«CUARTO PISO»: ANA GUEVARA / SOCIEDAD SALVAJE
Ana es una mexicana más
¿Hasta cuándo vamos a levantar la voz?
El domingo fue Ana, pero cada día hay miles, millones de nombres. Mujeres que todos los días son golpeadas, violadas, acosadas, vejadas, humilladas, ignoradas, marginadas, en fin, agredidas permanentemente. En México la violencia de género sigue siendo uno de los peores flagelos.
La ruin e inconcebible golpiza a la senadora Ana Gabriela Guevara es sólo una evidencia más de una sociedad salvaje, violenta e intolerante, por decir lo menos.
Preocupa e indigna que así, sin más ni más, cuatro individuos golpeen cobardemente a una mujer. Y no porque se trate de una senadora o campeona mundial. Se trata de un ser humano, de una mujer y ese tipo de violencia de género debemos condenarla todos. Sea el caso que sea, debe investigarse y resolverse con prontitud.
La agresión, el maltrato a las mujeres, las hace vulnerables, víctimas, en cualquier ambiente en el que se desenvuelvan.
La brecha para erradicar la violencia contra las mujeres en nuestro país es enorme. Parecería que a nadie le importa, pero las leyes y las políticas públicas que se han impulsado para disminuir esas grotescas estadísticas de mujeres que son agredidas física, psicológica y sexualmente, entre otras tantas formas de agresión,han sido insuficientes.
Ya lo ha advertido la Comisión Nacional de Derechos Humanos, existen varias modalidades emergentes de maltrato que no se encuentran previstas en la mayoría de las leyes.
En las normas vigentes en las entidades del país no hay homogeneidad en los términos que se emplean para referirse a las circunstancias y ámbitos de desarrollo personal de la mujer que se ven afectados por la violencia.
De acuerdo a cifras de la ONU, en México 7 mujeres son asesinadas diariamente.
Entre 2013 y 2015 fueron asesinadas 6 mil 488 mujeres (INEGI). Aumentó 46% en los últimos tres años. El Estado de México ocupa el primer lugar. Ahí justamente en esa entidad fue donde ocurrió la agresión a la senadora Guevara.
De acuerdo a encuestas nacionales, dos de cada cinco entrevistados, el 40% conoce a alguna mujer maltratada física y emocionalmente y el 35% tiene algún familiar o amiga que sufre violencia en el hogar, la mayoría de las veces lo vive en secreto, lo que genera cifras inconsistentes de violencia contra la mujer.
Otras cifras señalan que cada 15 segundos una mujer es golpeada, humillada o discriminada y cada 9 minutos una mexicana es víctima de violencia sexual.
La campeona mundial de los 400 metros, denunció que sus cobardes agresores la golpearon e insultaron sin más razón que la de ser mujer.
Retomemos el llamado colectivo, digamos ¡Ya Basta de Violencia Contra la Mujer! De nada sirve vestirnos de naranja todos los días 25, si es el único día en que exigimos un alto a la violencia. Levantemos la voz, todos juntos, todos los días, no sólo la mujeres, también ellos.
Ana no es la primera, ojalá y Ana sea la última que sufre algo tan atroz. Sé que es un noble deseo, pero también sé que el hartazgo de la población, la ira, la maldad, el descontrol de las personas y la violencia cotidiana, ya no tienen cabida en un país donde si no aprendemos a convivir, no tendremos ningún futuro como sociedad.