CÓMO PREVENIR LA DEMENCIA CON HÁBITOS SALUDABLES @UNAM_MX @unamglobal @Gaceta_UNAM
Ciudad de México, CDMX, MX.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año se registran al menos 10 millones de nuevos casos de demencia. Aunque hasta la fecha no se ha descubierto un tratamiento eficaz para combatirla, existen formas de prevenir sus efectos, como llevar una buena alimentación y realizar diversas actividades que mantengan nuestro cerebro activo.
La Dra. Maura Jazmín Ramírez Flores, de la Facultad de Psicología de la UNAM, habló sobre las actividades que los adultos mayores pueden realizar para evitar el deterioro cognitivo.
En primera instancia, mencionó que es necesario aclarar que, si bien con la edad disminuyen nuestras capacidades cognitivas, esto no impedirá que mantengamos nuestra autonomía ni que podamos aprender algo nuevo.
“La creencia popular nos indica que no podemos tener un envejecimiento saludable, pero esto no es verdad. Obviamente, hay un deterioro físico y mental; no obstante, la calidad de vida se puede mantener, y esto permite a los adultos mayores ser independientes y activos”, expresó la experta en neuropsicología.
Qué ocurre en nuestro cerebro conforme va envejeciendo
Entre los 40 y los 50 años, varios órganos de nuestro cuerpo comienzan un proceso de deterioro: se pierde masa muscular, la visión se vuelve menos aguda, las articulaciones comienzan a fallar, entre otros aspectos. Nuestro cerebro también padece el paso del tiempo y, aunque se va reconfigurando, tiene una disminución de las neuronas y, a la vez, un funcionamiento más lento de estas. De igual manera, se presenta una disminución en la corteza cerebral.
Por otro lado, el sistema nervioso empieza a fallar, provocando afectaciones como la reducción o pérdida de los reflejos o la sensibilidad. Esto conlleva problemas con la motricidad y la seguridad al movernos, haciéndonos más propensos a sufrir caídas.
Factores que van envejeciendo el cerebro
Si bien el envejecimiento del cerebro es parte del proceso natural de la vida, hay algunos factores que pueden acelerarlo o incluso aumentar la propensión a la demencia. A continuación, se presentan los principales:
Hereditario: si alguien en mi familia ha presentado demencia, esto no necesariamente quiere decir que yo la padeceré. No obstante, la posibilidad de padecerla es mayor en comparación con alguien sin antecedentes familiares.
Soledad: se ha comprobado que los adultos mayores que viven solos tienen una amígdala más pequeña y menos reactiva en comparación con aquellos que viven acompañados; a largo plazo, esto provoca dificultad para llevar a cabo interacciones sociales. Al no tener contacto con las personas, disminuyen las habilidades de habla y comunicación.
Género: las mujeres son las más afectadas a nivel cerebral. Aunque no se ha determinado con certeza la causa principal, las investigaciones han encontrado que varios factores inciden en la aceleración de su envejecimiento cerebral, como la violencia ejercida en su contra, largas jornadas de trabajo, sobrecarga de cuidados, baja escolaridad y poco acceso a servicios de salud.
Enfermedades vasculares y metabólicas: como la diabetes y la hipertensión.https://unamglobal.unam.mx/global_revista/alza-global-en-casos-de-diabetes/
Alto consumo de alcohol.
Medidas para evitar el envejecimiento del cerebro
“Si bien nuestro cerebro va presentando afectaciones por la edad, esto no quiere decir que ya no funcionará de manera adecuada o que estamos destinados a tener algún problema cognitivo. Esto se debe ver como una oportunidad para implementar actividades que nos lleven a mantenerlo en buen estado”, explicó Ramírez Flores.
Estas son las actividades que recomienda la experta de la Facultad de Psicología de la UNAM para los adultos mayores:
Practicar algún deporte o realizar una actividad física: puede ser algo no muy intenso, como caminar o hacer taichí o yoga. Estudios han demostrado que al realizar estas actividades se incrementa la densidad sináptica (el espacio de la materia gris donde se desarrollan las conexiones neuronales), protegiendo de este modo la salud cerebral y las habilidades cognitivas.
Llevar una alimentación balanceada: limitar el consumo de carne roja y enfocarse en granos integrales, frutas, hortalizas o verduras, pescado, nueces y aceite de oliva, y evitar las grasas saturadas. Son buenas opciones la dieta mediterránea, la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension: ‘enfoques dietéticos para detener la hipertensión’) y la dieta MIND, que es una combinación de las dos anteriores (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay: ‘intervención con las dietas mediterránea y DASH para retrasar la degeneración neuronal’).
Tener interacciones sociales: mantener vínculos estrechos con los amigos y la familia es clave para un envejecimiento cerebral saludable.
Leer o escribir: la revista Neurology indicó que las personas que no leen ni escriben tienen tres veces más probabilidades de desarrollar demencia en el futuro.
Emprender actividades cognitivas nuevas: los videojuegos pueden retrasar la aparición de deterioro cognitivo; jugar dominó, armar rompecabezas o pintar también son de ayuda.
Dormir bien: un estudio publicado en la revista JAMA Neurology reveló que los adultos mayores deben dormir entre 7 y 9 horas corridas para que su salud mental no se vea afectada.
Hidratarse constantemente: una mala hidratación puede derivar en delirios, problemas para concentrarse o problemas para reaccionar con velocidad.
Estas actividades ayudan a mantener una buena reserva cognitiva y una buena reserva cerebral. La reserva cognitiva es la capacidad que tiene el cerebro de tolerar los cambios; la reserva cerebral es una capacidad determinada por factores como el volumen cerebral, el número de neuronas y la densidad sináptica. Ambas son un factor protector ante el deterioro cognitivo.
Finalmente, Ramírez Flores recordó a las autoridades y a la sociedad en general la necesidad de crear más espacios que promuevan la activación física y cognitiva de las personas adultas mayores.
Ideas destacadas
La demencia afecta a 10 millones de personas al año, sin tratamiento definitivo.
La Dra. Ramírez Flores de la UNAM sugiere actividades para prevenir el deterioro cognitivo.
El envejecimiento afecta tanto física como mentalmente, pero la calidad de vida se puede mantener.
Factores como la genética, la soledad y el género pueden acelerar el deterioro cerebral.
Actividades físicas, una buena alimentación y mantener interacciones sociales son claves para un cerebro saludable.
Leer, emprender actividades cognitivas nuevas, dormir bien e hidratarse son esenciales para mantener la reserva cognitiva.