CONTINÚA RUSIA CON LAS EXPULSIONES DE DIPLOMÁTICOS
MOSCU .– Lo nunca visto, que en sentido estricto sólo confirma que la espiral de confrontación continúa su imparable curso: empezó este viernes, como estaba advertido por Rusia, el desfile -en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores local- de embajadores y encargados de negocios a.i. de países que expulsaron diplomáticos rusos como parte de “la fuerte señal concertada” que pidió realizar Gran Bretaña y que Estados Unidos se encargó de impulsar ejerciendo “presión colosal y duro chantaje” (el canciller Serguei Lavrov dixit) sobre sus aliados más débiles.
Convocados uno a uno a lo largo del día acudían a su cita en Smolenskaya Ploschad en limusinas con las banderitas de los respectivos países, mientras otros jefes de misión salían con una nota oficial de protesta bajo el brazo y los nombres de los funcionarios declarados persona non grata.
Ninguno de los 26 países, subrayó la Cancillería local, se quedará sin recibir la misma represalia que aplicó contra Rusia.
Las respuestas simétricas de Rusia -además de los 23 diplomáticos británicos y los 60 estadunidenses expulsados con anterioridad, junto con el cierre de sus consulados generales en San Petersburgo y las sedes del Consejo Británico en territorio ruso-, son:
En orden descendente de funcionarios que tendrán que salir de este país, Ucrania, 13; delegación permanente de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), siete, aparte de otros tres a quienes se denegó la acreditación; Alemania, cuatro; Canadá, cuatro; Francia, cuatro; Polonia, cuatro; Moldavia, tres; República Checa, tres; Lituania, tres; Albania, dos; Australia, dos; Dinamarca, dos; España, dos; Italia, dos; Países Bajos, dos.
Con un diplomático expulsado figuran Bélgica, Croacia, Estonia, Finlandia, Georgia, Hungría, Irlanda, Islandia, Macedonia, Montenegro, Noruega, Letonia y Rumania.
Cinco miembros de la OTAN -Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Luxemburgo y Portugal- no llegaron a expulsar diplomáticos rusos, pero quisieron solidarizarse de alguna manera, adoptando una forma más suave para expresar inconformidad en la diplomacia: retiraron a sus embajadores, llamados a consultas.
De los restantes integrantes de la OTAN sólo Turquía ha declarado que no tomará ninguna represalia contra Rusia, ambos partícipes del reparto de Siria en zonas de influencia, mientras que Grecia está dudando si se suma o no y de qué manera.
Entre los países asociados con la OTAN, que no son miembros pero mantienen estrecha cooperación, Suiza y Austria se declararon neutrales y aspiran, sobre todo el segundo, a ejercer de mediadores con Rusia; y únicamente Chipre, cuya economía depende de las inversiones y del turismo rusos, manifestó con sinceridad que “no está en condiciones de enfrentarse a un miembro del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas”.