A CREER Y PARTICIPAR EN LAS ORGANIZACIONES CIVILES, LLAMA SEDESOL
CIUDAD DE MEXICO.- El secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda, exhortó a las familias, escuelas y medios de comunicación, a fortalecer la confianza en las organizaciones de la sociedad civil sin fines de lucro, que favorezca los proyectos de vida de las familias que menos tienen en México.
Afirmó que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) reconoce el esfuerzo de las 600 mil agrupaciones de la Sociedad Civil y sus voluntarios, que equivale al 1.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
En la ceremonia inaugural de la 24ª Conferencia Mundial de la International Association for Volunteer Effort (Iave) y 20ª Reunión Anual del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), que se celebran de manera conjunta, el secretario Luis Miranda dijo que la tarea de atender a los grupos vulnerables demanda de la actuación de todos, a fin de que ninguna instancia de gobierno o de la sociedad se queden solos en el propósito de abatir la pobreza.
Con la representación presidencial, el titular de la Sedesol inauguró en el Word Trade Center las actividades de la Asociación Internacional para el Esfuerzo Voluntario, que reúne a representantes de más de 55 países de todos los continentes.
Ante ellos, el funcionario federal resaltó que el voluntariado es la manifestación más clara y noble de la ciudadanía, por lo que reiteró su llamado a fortalecer la confianza en su labor.
“Casi 80 por ciento de los mexicanos prefieren dar apoyo directo a una persona necesitada, en vez de hacer donativos a organizaciones civiles”, dijo Luis Miranda al señalar que en México sólo el 0.4 por ciento de la población económicamente activa trabaja en el sector no lucrativo, muy por debajo del promedio de las naciones en vías de desarrollo que promedia 1.9 por ciento.
Entre las acciones emprendidas por la Sedesol para apoyar a las Organizaciones de la Sociedad Civil, destaca el certificado de Empresa Socialmente Incluyente, que compromete a los patrones con el bienestar de sus empleados y la Plataforma Nacional de Acción Voluntaria; de la que muchas de las organizaciones presentes en el evento forman parte.
El secretario de Desarrollo Social, quien tocó la campana de inicio de las actividades de la conferencia Iave y Reunión Anual del Cemefi, destacó el Programa de Coinversión Social, cuyos proyectos benefician actualmente a más de un millón 755 mil personas y que durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto ha ejercido mil 200 millones de pesos.
Po su parte, Jorge Familiar Haro, presidente del Consejo del Cemefi, pidió reconocer el poder transformador del voluntariado con condiciones fiscales que favorezcan su desarrollo y eficacia en la atención a los que menos tienen. Por ello, propuso establecer mecanismos de diálogo para alcanzar acuerdos que faciliten y propicien su trabajo con la sociedad.
En tanto, Kylee Bates, presidenta mundial de la Asociación Internacional para el esfuerzo Voluntario (Iave), dio la bienvenida a los integrantes de este organismo global y reconoció el trabajo de las organizaciones civiles en América Latina, sobre todo en México donde la lucha contra la pobreza ha tenido logros importantes.
Mensaje del secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, en el marco del evento la 24ª Conferencia Mundial Iave, 20ª Reunión Anual Cemefi
Muy buenos días a todos, bienvenidos a México.
Antes de iniciar esta plática con ustedes quisiera que le mandáramos un aplauso Kyle Bates, a Jorge Familiar, Manuel Arango, a Kathleen Dennis y en especial a Susana Bernetche por estar aquí en México y por haber traído este evento para todos los mexicanos, muy amable.
Me siento muy honrado de estar con ustedes el día de hoy, con la representación del presidente de los mexicanos Enrique Peña Nieto. Inaugurando oficialmente esta importante reunión en la que tenemos el inmenso gusto de recibir a 55 representantes de diversos países, 55 países del voluntariado.
El voluntariado es la manifestación más clara y más noble de la ciudadanía, los voluntarios mujeres y hombres de todas las edades y de todas las extracciones sociales dan su tiempo por los demás; para mejorar las condiciones de vida de los más necesitados y también porque son los más afortunados.
En México sobran ejemplos, personas de todas las edades apoyan en sus casas y en los hospitales, jóvenes colaboran en la construcción de vivienda en sus comunidades. Voluntarios que asisten a migrantes en nuestra frontera sur o en nuestra frontera norte.
Estas mujeres y hombres dan su vida sin esperar una retribución, sin esperar nada a cambio, aunque si de esperarlo reciben mucho. Felicito por eso a las organizaciones civiles, su labor fortalece el tejido social.
El presidente de la República me ha encomendado que el trabajo compartido entre voluntariado y el gobierno es uno de los componentes más importantes que debemos privilegiar.
