CENTENARIO NATALICIO DEL PIANISTA ÍTALO-AMERICANO “LIBERANCE”: @gallorobledog

EL SHOW, NACIONAL

GUSTAVO ROBLEDO / SLP.- Son los años 40’s e inician sus actividades los primeros hoteles y casinos en Las Vegas (el “Flamingo” por ejemplo) y en los 50’s los shows musicales de las principales figuras del espectáculo norteamericano. El glamour, la música, las orquestas, madrugadas y juego son el escenario constante y permanente de nombres como Frank Sinatra, Dean Martin (mi favorito), Tony Bennet o Elvis Presley. Pero quien consagra el espectáculo como sinónimo de todos esos elementos, el nombre de Las Vegas y el espectáculo desde los años 50’s hasta los 80’s es el extraordinario pianista italo-americano Liberace, quién nace un dia como hoy de 1919.

El candelabro sobre sus pianos Baldwin con cristales y espejos, sus grandes orquestas, su estrafalaria y única personalidad hicieron de Liberace el primer gran “Showmanship” del espectáculo masivo. Del sencillo pianista con su grupo, agrega las iluminaciones y la interacción con los públicos. La vestimenta, boas y sus capas son parte del boleto; Chopin, Mozart y Tchaikovsky se unen con su orquesta para modernizar, de manera luminosa, el espectáculo, también en la televisión. Todos esos elementos le hacen cobrar más que todos, ¡que todos!, en Estados Unidos y el mundo en los mejores y más importantes escenarios, poniendo en alto los grandes sueldos de las estrellas del espectáculo norteamericano, ni Sinatra ni Elvis habían cobrado tanto o más que Liberace.

Sus legados: su música clásica y contemporanea y la categoría que los hombres y mujeres del espectáculo pudieron consagrar al solo conjuro de sus nombres en las marquesinas.

¿Y la personalidad de Liberace? merece otro renglón. Del sencillo smoking a los trajes con lentejuelas; del piano sencillo a los espejos y fuentes danzantes; de los pequeños conjuntos a las grandes orquestas. En concreto, dicen los críticos, Liberace es inspiración a la vestimenta y espectáculo que ofrecen después inmensas figuras como Elvis Presley, Freddie Mercury y Elton John.

Estas interpretaciones que les comparto con la Orquesta Sinfónica de Londres son un ejemplo de lo que decía el virtuoso pianista Liberace, que por cierto no leía partitura alguna:

“Demasiado de algo bueno es maravilloso”.

Dato extra… y adios.

“Cuando leo una mala crítica, me voy llorando  al banco en el que guardo mi dinero”, bromeaba Liberace durante sus actuaciones, en referencia a los enormes beneficios que obtenía con esa música que no gustaba a los eruditos.
Avanzada la representación, comentaba:
“¿Se acuerdan de ese banco al que iba llorando por haber recibido una mala crítica? Lo compré”

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