ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ / “EL EJÉRCITO EN LA FRONTERA DE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS NO SERVIRÁ DE NADA”@sacroprofano #JuevesDeMasColumnas
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ
CIUDAD DEL VATICANO.- “¿Qué van a hacer, disparar a una madre con una criatura? ¿A una familia?”. La hermana Norma Pimentel sabe hablar claro. Ícono de la defensa de los migrantes en el sur de Estados Unidos, denuncia el ambiente de terror que prevalece en las comunidades hispanas de ese país en tiempos del presidente de mano dura. Y ante el anuncio de Donald Trump de que enviará los militares a la frontera para evitar el avance de la caravana migrante que ya cruza México con dirección al norte, no duda en asegurar que los soldados no servirán de nada.
Nacida en Brownsville, Texas, en el seno de una familia originaria de Tamaulipas, en la parte mexicana, es directora de Caridades Católicas del Valle del Río Grande. Con dos maestrías y un perfecto español, ha cosechado premios y reconocimientos por su servicio a los migrantes. Entre ellos el “Premio Herencia Hispana”, entregado por la fundación de ese mismo nombre, y el “Loaves & Fishes Award for Faith in Action”. En entrevista con el Vatican Insider habla de los temores y desafíos que afrontan los hispanos en la Unión Americana.
¿Cómo está la comunidad hispana y mexicana en Estados Unidos después de estos años de una política abiertamente hostil?
Estamos pasando por unos años de gran temor para los inmigrantes, las comunidades están sufriendo y muchos piensan en cuál será el día en que los deporten, que ya no vuelvan a sus casas después de haber ido a misa o al mercado. Cada vez se pone más difícil, con incertidumbre por lo que está ocurriendo. En la Iglesia queremos darles la confianza de que no están solos, que estamos con ellos, que luchamos para que tengan voz y puedan estar bien en este país nuestro. Es muy importante que nos unamos y que representemos la realidad de un pueblo que está sufriendo.
¿Es una situación irreversible?
Ya la administración anterior y la actual, con el presidente Donald Trump, es muy severa contra los inmigrantes. Trata de mostrarlos como criminales y eso no es cierto. Si existen criminales como en todos lados, pero la mayor parte de los inmigrantes son personas sencillas, que sufren, que están huyendo de sus países para salvar a sus hijos y tener la oportunidad de vivir.
Trump dijo que mandaría al ejército para frenar la Caravana Inmigrante que está pasando desde Centroamérica y atraviesa México, ¿qué opina?
Está visto que a él le molesta que siga viniendo la gente, que las personas sigan huyendo de sus países. No importa qué política quieran imponer, las familias vienen y él no se explica por qué, si son tan severos, separan a los padres de sus hijos, les obligan a sufrir situaciones tristes y violentas. No vienen por lo que estamos haciendo en Estados Unidos sino por la situación en sus países, si no tendrían un por qué estas personas no vendrían. Es triste que nuestra administración, un país poderoso, que puede protegerse a sí mismo y a la misma vez proteger a la gente indefensa, que está sufriendo, no lo haga. Esa es la actitud que debemos tomar, Estados Unidos es tan fuerte que tiene la capacidad para protegerse y para ayudar al prójimo también.
¿El ejército no tendría mucho efecto?
¿Qué van a hacer? ¿Disparar a una madre, a un bebé? Ellos en el fondo está diciendo: “Ayúdame, protégeme”. Es imposible pensar que un ejército pueda usar sus armas contra estas personas indefensas.
Del tiempo de Barack Obama a la actualidad cambió el discurso, ahora se habla directamente de un “mensaje de odio”. ¿Eso alimenta más el malestar en amplios sectores de la sociedad?
Causa mucha división, aparecen nuevos términos de odio y de desunión cuando, realmente, estamos llamados a estar unidos, ayudarnos a proteger la humanidad, la vida que es sagrada. Lamentablemente se fomenta mucho la separación, con todas estas tácticas en la forma de ejercer la administración en una manera más violenta.
¿Qué iniciativas impulsa la Iglesia para acompañar a los migrantes?
Estamos presentes con el pueblo, invitamos al prójimo a venir y ver, presenciar la verdad. La verdad es que estamos hablando de madres con criaturas, personas que están sufriendo, que están necesitando ayuda, lo básico para vivir con humanidad. Cuando tu ves eso, en tu corazón te nace ayudar, porque es lo que Dios hizo en nosotros, nos hizo seres capaces de amar. Lo que queremos hacer en la Iglesia es ayudar a todos y hacer ver que son personas como los demás. Esa es la invitación de la Iglesia y muchos la están siguiendo.
¿También los estadounidenses son sensibles a esto?
Todo ser humano es sensible a eso, los que no construyen una barrera en sí mismos para separarse del sentir, manteniéndose alejados de todo aquello que es humano en él. Para reforzar tu humanidad necesitas acercarte.
¿Qué impacto está teniendo el mensaje del Papa Francisco a favor de los migrantes en las comunidades hispanas de Estados Unidos?
Al Papa Francisco en todo el pueblo latino de Estados Unidos, en Latinoamérica y entre los mismos anglosajones es recibido porque es un ejemplo de hermandad, de que es importante ser sencillos, cercanos al prójimo, no olvidarnos de él, acompañarlo, encontrarnos. El mensaje del Papa es fuerte, radical y nos dice a nosotros: “¡Decídete a hacer algo! ¡Hazlo!”. Creo que muchos lo seguimos y esperamos que muchos más lo hagan también.
Esta política de cerrazón que responde a intereses muy puntuales en Estados Unidos, ¿les está dando resultado a sus impulsores, aunque sea en el corto plazo?
El problema es que se está politizando el tema de la humanidad, lo están usando para conseguir su plataforma política. El gobierno usa a los pobres, inmigrantes, indígenas e indigentes, para alcanzar lo que ellos quieren, para mantener a su partido fuerte. Pero creo que no les está resultando, porque estamos viendo unos cambios muy fuertes y esperemos que el pueblo se despierte. Ya no se trata de ser republicano y demócrata, sino de quién eres tú como persona.
¿Falta mucho para que los hispanos tengan un peso real en Estados Unidos?
Necesita el pueblo latinoamericano tomar responsabilidad en la vida social, tomar decisión para que se note que está presente y que los resultados se noten en las elecciones, en las candidaturas. Ahí se va a ver la presencia del voto latinoamericano. Pero no hay que esperar, es el momento de ponerse en acción, no dejar que las cosas las hagan otras personas.
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