DAÑO COLATERAL / LOS PRIMEROS PASOS DE LA DEFUNCIÓN DE LA CONAGO#MartesDeColumnas @JErnestoMadrid
Ernesto Madrid
Por aquellas raras cosas de la vida, lo que en su momento fue creada para ser un contrapeso al presidencialismo en tiempos del primer presidente emanado de la oposición, hablamos de Vicente Fox, ahora la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), que era un espacio de contrapeso para la defensa de las entidades y el federalismo, se tambalea, con miras a quedar en el pasado.
Resulta que los 10 gobernadores integrantes de la Alianza Federalista anunciaron su retiro argumentando que, “perdió fuerza y todo el potencial que tenía como un órgano de interlocución”, ya no tiene el objetivo necesario.
Estamos hablando que la Conago está perdiendo una tercera parte de sus integrantes por lo que estaría siendo desplazada como una organización nacional a menos de que replanteen sus objetivos.
Y todo debido a los detalles de indiferencia que expreso el presidente Andrés Manuel López Obrador en la pasada reunión con los gobernadores en San Luis Potosí el pasado 21 de agosto, cuando, acompañado por algunos integrantes de su gabinete, se dividieron las opiniones sobre los resultados y los mandatarios que integran la Alianza Federalista que no quedaron conformes con las justificaciones del mandatario, se molestaron.
Dicho de otra forma, no encontraron respuesta a temas tan sensibles como el manejo de la estrategia federal para enfrentar la pandemia del Covid-19 aunado a la falta de recursos extraordinarios y apoyos para los estados ante la emergencia sanitaria, en un sistema de salud que también se tambalea.
Por supuesto sin olvidar que no hay acuerdos en los reclamos y peticiones de los estados en el pacto fiscal ante la obsesión del mandatario tabasqueños de concentrar todo en sus manos y no dejar nada para las entidades, porque antes están su prioridad denominada ‘primero los pobres’ y sus caprichos de infraestructura.
Por paradójico que parezca, todo está en la lucha eterna de la concentración del centralismo fiscal, por principio de cuentas, lo de la pandemia fue la gota que derramo el vaso de la inconformidad por las medidas tomadas por López Obrador para enfrentar la emergencia sanitaria.
Es decir, que con el presidente Vicente Fox y el nacimiento de la Conago el monto de recursos federales que vía los diversos “Ramos” del presupuesto, creció, lo que mantuvo Felipe Calderón pese a las diferencias con su titular de Hacienda Agustín Cartens y con Peña Nieto, se mantuvo la misma dinámica. Por ejemplo en el Ramo 23 entre 2001 y 2018 el monto de los recursos canalizados a los estados creció de 30 mil millones de pesos a 156 mil millones de pesos de acuerdo a cifras
de la Secretaría de Hacienda lo cual se puede constatar en el siguiente link https://bit.ly/2R1Hjgr).
Pero el señor AMLO inició la regresión por aquello del tema del combate a la corrupción, dejando de lado las necesidades de la población, pero en el fondo, todo tiene un porque, ya que durante los sexenios de los panistas Fox y Calderón, hablamos de entre 2001 y 2012 el que el país obtuvo ingresos petroleros por 7 billones 753 mil 200 millones de pesos derivado de los altos precios del petróleo y la abundancia llegó a los estados.
Ahí empezó error de los propios gobernadores que fueron los culpables de lo que ahora sucede con las decisiones del presidente López Obrador, ya que los mandatarios estatales de aquellos años abusaron y dilapidaron los recursos sin que hubiera una fiscalización y se dieron escandalosos casos de corrupción en las entidades.
Ahora, estás son las consecuencias y motivo por el cual el mandatario confirma su tendencia de segmentación y polarización aún más profunda en el país.
Hay que recordar que de este derroche de recursos surgieron políticos tan destacados como: Humberto Moreira de Coahuila, Javier Duarte de Veracruz, César Duarte de Chihuahua, los excesos de Roberto Borges en Quintana Roo o de Andrés Granier de Tabasco, todas unas ‘fichitas”.
Así que ahora, los mandatario de Nuevo León, Jalisco, Chihuahua, Guanajuato, Durango, Tamaulipas, Coahuila, Michoacán, Aguascalientes y Colima, firmaron la primera versión del acta de defunción de la Conago, pagando, se podría decir, justos por pecadores.