“CANNABIS EL EXPERIMENTO MEXICANO” #JuevesDeMasColumnas @jorgeru77 EN @eleconomista

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Estamos en la antesala de convertirnos en el tercer país del mundo en regular la cannabis recreativa y hacer el experimento social y económico más importante en los últimos tiempos. Se dice que el mercado negro desaparecerá, pero difícilmente será posible especialmente en comestibles y concentrados. ¿Las autoridades tendrán la capacidad de regular e imponer sanciones al comercio productos de cannabis? seguramente no, desde algún tiempo este mercado crece sin control. El gobierno federal compartirá la regulación, la promoción e inversión con gobiernos locales que representará ingresos fiscales y empleo.

El mercado negro existe, si hay insuficiente cadena de suministro u oferta comparable a precios bajos. Si no se lleva a cabo un estudio para identificar demanda, capacidad de siembra, producción, distribución, acceso y punto de venta crecerá un mercado negro controlado por “pandillas” y un mercado “gris” de productos sin registro sanitario y estándares de calidad. El punto de venta es clave para la industria, ya que estos establecimientos podrán vender productos medicinales y recreativos.

El plan de licencias debe lograr dar acceso a consumidores e incluso un modelo de venta en línea para pequeñas ciudades que podrían quedarán a merced del mercado ilegal. La educación en cannabis será un pilar fundamental para eliminar el estigma y tener información confiable de productos. Si bien el reglamento de Cofeprisco, establece lineamientos para el mercado medicinal, considero deberíamos esperar entre dos a tres años para transitar al mercado recreativo y así tener más experiencia en la cadena producción y venta.

La presión grupos de activistas a legisladores y su desconocimiento ocasionarán que nazca una industria sin modelo de negocio sustentable y con capacidad limitada para abastecer demanda. Los que sembramos cannabis a escala intermedia sabemos los pasos para una producción eficiente: primero la genética y la estabilización de semilla, después las fases de: germinación o clonación, estado vegetativo y floración. Estas etapas deben tener un control de agua, aire, nutrientes, luz y obscuridad (dependiendo de la técnica y espacio de cultivo).

Después viene el secado, podado y curado para preparar la biomasa para extracción por C02 o Etanol, hacer el proceso de homogenización y filtrado para separar aceites crudos de grasas y ceras de la planta. Las últimas etapas implican la recuperación de solventes y destilación fraccionada para obtener concentrados.

Finalmente sigue la infusión, envasado y etiquetado de las diferentes categorías de productos (comestibles, aceites, cápsulas, etc) para distribuirse al punto de venta medicinal o recreativo. Si se decide no hacer proceso de extracción, las flores de cannabis se empacan y se etiquetan con información sobre la cepa, porcentajes de cannabinoides, fecha de empaque, peso, entre otros.

El proceso requiere de control y rastreo para evitar que el mercado ilegal participe en él, además de realizar más de doscientas pruebas de cannabinoides, terpenos, microbios y materiales que puedan contaminar. No tenemos duda del potencial y experiencia que tenemos de crear una red de granjas pequeñas y medianas con productos de alta calidad, con costos compartidos en tecnología y con la posibilidad de integrarnos como socios de grandes empresas, con genéticas propias y cruzas para desarrollar cepas mexicanas.

Jorge Rubio es emprendedor de la industria del cannabis en Canadá desde 2017.

Twitter: @jorgeru77