9/11: LECCIONES URGENTES

DESTACADAS, INTERNACIONAL, NACIONAL, POLÍTICA

COLUMNA INVITADA: IVONNE MELGARretrovisor-legislativo

1019289Son obvias. Grotescas acaso. Dolorosas. Crudas las lecciones que nos deja la elección presidencial de Estados Unidos. Son lecciones que cuentan y contarán para México.

VOTO IMPREDECIBLE
Las encuestas son una ilusión. Lo vimos en junio pasado en los comicios estatales, en Colombia con el referéndum sobre el acuerdo de paz, en la consulta en Gran Bretaña sobre seguir o no en la Comunidad Europea (Brexit).
Imposible medir y mucho menos predecir la intención de voto de un electorado voluble, camaelonico, insatisfecho.

Tenemos que aprenderlo de una vez y para lo que viene para nosotros: las encuestas se equivocan y de manera letal.

Ni el periodismo ni la política ni el análisis experto puede seguirse sustentando en la farsa de las encuestas.

De manera que basta de suponer -simular- que ya sabemos quién puede ganar en México en 2018.

El voto oculto e indeciso existe y acaba por determinar el resultado.

El oso está hecho: es cosa de revisar la lista de columnistas que dieron por hecho de que Hillary Clinton iba a ganar y que Donald Trump necesitaba un milagro.

Una supuesta ventaja en las encuestas es una mentira, una gran mentira que no debemos volver a permitir que nos ciegue.

LA ANTIPOLÍTICA VA
El triunfo del candidato republicano en Estados Unidos es el triunfo de la antipolitica, entendida como ese discurso que descalifica de manera generalizada a los llamados políticos profesionales.

Sí, las payasadas, las ocurrencias, el show como campaña electoral están aquí y dejaron de ser una cosa anecdótica.

Trump nunca ha tenido un cargo público. No ha sido representante de nada ni congresista y mucho menos gobernador.

El hombre que responsabiliza a los migrantes de los problemas de Estados Unidos basó su estrategia hacia la Casa Blanca en el desprecio a la clase gobernante.

El discurso contra el status quo de Trump fue más allá de las palabras cuando se demostró que, como empresario, era un gran evasor de impuestos. Ese incumplimiento de la ley en vez de tirarlo, lo acercó al electorado al que les vendió la idea de un nuevo sueño americano.

La derrota de Hillary es la derrota de la política profesional.

“Es la candidata mejor preparada de la historia”, repitió hasta el cansancio el presidente Barack Obama. Pero no bastó. O por el contrario: resultó contraproducente.

EL GÉNERO, NO
Y mientras la antipolitica va, el género femenino no camina. Es duro decirlo así. Pero más vale que lo asumamos: las mujeres la tienen muy difícil en la competencia electoral.

Es cierto, y tambien hay que asumirlo, que Hillary fue una mala candidata que acabó imponiéndose en el partido Demócrata, donde los jóvenes le apostaron durante muchos meses a Bernie Sanders.

Y también es cierto que en el caso mexicano tampoco la campaña de Josefina Vázquez Mota consiguió entusiasmar a los votantes indecisos.

Pero en lo personal atestigué en esa competencia presidencial del 2012 un fenómeno que, pienso, trasciendió a la abanderada panista y que tiene qué ver con la puesta en duda de los adversarios de la sobre si una mujer puede o merece gobernar.

En el caso de Vázquez Mota en la construcción de ese clima participaron principalmente sus compañeros de partido.

No es cuestión de género, me replican algunos colegas. Sostengo que sí: la misoginia existe y es un código cultural que diariamente nos echa en cara que nosotras no vamos, que el poder y la toma de decisiones es cosa de varones. Que las mujeres valen por sus atributos físicos.

Son contadas las candidatas que están logrando romper el techo de cristal en México.

Y en Estados Unidos, la ex primera dama, ex senadora, ex secretaria de Estado, a todas luces brillante y altamente calificada no pudo.

VIDEGARAY NOS GANÓ
A nivel nacional, hay que decirlo con todas sus letras, Luis Videragay, el cerebro del peñismo, el alter ego del presidente Enrique Peña Nieto, el hombre de todas sus confianzas, le atinó y nos ganó a todos.

Porque como es sabido fue el quien como secretario de Hacienda le hizo ver su jefe que Trump podía ganar y que era urgente entrar en contacto para evitar que este día 9 de noviembre fuera un amanecer negro para México.

Es cierto que el presidente Peña no le dijo en su cara al candidato republicano lo que los mexicanos esperaban. Es cierto que fue triste, muy triste, ver cómo el último día de agosto anterior el mandatario federal asumía como inevitable el levantamiento del muro, sin chistar.