Como secretario de Desarrollo Social, en cada gira que realizó, me reúno con las organizaciones de la sociedad civil, porque al final de cuentas somos socios y voluntarios ciertamente, pero socios al fin y al cabo.
Me he acercado a los ciudadanos porque el gobierno no puede solo, no podemos abatir la pobreza y atender las carencias alimentarias y el rezago educativo, la falta de calidad en la vivienda, el servicio en la falta de acceso a la salud y a la seguridad social atender a las necesidades de los grupos más vulnerables, sino contamos con el apoyo de ustedes, necesitamos a los empresarios, a los académicos pero sobre todo a la sociedad civil.
La energía de los ciudadanos, su pasión, su generosidad, su preocupación por causas que van más allá de ellos mismos, su voluntad de dar tiempo y vida por los demás es la clase de empuje que requieren los enormes desafíos de nuestro país.
Y como les decía Susana Bernetche ayer, este es el verdadero rostro de nuestro país, no lo que se lee en los periódicos. En México todavía hay mucho por hacer, de acuerdo con el Inegi en 2014 había solo 60 mil reacciones sin fines de lucro.
El esfuerzo de la sociedad civil y sus voluntarios equivalen a 1.4 del PIB nacional. Un estudio académico señala que sólo el 0.4 de la Población Económicamente Activa trabaja en el sector no lucrativo muy por debajo de cinco veces por demás de los países en vías de desarrollo.
El financiamiento del sector tiene desafíos particulares en nuestro país. La solidaridad de nuestros académicos, la solidaridad de nuestros estudiantes, no se canaliza a través de organizaciones civiles. El 80 por ciento de la población prefiere darle un apoyo a personas necesitadas de forma directa que a través de organizaciones civiles.
Esto es de la mayor importancia desde todos los ámbitos. Fortalezcamos la confianza en las instituciones que son indispensables para la sociedad, que todos los agentes de la socialización, las familias, las escuelas, los medios de comunicación impulsen la participación y la solidaridad de los más desafortunados que son los que menos tienen.
El gobierno ha hecho un esfuerzo y un gran esfuerzo por fortalecer a las organizaciones de la sociedad civil. Actualmente hay alrededor de 35 mil organizaciones inscritas en el Registro Federal de Organizaciones.
Además, estamos impulsando valiosas iniciativas como el certificado de empresa socialmente incluyente, un reconocimiento impulsado por la Sedesol y el Cemefi para comprometer a más empresas en el ejercicio de sus derechos sociales.
Se trata de reconocer el compromiso de las empresas con el bienestar de sus empleados y sus comunidades. Fomentar entre ellas la conciencia de que el éxito de su negocio tiene que ir de la mano con los beneficios que generen entre sus empleados y las comunidades en donde operan.
También esta plataforma nacional de acción voluntaria, de la que forman parte muchas de las instituciones aquí presentes, están todo el día vigentes en nuestra vida cotidiana. Estamos conscientes de que estos recursos son insuficientes. Sabemos que las necesidades rebasan los apoyos, por eso requerimos de todos los actores para detener los problemas que nos aquejan.
Señoras y señores, en décadas recientes hemos visto cambios fundamentales en la manera de relacionarlos en las relaciones democráticas.
Por una parte, herramientas de comunicación inmediata estrechan los vínculos y facilitan la acción y la colaboración de la sociedad en momentos de necesidad. Por medio de la tecnología del siglo XXI la gente intercambia sus casos, presta sus coches, brinda consejos y ayuda gratuitamente a personas que ni siquiera conoce.
Todo esto fortalece el tejido social, pero por otra parte parece haber un debilitamiento de la confianza en las instituciones. La educación formal, la información periodística, los partidos políticos, los gobiernos, las organizaciones, incluso la democracia, la ciencia y la razón se ponen en entredicho.
En diversas partes del mundo los ciudadanos parecen pronunciarse en oposición a los valores establecidos. Estas tendencias debilitan la cohesión social.
Como se dijo hace unos momentos, en estos días se hablará de cómo canalizar y mantener la energía, el entusiasmo y la pasión de todos los voluntarios en beneficio de la sociedad. Intercambiarán reflexiones, ideas, experiencias, le premiarán en muchos temas.
Reciban el más sincero reconocimiento. Gracias a todos ustedes porque solamente gente como ustedes recibe la sonrisa de un pequeño niño cuando le da de comer, recibe el abrazo de una persona cuando le ayuda a caminar que es invidente y recibe el último aliento de la persona que muere sin conocerla porque la acompañó un voluntario el último día de su vida.
Muchas gracias a todos y bienvenidos a México.