AQUÍ EN EL CONGRESO: ALITO LES APLICÓ LA TAIBO-SEÑAL #MartesDeColumnas @jachavez77
Por José Antonio Chávez
Es un hecho que el líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito” seguirá en la dirigencia nacional del partido.
Ayer se registró para competir por la inminente reelección, obviamente no gustó a sus adversarios, sobre todo a los que mandan en Palacio Nacional porque ha sido un verdadero dolor de cabeza.
Desde luego que a partir de arrancar su campaña a la par, sin duda arreciará la otra campaña de los priistas callados y recién aparecidos, esos mismos que no quieren su reelección porque simplemente los dejará encuerados como fueron las pasadas elecciones, vaya sin un mínimo cargo, y menos de los que les gustan de becas, esos que ganan sin ensuciarse los zapatos. Ya no hay vacas sagradas, les restregó en la jeta y por eso su enojo.
Son los priistas que abandonaron el barco en el 2018 cuando les paso la maquinaria de López Obrador para arrebatarles la Presidencia de México de Enrique Peña Nieto y el Congreso.
Son esas mismas voces que, como dice el Presidente, callaban como momias durante todo este sexenio, sin asomar la cara a pesar de los ataques despiadados contra el partido y sus militantes que no los bajaba en sus conferencias mañaneras de corruptos y que no tenías llenadera.
La historia de los ataques es muy sencilla, todo comenzó porque Alito, como líder del partido al negarle al Presidente aportar los votos para la reforma Eléctrica, que le faltaban a Morena en el 2021, recibió todo el peso del Estado.
Lo acusaron de todo, a su familia le mandaron coronas de muerto a su domicilio, en los mercados públicos, a su esposa y sus hijos se le acercaban personas para mandarle mensajes al líder. Era una verdadera pesadilla la que vivía y los priistas que ahora reclaman ni sus luces, andaban bien resguardaditos en sus burbujas del confort.
Alito construyó, por la necesidad y la emergencia del 2018, una alianza con el PAN de Marko Cortés y el PRD de Jesús Zambrano para enfrentar en bloque las elecciones del 2021. Lograron eliminar la mayoría calificada a Morena en san Lázaro y eso obligaba a López Obrador cabildear los votos para sus reformas. La negativa del priista lo enfureció.
Ayer en la conferencia de prensa, criticó esas voces de priistas que están en contra, les gritó que donde estaban todo este sexenio, que no salieron a responder al Presidente y en cambio quieren reclamar el partido que nunca defendieron.
Advirtió que los va a exhibir para que los mexicanos tengan conocimiento de quienes son esos traidores del partido que ahora se han prestado para hacerle el trabajo sucio al que manda en Palacio Nacional.
Todos esos traidores son los que quieren impugnar que siga en el partido, por dos razones, la primera que cite al principio, que no les darán ni un hueso en el 2027 y, segundo, que actúan por
órdenes del que manda en Palacio a cambio de conservarles la impunidad de los trapitos sucios que les tienen guardados. Quiere nombres, pues échele una hojeada al desplegado que firmaron hace días para exigir la no reelección.
Hay una leyenda que Alito recibió a uno de los que andan en su contra para pedir un cargo de legislador, que con las lágrimas le suplicaba, en la sede del partido, porque si no tenía el fuero, era probable que este gobierno lo quiera encarcelar. Que el nombre de esa persona pronto lo revelará.
Dicen los que saben que Alito tiene varias historias que ventilará para que se conozca que tipo de personajes “priistas” están en su contra, la mayor parte de los que firmaron ese desplegado. A ver si no les da vergüenza que se enteren sus familiares y los mexicanos, les dijo en corto a militantes en una reunión la semana pasada.
¿Qué traerá entre manos?