahora también son más. Al primer año en su empleo, el trabajador tiene derecho a 12 en vez de seis días, como era antes de la reforma que entró en vigor en enero. Y no sólo eso: al cumplir 5 años en la misma empresa, tiene derecho a 20 días porque se habrán agregado dos por cada año. Costos y más costos.

¿Cuál es la solución? Que el mercado encuentre su propio equilibrio.

¿Cómo puede haber salarios y horarios competitivos si no se les permite competir? ¿Cómo puede haber competencia por el talento y productividad en las empresas si se les ahoga con sobrerregulaciones?

La responsabilidad real del Estado es dar seguridad a la población. ¿Más tiempo libre para los trabajadores, pero viviendo en lugares donde ellos y sus familias no pueden convivir tranquilos? ¿Y las horas caóticas y largas que deben agregar en el transporte por falta de un sistema eficiente de movilidad?

¿Y los servicios de salud? ¿Y la calidad de las escuelas y la educación?

Un aspecto de la tendencia a la reducción de horas laborales es la tecnología. La automatización y la inteligencia artificial hacen que muchos procesos productivos hagan más en menos tiempo.

¿Por qué no mejor pensar en la capacitación para que los trabajadores puedan estar a la altura de las exigencias cada vez más altas del mundo actual y no queden fuera?

Esas también son herramientas de libertad. Por cierto, no se pierda este sábado a las 5 pm el documental “Libertad: Responsabilidad, Compromiso, Visión”, por ADN40. La creatividad y la innovación justo como la base de la prosperidad.

Por: Adriana Delgado Ruiz

Colaboradora

@AdriDelgadoRuiz