DAÑO COLATERAL / LA REFORMA ENERGÉTICA. EL OTRO LASTRE QUE ENFRENTARÁ OBRADOR… #MartesDeColumnas @JErnestoMadrid
Ernesto Madrid
Cuando Peña Nieto dijo que el incremento a la gasolina había sido “una decisión muy difícil pero necesaria para el país” es porque sabía que había entregado en 2015, el negocio petrolero a la fuerte estructura financiera de Black-rock, y sabía que en el enramado, estaban sus intereses personales y los de la familia de Carlos Salinas de Gortari, porque detrás está también, su futuro asegurado.
Le cuento la historia…
La reforma energética siempre tuvo el mismo propósito, seguir desmantelando Pemex que ahora, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, la lucha podría ser interesante, porque la empresa que ahora domina el 45% de la petrolera mexicana, no soltará tan fácil su “mina de oro”.
En las palabras de Peña Nieto parece que el sofisma es real, “cuando se tomo la decisión –de liberar el precio de la gasolina en 2017- ya debíamos más de 200 mil millones de pesos en subsidio a las gasolinas. El 30% de los mexicanos consume casi el 80% por ciento de todas la gasolina del país y son el 30% de la población de mayor capacidad económica”.
Pero en el fondo, tiene otra justificación, la reforma energética fue aprobada, en la cámara alta, el 11 de diciembre de 2013, al paso de dos años, el 29 de julio de ese 2015 Pemex llevó más allá su alianza y se asocio con Promotora Black-rock México para establecer una oficina conjunta de administración y estructuración de proyectos. Ese mismo día Larry Fink, el mandamás de Black-rock a nivel global, ceno con Peña Nieto y varios integrantes de su gabinete. (El Universal, Mario Maldonado, Historia de Negocios. 26-06-2016), cuyo operador fue Emilio Lozoya.
Todo empezó cuando Peña Nieto y Luis Videgaray acudieron a Grupo Pearson, de Pedro Aspe y de donde fue funcionario Videgaray a obsequiar los hidrocarburos de México, y en donde Blak-rock mantiene alianza de capitales e interconectividad fiduciaria, además, con las grandes petroleras y con los otros megabancos de inversiones de EU: The Vanguard Group, BNY Mellon, State Street, Wellington Management y Capital Group Companies, superpotencias financieras; también es fuerte su conectividad financiera con los usureros bancos: Barclays, Bear Stearns, Morgan Stanley, Merrill Lynch y First Boston.
Junto con Black-rock está también Evercore Partnership que preside el megafinanciero Roger Altman y que compró la polémica Protego de Pedro Aspe, que se trata de una estructura financiera estadounidense, el detalle está en que se encarga de la refinación de nuestro petróleo en Texas y nos lo vende a los mexicanos, más los impuestos que aquí se aplican, a un precio más elevado, además del traslado hasta territorio nacional, lo que encarece más el costo de las gasolinas.
Y si le rascamos, encontramos que la llegada de Isaac Volin ex director de Black-rock México a la filial de Pemex PMI Comercio Internacional, en junio de 2016 fue una apuesta de González Anaya a ensanchar los negocios con el fondo neoyorquino.
A esto hay que sumarle que el cuñado de Carlos Salinas de Gortari, es decir José Antonio González asumió la dirección de Pemex en febrero de 2016 con la encomienda de buscar tantas asociaciones como sea posible con la iniciativa privada y echar a andar vehículos de inversión como por ejemplo la fibra E, que se usa en el nuevo aeropuerto, para lo cual Black-rock es el socio perfecto.
Además está el otro socio de Pemex que es First Reserve y que junto con Blak-rock compraron los activos midstream que no es otra cosa que el transporte de productos derivados del petróleo, como tuberías y ductos para transportar, por 25 años Gas y Petroquímica básica por el tramo de 744 kilómetros, en marzo de 2015 y que considera los tramos norte y sur del gasoducto de Los Ramones, dicho de otra forma, compro los activos de Pemex y ahora se los renta.
En ese mismo mes, Black-rock, que cerró la compra de Infraestructura Institucional con un fondo de inversión que tiene una participación en Oil & Gas, la gran ganadora del primer concurso de la Ronda Uno.
La compañía mexicana Sierra Oil & Gas ha sido una de las más favorecidas por diferentes rondas y contratos de la Reforma Energética y fue fundada en 2014 con capital de la empresa Infraestructura Institucional, fundada a su vez por Jerónimo Gerard, nada menos que el otro cuñado de Carlos Salinas de Gortari y del actual director de Pemex, José Antonio González.
Lo curioso del caso es que en julio de 2017, el consorcio de Sierra Oil & Gas, Talos Energy y Premier Oil descubrió 2 mil millones de barriles de crudo en aguas poco profundas del sur del Golfo de México, y lo más curioso es que es el primer pozo exploratorio en aguas someras perforado por empresas privadas en parte mexicana del Golfo de México, con un volumen petrolero que lo ubica en el octavo lugar entre los descubrimientos históricamente registrados en el país.
Pero el detalle va a aguas más profundas
El 9 de agosto de 2018, Lourdes Mendoza advirtió en su Sobremesa de El Financiero, que “Black-rock traiciona a AMLO” y detalla que la empresa estadounidense amenazo al gobierno de Obrador para dejarlo, a partir de 2022 en números rojos.
Lo anterior, con base en un informe reservado para inversionistas de gran nivel, denominado Deep Dive in the 2018 Mexican Election, que le fue presentado a los clientes más ricos de Santander Private Banking bajo la asesoría del estratega en este tipo de inversiones en Latam e Iberia, Axel Christensen.
En el documento detalla que no hay que esperarse hasta que concluyan los primeros cuatro años de AMLO para ver los efectos negativos de la economía, pues en 2020 habrá un rebote en la inflación, deuda creciente, nerviosismo en capitales y reformas estructurales estancadas.
Y no es para menos, Black-rock, para que se una idea, maneja la apabullante suma de 15.1 millones de millones de dólares (trillones) de activos bursátiles que la colocan como la máxima inversionista del planeta (cantidad descomunal que es cifra similar al PIB de la Unión Europea (el primero del mundo) y al de EU (el segundo) y casi al doble del PIB de China.
Sin pretender alarmarlo, Black-rock además controla la mayoría de las acciones del grupo Pearson, que a su vez domina The Economist y de Financial Times, este último, a donde acudieron Peña y Videgaray a obsequiar los hidrocarburos de México.
Además posee el 7 por ciento de todas las acciones, bonos y préstamos del mundo, tiene activos, en mega bancos y petroleras de Estados Unidos y Gran Bretaña, lo cual le confiere una gran influencia, poco conocida por los ciudadanos.
Es el primer accionista de Exxon, Mobil, JP Morgan Chase y Chevron, Shell, Aplle, Microsoft y segundo accionista de Wells Fargo y Google y el 9% del capital de una televisora mexicana.
Es importante mencionar que tres de la cuatro transnacionales anglosajonas Exxon, Mobil, Chevron y Shell, controladas por Black-rock, serán beneficiadas directas por la llamada Reforma Energética, que no es otra cosa que la entrega del petróleo mexicano a manos de esos corporativos.
Por eso y más, la Reforma Energética, es el seguro que asegura el futuro de Peña Nieto y además, el tamaño de los compromisos, nexos e intereses contra los que tendrá que enfrentarse el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.