CHUMEL O LOS PELIGROS DE LA RISA / FABIOLA DÍAZ DE LEÓN, ESCUELA DE SEÑORITAS @escdesenoritas #JuevesDeMasColumnas

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

 

Chumel Torres se ha distinguido por capitalizar las más deleznables características de la sociedad mexicana haciendo un uso pleno del clasismo, la misoginia, la apología de la aporofobia y todo a costas de sectores de la población más pauperizada y vulnerable.

Representa la más rancia tendencia a la derecha que mira por debajo del hombro a aquellos que no comparten el privilegio de ser hombre heterosexual y económicamente pudiente. Todo lo que se contrapone al respeto a realidades que no sean la suya son blanco de burlas e insultos que su audiencia aplaude.

La capacidad adquisitiva, el privilegio del estatus, lo que se considera gente “bien”, todo eso que ahora es un grupo cada vez más reducido, se proyecta en sus programas y redes como un objetivo a alcanzar, dígase de una vez que su público no se nutre de rubios de ojos verdes o azules, sino de una clase mestiza que no reconoce su origen de clase ni de etnicidad. Estudiantes, en su mayoría aun dependientes económicamente de sus progenitores, emprendedores, juniors, amas de casa…

Se le da una importancia a un influencer que no la tiene, no es un líder de opinión ni un agente de cambio, todo lo contrario, si algo no busca su discurso es un cambio, por ello apela una y otra vez a valores tan rancios como la primera mitad del siglo pasado donde las figuras de la comedia explotaban lo mismo que él ahora: la india maría, por dar un ejemplo, la risa a costa de las desventajas sociales y de clase que por desgracia en nuestro país siguen siendo una mayoría y que van a la alza en sus poblaciones.

Lo realmente vergonzante es que ese tipo de humor tenga cabida en un país que se supone propone un cambio hacia la dignidad y la equidad libre de discriminación. Es un indicador de lo mucho que el tejido social no responde a las propuestas de ley. Que los esfuerzos que se han logrado legislativamente no han impactado en la parte del día a día de la vida en México y voceros mediáticos que apelan a esa falta de cambio no abonan a un cambio real por controversiales que aparenten ser.