ALEJANDRO AGUIRRE GUERRERO / HEREDAR EL PODER, MAL NEGOCIO EN VERACRUZ @aaguirre_g #Jueves+Columnas
Quiero suponer que el propio gobernador Miguel Ángel Yunes lo sabe, aunque nunca lo dirá públicamente: cuando un mandatario saliente busca heredar el poder a un familiar directo no deja dividendos positivos en términos de opinión pública. Peor aún si el elegido es su hijo y sin mediar un sexenio de por medio. Se percibe como “reelección moderna”, aunque esa no fuera la intención.
En Veracruz se sabe bien y en la República Mexicana se comenta: el candidato del Frente Amplio en Veracruz será Miguel Ángel Yunes Márquez, alcalde de Boca del Río e hijo del gobernador en funciones. Solamente algo extraordinario lo sacaría de esa condición. Trabajan para ello en fines de semana, cuando el horario laboral no es impedimento.
Dejando de lado si es éticamente correcto o no en estos tiempos heredar el poder, o cuando menos propiciar una fuerte candidatura para que los ciudadanos la voten (no me corresponde juzgar ese tema), hoy en día, en temas de percepción pública, los carismas o prestigios no se absorben o “regalan” entre familiares.
Suponiendo que el ánimo con que los veracruzanos ven a Miguel Yunes Linares fuera más positivo que negativo, a pesar de no haber resuelto aún la inseguridad en el estado, esa buena percepción no necesariamente la tendría o pasaría a su hijo. El votante “fan” del gobernador no sufragará en automático por su vástago. Necesita ser convencido. El alcalde boqueño no goza de la simpatía que la gente tiene por su padre. Si obvian este asunto, en términos electorales, será un error.
Aunque la época donde el poder tras el trono se pasaba de padre a hijo, o en el peor de los casos, a algún familiar del mismo apellido, nada impide en la actualidad hacerlo, no hay una ley que lo prohíba, sólo aquella que descansa en la conciencia de los “tomadores de decisiones”.
Si finalmente el CEN del PAN lo autoriza, lo cual es prácticamente un hecho, el hijo del gobernador tendrá varios “negativos” a los cuales resignarse, o bien combatir, situación que tanto Morena como el PRI podrían aprovechar. La historia reciente demuestra que intentar pasar el poder a un familiar cercano suele molestar a la población, y claro, reflejarse en las urnas; para muestra, lo ocurrido en la elección de Edomex.
Se avecinan para Veracruz comicios donde en una misma boleta electoral aparecerán dos candidatos de apellido Yunes. Si no ocurre algo extraordinario, a pesar de todos los reproches que tengan en la espalda, uno de ellos ganará. Aunque Morena ha crecido en el estado, hay Yunes para rato en Veracruz, al menos pensando en la renovación gubernamental, ¿cuál de ellos será más castigado en las urnas?
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