ALIANZA GENERACIONAL DEL PRI REUNIDOS ESTE SÁBADO PARA FIJAR POSTURA ANTE ASAMBLEA NACIONAL
CIUDAD DE MÉXICO.- El viernes 16 de junio de 2017 se llevó a cabo en el Hotel Casa Blanca de Ciudad de México un encuentro de mujeres y hombres que han hecho de la actividad política su forma de vida. La reunión fue convocada por José Ramón Martel López y por José Encarnación Alfaro Cáceres, ambos ex dirigentes nacionales de la Juventud del PRI y ex diputados federales del mismo partido.
Priístas y ex priístas que tienen la característica de ser amigos de hace varios lustros, comparten y discuten hoy las diversas propuestas que se deberán presentar a la XXII Asamblea Nacional del PRI a realizarse el próximo mes de agosto.
Aunque han sido criticados, este sábado, en un hotel de Santa Maria la Rivera enfrente del PRI, Alianza Generacional, crean consensos de cuáles deben ser las reglas priístas para elegir candidato del PRI en 2018. Coordina la reunión Ivonne Ortega, con la asistencia de los ya mencionados y priístas de todo el país.
Previo a la reunión hicieron público el siguiente manifiesto:
ALIANZA GENERACIONAL
A la militancia del Partido Revolucionario Institucional
En el marco del proceso de organización de la XXII Asamblea Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Institucional y ante la proximidad del inicio de los procesos electorales federal y locales 2017-2018, quienes participamos de las actividades de Alianza Generacional como expresión de militantes, cuadros y dirigentes interesados en el fortalecimiento de nuestro Instituto Político, consideramos que lareflexión colectiva, la autocrítica propositiva y la defensa de las garantías y derechos de la militancia deberán prevalecer en las actividades rumbo a la XXII Asamblea Nacional del PRI.
Consideramos, asimismo, que los triunfalismos, la autocomplacencia y las decisiones autoritarias nos restan competitividad rumbo a las próximas elecciones.
En este contexto, expresamos:
1.- Recuperar la caída en la competitividad electoral del PRI, expresada por la pérdida de 4 millones 700 mil votos de 2012 a la fecha, está en función de consolidar la democracia interna.
Quien ocupe la candidatura del PRI a la Presidencia de la República, no puede pretender ganar la voluntad ciudadana, si antes no fue capaz de obtener, con plena legitimidad el consenso mayoritario de la militancia.
En este contexto, proponemos que la XXII Asamblea Nacional Ordinaria acuerde que el procedimiento de postulación del candidato o candidata a la Presidencia de la República sea el de elección directa en la modalidad de consulta a militantes y simpatizantes, que contempla los Estatutos del Partido.
2.- Se deben eliminar las prácticas patrimonialistas, autoritarias y excluyentes de la dirigencia del Partido en el desarrollo de los procesos internos de postulación de candidatos y de elección de dirigentes.
La legalidad, la certeza, la transparencia, el respeto a la militancia, a la carrera de Partido, al cumplimiento de los requisitos legales y estatutarios para acceder a las candidaturas, deben ser los principios que regulen los procesos internos de postulación de candidatos y de elección de dirigentes, eliminando requisitos y procedimientos que en la práctica se han convertido en mecanismos de control discrecional y autoritario de los procesos internos.
Sobre estas consideraciones proponemos la eliminación de los requerimientos de apoyo de Sectores y Organizaciones , de respaldos de la estructura territorial y de los Consejos Políticos, para establecer como único requisito el respaldo del 1% de militantes inscritos en el registro partidario, para que un militante pueda inscribirse como precandidato en un proceso interno de postulación de candidatos, así como en el de elección de dirigentes.
3.- Los fenómenos de corrupción de gobernantes que accedieron al poder abanderados por nuestro partido, han lesionado gravemente la imagen y el prestigio social de nuestro Instituto Político.
En este sentido proponemos, que el Partido exija a quien aspire a una candidatura una hoja de vida honesta y consecuente y una fama pública congruente con lo anterior, así como, en caso de ser electa o electo, someterse en cualquier momento a sesiones de control sobre su desempeño por parte del Consejo Político Nacional o por la Comisión Política Permanente;
Que se establezca en los Estatutos los procedimientos para que, en caso de faltas mayores a su encargo, violación de la Ley, corrupción, traición a sus compromisos con la ciudadanía, incumplimiento de la plataforma electoral enarbolada, el Partido demande, promueva y actúe la revocación inmediata de su mandato.
4.- El PRI está obligado a hacer una revisión crítica de las políticas de gobierno que no han funcionado, porque no podemos ofrecer más de lo mismo para pretender así superar nuestras manifiestas debilidades económicas, políticas, jurídicas y sociales como nación.
Estamos claros que nuestro gobierno ha logrado avances indiscutibles y esos los seguiremos defendiendo, pero también debemos ser implacables en cambiar aquello que nos impide crecer con igualdad social, gobernarnos democráticamente con eficacia, legitimidad y estabilidad, vivir con seguridad en un estado de derecho vigente y actuante, y garantizar a las mexicanas y a los mexicanos el derecho a la felicidad.
Por eso demandamos realizar los cambios necesarios en el modelo de desarrollo económico y social que nos permitan sacar de la pobreza a 60 millones de mexicanas y mexicanos, a partir de incrementar el empleo productivo con salario remunerador y de impulsar una sólida política de desarrollo social que supere el ineficaz asistencialismo, avance hacia la seguridad social universal, y promueva una real solidaridad social que garantice un piso básico de oportunidades para todos.
5.- Debemos reconocer que el sistema político mexicano muestra signos severos de agotamiento. Las reglas de juego que prevalecieron durante un presidencialismo con facultades meta constitucionales y un partido hegemónico ya caducaron.
Bajo las reglas del actual sistema electoral en México, donde el que gana, gana todo, y el que pierde, lo pierde todo; el faccionalismo y la confrontación política hacen de los procesos electorales una batalla campal que nos desune y debilita en la democracia. Por esoproponemos que el PRI, abierto a las alianzas electorales que no traicionen los principios partidarios y afirmen nuestros compromisos con la ciudadanía que representamos, deberá analizar y decidir en la XXII Asamblea Nacional su posición con relación a la segunda vuelta electoral y su participación en gobiernos de coalición.
En síntesis, necesitamos luchar por restituir la República del Estado democrático y social de derecho, aumentar la inversión y disminuir la informalidad y la desigualdad, impulsando un modelo demócrata social acorde con nuestro principio de libertad igualitaria, que sustituya a la versión neoliberal agotada, que se consolidó con los gobiernos del PAN y que, en su fracaso, aún continúa dañando a México.