DE FRENTE Y DE PERFIL: RAMÓN ZURITA SAHAGÚN / ¿CUÁNTOS MÁS? @RevistaPersonae #Jueves+Columnas
¿Cuántos ex gobernadores que fungieron como tales en la administración presidencial de Enrique Peña Nieto terminarán en la cárcel?
El número es creciente y se considera que aumentará considerablemente en el momento en que venga el cambio sexenal, sin importar el nombre del próximo Presidente de la República ni las siglas a las que pertenezca.
Lo que podría ser un acto de gobierno del actual Presidente de México, el no dejar impune los abusos y corrupción de los malos gobernantes, provoca escozor en la piel de los ciudadanos que advierten la tolerancia del gobierno federal hacia ellos.
Nunca en la historia de México había sucedido una acción tan contundente en contra de malos gobernantes como ocurre en la actualidad en que ex gobernadores de diversas entidades del país se encuentran en prisión.
Es cierto que la mayor parte de esos ex gobernantes provienen de una militancia priista, lo que debiera abonar a favor de un gobierno federal emanado de ese partido, pero sucede al revés, responsabilizando a las autoridades federales de no actuar en tiempo y forma en contra de esos servidores públicos que fueron señalados una y otra vez como abusivos con el poder público.
Mario Anguiano Moreno, es la nueva joya de esta brillante colección de ex gobernadores perseguidos por la justicia, algunos de ellos con visos de extradición requeridos por el gobierno de Estados Unidos.
El ex gobernador de Colima fue inhabilitado por el Congreso de esa entidad para ejercer cargos públicos por 23 años y multado por 45 millones de pesos, luego de confirmarse irregularidades con el presupuesto ejercido en los años 2013, 14 y de enero a agosto de 2015, tiempo de su gobierno.
Desde hace más de un año se detectaron estas irregularidades por parte del órgano superior de auditoría y fiscalización gubernamental, principalmente en las partidas de servicios personales y desvío de recursos.
El caso de Anguiano Moreno se suma a los de varios ex gobernadores que hoy se encuentran en prisión, acusados de delitos similares la mayor parte de ellos.
Andrés Rafael Granier Melo, ex gobernador de Tabasco, fue el primero de los gobernantes de la administración de Peña Nieto en ser detenido. El ex mandatario de Tabasco todavía rozó por un mes con el naciente gobierno priista.
Cuatro años después, Granier Melo se encuentra a la espera de la sentencia en su contra y las decenas de millones de pesos desaparecidos o desviados durante su gobierno siguen sin conocerse su destino.
Después de ellos cundieron las acusaciones y denuncias en contra de otros mandatarios estatales, sin que se actuara en contra de ninguno de ellos, con todo y que algunos de ellos fueron presentados para juicio político ante el Congreso.
Jesús Reyna García, ex gobernador interino de Michoacán fue detenido bajo acusaciones de vínculos con la delincuencia organizada, por eventuales arreglos con estos grupos durante la campaña de Fausto Vallejo Figueroa.
Antes de ellos, Mario Ernesto Villanueva Madrid, ex gobernador de Quintana Roo, se encuentra en prisión desde hace más de 17 años, unas veces en México y otras en Estados Unidos.
Guillermo Padrés Elías, panista, ex gobernador de Sonora, fue el siguiente en pisar la cárcel, mostrando lo parejo que pueden ser los gobernadores abusivos, lo que no significa que las irregularidades se restrinja a los priistas.
Después vinieron en cascada, Tomás de Jesús Yarrington Ruvalcaba, ex gobernador de Tamaulipas fue detenido en Italia y aunque su período está lejano del de Enrique Peña Nieto, su aprehensión llamó la atención, ya que fue en el actual gobierno cuando se libraron las órdenes de detención en su contra. Yarrington Ruvalcaba se encuentra a la espera de su extradición, aunque lo será a Estados Unidos.
Otro ex gobernador de Tamaulipas detenido es Eugenio Hernández Flores, recluido en una prisión de la entidad que gobernó. Su gestión tampoco correspondió a la de Peña Nieto y se estudia si procede una petición de extradición a Estados Unidos.
La detención de Javier Duarte de Ochoa provocó una carambola, ya que además de ser detenido el prófugo de la justicia Mexicana, al poco tiempo se ejecuto una prisión preventiva contra su sucesor, el interino Flavino Ríos Alvarado, acusado de facilitar la fuga del propio Duarte de Ochoa.
Roberto Borge Angulo, ex gobernador de Quintana Roo, se encuentra preso en Panamá, a la espera de ser extraditado a México.
Hay otros dos ex gobernadores que estuvieron presos por días o meses, durante la administración sexenal de Enrique Peña Nieto, los panistas Luis Armando Reynoso Femat, Aguascalientes y Narciso Agúndez, Baja California Sur.
Pero actualmente, además de Anguiano Moreno, al ex gobernador de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez, se le considera prófugo y cuenta con alerta por parte de Interpol, así como Jorge Torres, ex gobernador interino de Coahuila.
Jorge Herrera Caldera, ex gobernador de Durango; Mario López Valdez (MALOVA), Sinaloa; Gabino Cué Monteagudo, Oaxaca; Rodrigo Medina de la Cruz, Nuevo León; Miguel Alonso Reyes (actual director de Fonatur), Zacatecas y otros más son investigados y algunos de ellos cuentan con denuncias en su contra, por lo que podrían incrementar el número de ex gobernadores en la cárcel.
Aquí sí se encuentran ex gobernadores de diversas tendencias ideológicas, desde los aliancistas López Valdez y Cué Monteagudo, hasta el grueso de los priistas.
Sin embargo, hay quienes exigen se continúe con investigación sobre el perredista Ángel Aguirre, ex gobernador de Guerrero y otros más, que hoy, simplemente no son molestados en lo más mínimo.
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