ANTES DEL 1ER INFORME #LasDelSabado @ivonnemelgar EN @Excelsior

IVONNE MELGAR, NACIONAL, POLÍTICA

Es muy pronto para aventurar si asistimos a una tregua en la guerra contra el neoliberalismo o si atestiguamos el pragmatismo obligado por la desaceleración que requerirá un plan contra-cíclico que aprueben inversionistas, bancos y calificadoras

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Más allá de las novedades que el protocolo adquiera, los hechos que anteceden al primer informe permiten un corte de caja en el que coexisten el pragmatismo económico, las dificultades para asimilar los efectos de la austeridad y la urgencia de definiciones frente a la violencia criminal.

Como lo subrayaron los empresarios, ésta fue una semana de fiesta para el gran capital, por la renegociación con los propietarios de los ductos que suministran el gas a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La escenificación en Palacio Nacional del fin de la narrativa oficial de los antes llamados “contratos leoninos”, con Carlos Slim como autor de la salida financiera al conflicto y aval del proyecto económico gubernamental, permitió al Presidente de la República ponerle su sello a uno de los mecanismos heredados por la reforma energética que como candidato defenestró.

Este proceso continuó el miércoles, cuando Andrés Manuel López Obrador recibió al CEO de la petrolera italiana ENI, Claudio Descalzi, uno de los jugadores de la ya no tan proscrita reforma.

Es muy pronto para aventurar si asistimos a una tregua en la guerra contra el neoliberalismo o si atestiguamos el pragmatismo obligado por la desaceleración que, según lo admitió ayer el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, requerirá de un plan contra-cíclico aprobado por inversionistas, bancos y calificadoras.

En sentido opuesto a esa flexibilidad, el gobierno y sus representantes en el Congreso endurecieron la defensa de la política de austeridad, evidenciando escasos márgenes de autocrítica cuando el secretario de Salud, Jorge Alcocer, minimizó el desabasto de medicamentos y los efectos que éste tendría en al menos unos 500 niños con cáncer.

Fue una falta de sensibilidad que el funcionario reparó con una disculpa a los padres de familia. Pero pronto llegó la descalificación presidencial a las protestas, afirmando que eran impulsadas por las farmacéuticas.

Previamente, contradiciendo la promesa de López Obrador de ya no culpar más al pasado de los pendientes de hoy, el diputado Eduardo Bonifaz y el senador Miguel Navarro, presidente de la Comisión de Salud, justificaron el desabasto recordando la farsa de los tratamientos contra el cáncer de los gobernadores del Partido Revolucionario Institucional, alegando que había que poner fin a los negocios privados y que

el gobierno impulsa una revolución en el sector.

Se trata de una firme y deliberada defensa que, este jueves, el Presidente pidió a los parlamentarios morenistas reforzar frente a la idea “conservadora” de

que la austeridad es equivalente a la escasez. Y les encargó promover el mensaje de que esa política del ahorro se está traduciendo en recursos y en una capacidad de compra que los mexicanos en situación de

pobreza nunca habían experimentado en la historia del país.

Esos cambios de fondo en la política social y las redefiniciones económicas contrastan con las malas cuentas del gabinete de seguridad, pese a la disciplina y la coordinación que cotidianamente, según se presume, protagoniza el Presidente con los secretarios de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; Seguridad, Alfonso Durazo; de la Defensa Nacional, Cresencio Sandoval, y de Marina, Rafael Ojeda Durán.

Y no se trata de la persistente violencia criminal y sus tragedias, esta semana en Coatzacoalcos, sino de la falta de claridad sobre el qué y el cómo, a nueve meses de iniciada la administración.

Llama la atención que el discurso del secretario Durazo pasó de responsabilizar a la narcopolítica y de proponer la reinserción de los sicarios a la vida productiva –como se expuso en el programa enviado al Congreso– al endurecimiento de las penas y las regulaciones vinculadas al secuestro, extorsión y robo en transporte público.

El giro podría justificarse a medida que el gabinete se confronta con la realidad, pero las indefiniciones  trastocaron incluso la naturaleza original de la Guardia Nacional que, como lo ventiló el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, carece de elementos para asistir a la entidad, mientras se concentra en frenar migrantes y en tareas de atención ciudadana.

Por lo pronto, mañana con el informe, López Obrador enviará su proyecto de Ley de Amnistía, estrenando la facultad presidencial de iniciativa preferente, lo que significa que diputados y senadores deberán concretarla en los próximos dos meses.

Veremos si esta ley, por fin, contiene la ruta de la ofrecida pacificación que, según las rectificaciones de agosto, no se traducirá ni en pactos con el crimen ni en impunidad para sus ejecutores.