ACUSA ONG ILEGALIDAD EN NUEVA REFINERÍA
CIUDAD DE MEXICO .- A pesar de no contar con autorización de impacto ambiental ni cambio de uso de suelo, el proyecto de refinería en Dos Bocas, Tabasco, avanza en un terreno donde ya fueron desmontadas 300 hectáreas de selva y manglares, acusó el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
La organización no gubernamental denunció la realización de estos trabajos ante la Profepa y la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente (ASEA).
Señala como responsables a Pemex y a la compañía SCCA, así como a quien resulte responsable de violar los ordenamientos que regulan tanto la protección al medio ambiente y la preservación del equilibrio ecológico.
“Lo primero que hay que preguntarse es quién lo hizo”, indicó Gustavo Alanís Ortega, presidente y fundador de Cemda.
“Nos ha llamado la atención la complicidad de las autoridades locales porque se permitió la limpieza del terreno, son alrededor de 300 hectáreas, y sorprende mucho que autoridades locales hayan permitido los trabajos de limpieza”.
En la denuncia se establece que SCCA, presuntamente contratada por Pemex, inició desde septiembre los trabajos de desmonte de la vegetación sin contar con la autorización de impacto ambiental ni de cambio de uso de suelo forestal.
Para la agrupación, es cuestionable emprender una consulta sobre la viabilidad de la refinería, como la que ocurrirá el próximo sábado y domingo, cuando la obra ha comenzado con irregularidades y omisiones de las autoridades.
“En la consulta del 24 y 25 de noviembre este es un proyecto que se va a someter a consulta y la pregunta que nos hacemos es ¿cómo vas a consultar un proyecto que ya iniciaste, que ya limpiaste el terreno y ya estás destinando presupuesto del próximo año?, ¿cómo consultas algo que ya decidiste?, no sé si es una burla”, expuso Alanís Ortega.
“Proyectos de esta naturaleza se tienen que someter a la evaluación de impacto ambiental para que se establezca o no la posibilidad de que vaya adelante, aquí ya se lo brincaron y ya causaron un daño que es más que evidente”.
Mediante la denuncia, el Cemda pidió a la ASEA y a la Profepa ordenar medidas de urgente aplicación para evitar que el desmonte de vegetación y la construcción de la nueva refinería continúen afectando los ecosistemas y recursos naturales de la región.
La refinería Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, es el tercer proyecto estratégico del Gobierno electo que se someterá a consulta ciudadana sin contar con un estudio previo de impacto ambiental.
En el ejercicio para determinar el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), realizado en octubre, ganó la opción para construir pistas en la Base Área de Santa Lucía, pero hasta ahora no se tienen estudios técnico-científicos sobre sus repercusiones ambientales.
Santa Lucía colinda con el Lago de Zumpango, un repositorio de aves migratorias que enfrenta un proceso de degradación por la presencia de asentamientos humanos y la descarga de aguas negras.
El Tren Maya, cuyo trazo prevé pasar por la Reserva de la Biósfera Calakmul, será sometido a consulta ciudadana el próximo 24 y 25 de noviembre sin antes advertir las consecuencias para el medio ambiente.
La iniciativa férrea carece de medidas de mitigación para compensar el posible deterioro causado por la obra.
“Están haciendo las cosas al revés. Lo primero que tienen que hacer es el estudio de impacto ambiental, someterlo a revisión, que corra la consulta y la reunión pública, y luego que la autoridad determine lo conducente, pero aquí estamos empezando al revés”, dijo Gustavo Alanis, presidente y fundador del Cemda.
“En el caso de la refinería ya limpiaron, ya desmontaron, el daño y el desequilibrio ecológico ya lo causaste”.
Advirtió que si el proyecto de la refinería no se hace bien se sentará un precedente para que otras iniciativas de esa naturaleza incumplan con la ley ambiental.