CALDO SIN CHAYOTE / #JuevesDeMasColumnas @AdriDelgadoRuiz en @elheraldo_mx
Los tacos sin cilantro y cebolla, las salsas limitadas, el guacamole es un lujo, de una sopa de verduras ni hablamos, las frutas cuando se puede y el bolsillo de las familias cada vez más vacío. El crimen organizado con su violencia, la sequía despiadada y la falta de apoyo para impulsar al campo, tienen mucho que ver con la inflación desbocada de los alimentos.
El chayote ha subido 113.6 por ciento a lo largo de un año. Es el vegetal que se ha encarecido más y a él se suman muchos otros indispensables en la dieta de los mexicanos: el tomate verde es ahora 49.7 por ciento más caro y le siguen aguacate, naranja, lechuga, cebolla y jitomate entre muchos otros productos que están convirtiéndose en ingredientes sólo para un taco de ojo.
Organizaciones como InSight Crime y la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transaccional (GI-TOC, por sus siglas en inglés) documentan que por lo menos ocho de los cárteles delictivos más grandes buscan controlar la producción, distribución y venta de productos del campo.
Si los productores, empacadores y transportistas no cumplen con los cobros de derecho de piso, son víctimas de robo, destrucción de su patrimonio, golpizas y hasta homicidio. Los pequeños productores son extorsionados para que entreguen los apoyos sociales en cuanto reciben el depósito. Los comerciantes son obligados a vender a precios impuestos por los mafiosos, quienes se quedan con toda la utilidad.
Un estudio del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, calcula que el costo de todas esas extorsiones impacta entre 25 y 50 por ciento del aumento de precio de los alimentos, lo que al final también contribuye al alza de la inflación. Los adultos mayores y demás beneficiarios de los programas sociales ven tristemente pulverizado el poder adquisitivo de ese apoyo.
Si eso es poco, el Fondo Monetario Internacional calcula que la sequía que ha azotado al país por al menos los pasados tres años, puede elevar la inflación en 1.5 por ciento adicional dado que menos agua significa menos cosecha de alimentos. Paradójicamente, la llegada de lluvias torrenciales e inundaciones ocasiona más pérdida de cultivos, lo que agrava la situación.
Encima, con tantas pérdidas el impulso es cada vez menor. En mayo de 2023 se decretó la extinción de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero. Hoy, el secretario de Hacienda y Crédito Pública, Rogelio Ramírez de la O, reconoce que esa desaparición generó “un gran hueco” en el financiamiento para los productores rurales.
La extinta FND solía coordinarse con los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) del Banco de México para atender la demanda de crédito agropecuario, dado que únicamente el seis por ciento de los municipios catalogados como rurales en todo el país tienen acceso a un banco comercial.
Ramírez de la O dice que en el próximo gobierno “el crédito rural tendrá un rol más fuerte en la política pública de impulso al campo”. Veamos si ese impulso también incluye seguridad pública contra los extorsionadores y una administración más eficiente de los recursos hídricos.
MÁS LLAGAS: El sindicato petrolero realizó la elección de dirigencias en 35 secciones y dos delegaciones, por la representación de 82 mil 800 trabajadores. Únicamente hubo incidentes en la sección 38 de Salina Cruz, Oaxaca. Esos nuevos liderazgos entrarán en funciones el 1 de enero de 2025.
POR ADRIANA DELGADO RUIZ
COLABORADORA
@AdriDelgadoRuiz