Pero también es cierto que mientras la oposición, los críticos al gobierno y muchos del propio gabinete, consideramos que la apuesta del gobierno era fallida, un error, un agravio, el presidente Peña y Videgaray asumieron el riesgo porque su olfato político les dictaba que Trump sería el sucesor de Obama.

Queda la duda si ese pronóstico atinado del mandatario y su entonces titular de Hacienda también era un deseo, que ellos preferían al candidato del discurso del odio que a la candidata del partido gobernante, crítico de la corrupción del gobierno mexicano

Lo cierto es que la costosa renuncia de Videgaray a la SHCP hoy ha sido recompensada por la historia que le ha dado la razón.

El vice, como se le llama en los corrillos políticos, seguirá siendo el gran consejero de Los Pinos y nadie puede descartar que resurja como prospecto presidencial hacia 2018.

EL MURO YA ESTA AHÍ
Sin embargo, el hecho de que el presidente Peña ahora pueda decir “se los dije”, como los memes los retrataban en la madrugada de este martes negro, no implica que la tenga fácil en su relación con el futuro habitante de la Casa Blanca.

Porque independientemente de que Trump cumpla o no con su amenaza del muro y de expulsión de los compatriotas que radican allá en condiciones irregulares, la agenda migratoria deberá replantearse.

Se acabó la viabilidad de la siempre incumplida promesa de los demócratas de regular a los millones de mexicanos que “viven las sombras”.

Nos lo decía hace una semana el ex presidente Felipe Calderón: gane quien gane, la agenda bilateral deberá reformularse para desactivar el miedo que Trump promovió contra la inmigración.

La diplomacia en México deberá activarse, además, para redefinir el tema de la seguridad y el TLC, cuya renegociación el ganador siempre dio por descontado.

Es cierto que estamos en shock y que el impacto del resultado nos lleva al lamento de que finalmente se impuso el fascista, el racista, el ignorante, el impulsor del discurso del odio.

Sin embargo ese plano de descalificación hacia Trump no es el camino para afrontar la nueva relación con un presidente que considera que los mexicanos somos narcos, ilegales y violadores.

Pero el camino tampoco es el tapete rojo que el presidente Peña le extendió en Los Pinos cuando lo invitó para que confirmara sus planes de construir un muro.

El gobierno federal está a prueba a partir de hoy.

PERDEDOR@S
Los principales perdedores somos las mujeres. Porque ganó el discurso misógino de un hombre que sin recato cree que todas las vaginas son manoseables y rehenes de los varones de poder.

Allá perdió Hillary y aquí pierde y mucho la abanderada del PAN a la Presidencia, Margarita Zavala. Porque como lo dijimos desde siempre el efecto de un eventual triunfo de la señora Clinton marcaría el camino de la panista.

Por supuesto que la esposa del ex presidente Calderón seguirá siendo una competidora con muchas posibilidades. Pero las que tenía antes de Trump han disminuido. Porque si la estadunidense no pudo romper el techo de cristal, ¿cómo podría lograrlo la mexicana?

Quizá nuestra sociedad sea menos machista y más abierta a la alternancia de género. Pero por lo pronto, la incógnita se abre.

También pierde y mucho la canciller Claudia Ruiz Massieu, quien según información filtrada después de la visita de Trump se inconformó con la estrategia de Videgaray. Finalmente, su ex compañero de gabinete ganó la apuesta.

Y pierden, además, todos los secretarios que no acompañaron al ex sectario de Hacienda en la invitación al republicano. Como fue el caso del titular de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong.

Pierden los políticos que se pronunciaron abiertamente a favor de la demócrata: desde el priista Manlio Fabio Beltrones hasta el ex jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, quien hizo campaña en el vecino país a favor de Hillary.

Y pierden los analistas que desde su bola de cristal nos juraron que Trump no llegaría.

¿ES AMLO EL GANADOR?
Pero no sólo Videgaray celebra. También Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de Morena, quien siempre se mantuvo en el discurso de que tan malo el republicano como la demócrata.

El mensaje difundido la noche del martes 8 -antes de confirmarse la derrota de Hillary- mostró a un AMLO siempre talentoso en el manejo del tiempo político. Con un discurso nacionalista y parternalista, que desdeña los efectos del triunfo de Trump, el líder de izquierda ofreció una visión optimista de ya verán cómo salimos de ésta.

La pregunta ahora es sí López Obrador es el representante de la antipolitica en México y por tanto el potencial ganador hacia 2018.

Por lo pronto, marcó su raya y dijo presente.

CITA IMPERDIBLE
“Perdemos de vista la gravedad del riesgo, lo importante de problema y le estaríamos reclamando al presidente, si este señor resulta electo en Estados Unidos, ¿y por qué no se acercó?, ¿por qué no intentó algo?”, Luis Videgaray, cuando aún era Secretario de Hacienda, el 2 de septiembre de 2016.

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