CON DIOS Y CON EL DIABLO / FABIOLA DÍAZ DE LEÓN @escdesenoritas ESCUELA DE SEÑORITAS
Antes del 15 de noviembre se tiene que definir quién va a quedar en la CNDH, será el Senado quien determine la selección de 57 aspirantes. Ya desde el año pasado que fue el cambio de gobierno el Presidente Andrés Manuel López Obrador barajaba la posibilidad de que dicho organismo, fundamental en mantener el equilibrio de las fuerzas del estado y la población y señalar los abusos de autoridad, se inclinara a favor de el Padre Solalinde. Este declinó la invitación pero, antes que nada, dicha invitación no debió haberse hecho pues antes que nada Solalinde pertenece a la curia y ningún sacerdote, pastor, rabino o imán puede ejercer cargos públicos según nuestra Constitución vigente. Eso es primordial para mantener el estado laico.
Los Derechos Humanos deben estar libres de influencias o prejuicios, de ideologías de partido o preferencias personales. Por eso son Humanos porque deben defender ante todo a toda la especie sin distinción de género, raza, posición económica, preferencia sexual o identidad de género. Un sacerdote, aún uno defensor de los derechos humanos de los migrantes y otros grupos vulnerables como lo es Solalinde no cumple con estas características. Un sacerdote no va a defender el derecho a decidir de las mujeres ni a las poblaciones de las minorías sexuales en su búsqueda por derechos como son el matrimonio igualitario o las leyes de identidad de género.
Por desgracia el Padre ha pasado su mal lograda estafeta a Elizabeth Lara Rodríguez presentándola como la favorita para presidir la CNDH pero revisemos los antecedentes de la aspirante registrada. Candidatura del PAN y Regidora en Oaxaca. Ya esto nos dice que ni el matrimonio igualitario ni la despenalización del aborto serán sus banderas, de otorgar personalidad jurídica a las poblaciones con identidades de género diferentes ni hablemos. Podría tener la ventaja de ser la primera mujer en el cargo que desde su fundación hace 29 años gozara de este puesto. Pero esto no abona a la paridad de género ya que no comulga con el feminismo y su máxima lucha contemporánea que es la del aborto legal y gratuito. En cuanto a la comunidad LGBTTTIQ+ si ni el matrimonio igualitario le parece a Lara, y al Padre que como buen miembro de la iglesia bien puede tener sexo con otros hombres pero nunca asumirlo ni admitirlo ni permitirlo en nadie que no sea él y su clóset pues tampoco podemos esperar mucho que digamos. El Padre Solalinde está con Dios y con el Diablo como tantos miembros de comunidades religiosas en el mundo, pero de ahí a que esté con la CNDH y la Presidencia también ya compete a las leyes de los hombres y las mujeres. Necesitamos una CNDH que sea abanderada por una figura completamente libre de ataduras, totalmente autónoma y que con firmeza señale lo que el gobierno hace mal en materia de Derechos Humanos de los Mexicanos y Elizabeth Lara Rodríguez definitivamente no cumple el perfil. Y menos aún con el apoyo de Monreal en el Senado, Solalinde en la curia y AMLO en la Presidencia.