CAPITAL POLÍTICO / UTILIZA ACOSTA LA NÓMINA PARA APRETAR A ENEMIGOS #MartesDeColumnas @adrianrueda EN @Excelsior
En lugar de rendir cuentas de su desempeño como alcalde de Xochimilco, donde salió entre señalamientos de corrupción, José Carlos Acosta utiliza la nómina del Gobierno de la CDMX para apretar a alcaldes y funcionarios.
El xochimilca, que tenía su propia candidata a sucederlo, se vio obligado a aceptar la candidatura de la petista Circe Camacho, luego de que Claudia Sheinbaum se lo ordenara. Pero no les gustó y siguen sin digerirlo.
Desde la nómina central presiona para que sus cuadros sean incrustados, tanto en alcaldías como en las diferentes áreas del gobierno; si alguien no coopera puede tener algún problemita con el pago de sus empleados, lo que seguramente les generaría problemas.
Si bien su accionar es generalizado, hay dos casos en particular que se le podrían indigestar por andar haciéndose el guapo presionando a quienes ve como sus adversarios.
Uno de ellos es, precisamente, contra la alcaldesa de Xochimilco, a quien no le perdona haberle arrebatado el control de la demarcación que durante seis años gobernó y que aún no se resigna a perder.
De hecho, antes de la campaña interna por la candidatura en esa alcaldía, Circe denunció que Acosta le envió a un grupo de golpeadores para agredirla y advertirle que no se atreviera a presentarse de nuevo por esas tierras.
Por algo Xochimilco fue la última alcaldía en que la 4T pudo ponerse de acuerdo; al final, se la dieron al Partido del Trabajo, que designó a Camacho.
A pesar de que a Acosta le dieron una diputación federal para que quedara blindado ante probables demandas por presuntos malos manejos, no quedó del todo conforme y sigue moviéndole el piso a su sucesora para evitar que se fortalezca.
Pero si alguien creía que el funcionario de Clara Brugada se iba a conformar con fastidiar sólo en su terruño, se equivoca. Puede causar un dolor de cabeza al gobierno luego de que la semana pasada bateó a representantes locales de sindicatos independientes, legalmente constituidos.
Los trabajadores de cuatro organizaciones alternas, conformadas luego de que en 2019 Andrés Manuel López Obrador cambió la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, a fin de que cada quien eligiera a qué sindicato agremiarse, pidieron una reunión para reactivar las negociaciones.
Y es que se quejan de que José Carlos se ha negado a otorgarles el dígito correspondiente, que es necesario para afiliar a los trabajadores que así lo decidan, ello a pesar de contar con su respectiva toma de nota por parte del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
El asunto es delicado, sobre todo después de que Brugada prometiera basificar a todos los trabajadores del gobierno que están en la llamada Nómina 8, lo cual de por sí suena casi imposible, y más con las actitudes de quien controla los pagos a este personal.
Al igual que en Participación Ciudadana no se entiende que Clarita haya puesto a un perfil tan bajo como Tomás Pliego, tampoco está claro por qué designó a Acosta en Capital Humano. A menos que la jefa de Gobierno le interese mucho agenciarse Xochimilco.
CENTAVITOS
Por cierto, el fallecimiento Joel Ayala, líder de la FSTSE, no sólo alborotará las aguas en el Sindicato de Trabajadores de la Salud, que era su fuerte, sino en el resto de los sindicatos del país. Pues si bien su sobrino, Marco Ayala, es señalado como el sucesor, el cuate ni tiene los tamaños ni es precisamente el más popular entre la burocracia nacional; se espera un agarrón.