CAPITAL POLÍTICO / EL OPERATIVO DEL CONCIERTO #MartesDeColumnas @adrianrueda EN @Excelsior
El 5 de diciembre de 2018, al asumir como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum ordenó desaparecer el Cuerpo de Granaderos de la capital, al que acusó de haber participado en la represión estudiantil de 1968.
Dijo que era una demanda de quienes integraron ese movimiento y que, en concordancia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, impedirían la utilización de las Fuerzas Armadas para reprimir al pueblo.
Ahí mismo dio instrucciones a su primer secretario de Seguridad, Jesús Orta —por cierto, aún prófugo de la justicia—, de desintegrar el Cuerpo de Granaderos y sumarlo a Protección Civil.
Claudia recalcó que su decisión fue en respuesta a quienes, como estudiantes, fueron reprimidos en 1968, bajo el mandato del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz; el teatro Esperanza Iris se llenó de aplausos.
Pero Sheinbaum no pudo sostener mucho tiempo su discurso, pues los granaderos fueron usados de nuevo —con otro nombre— para contener protestas feministas, por ejemplo, a cuyas integrantes golpeaban y gaseaban.
Y no sólo eso, sino que también tuvo que avalar la decisión presidencial de militarizar la Guardia Nacional y hasta construirles cuarteles en la capital, a donde incluso entraron con apoyo de la Policía Preventiva: de la represión estudiantil del 68 ya no se acordaron.
El tema viene a cuento porque la noche del pasado 30 de mayo, a unas horas de realizarse las desangeladas elecciones judiciales, efectivos de la Policía capitalina, acompañados por soldados de la Guardia Nacional, desalojaron el Multiforo Alicia, de la colonia Santa María la Ribera.
Unos dicen que el operativo, que se realizó cuando el músico vasco Fermín Muguruza iniciaba un concierto ante unos 500 asistentes, fue para inhibir la delincuencia en la zona; aunque otros afirman que había sobrecupo en ese espacio, por lo que se procedió al desalojo.
Por fortuna, el asunto no pasó a mayores y los asistentes se retiraron en forma pacífica. ¿Pero qué hubiera ocurrido si se resisten al desalojo y a alguno de los efectivos se le va un tiro, por ejemplo?
Por eso Clara Brugada se apresuró a aclarar en redes que el operativo no estaba autorizado por nadie de su gobierno y que daría de baja a los mandos que lo ejecutaron; la explicación no satisfizo a nadie.
¿Cómo es que funcionarios policiacos menores puedan ejecutar libremente una acción de ese tipo, brincándose a sus jefes y hasta disponer de la Guardia Nacional —que tiene mando militar— para que los apoye equipados con armas largas?
Aquí hay gato encerrado, pues la Guardia no puede ser usada por cualquiera sin autorización oficial, así que despedir a mandos medios policiacos no suena lógico. Hasta parece que alguien quiso ponerle un cuatro a Clarita a unas horas de la elección judicial.
Y, a todo esto, ¿dónde está la voz de los líderes que durante años han explotado la masacre estudiantil del 68 para vivir del erario?
De por sí la relación entre Clarita y Claudia no andaba bien; se pondrá peor.
CENTAVITOS
Por cierto, tras los primeros resultados de la elección judicial, hay dos personajes ganadores en la CDMX: una es Brugada, cuyos candidatos a magistrados y jueces superaron a los aspirantes que impulsaba la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez, por ejemplo. Aunque Clarita no fue la única ganona, pues también Julio César El Nenuco Moreno, cacique de Venustiano Carranza, logró acomodar sus fichas.