DE FRENTE Y DE PERFIL: RAMÓN ZURITA SAHAGÚN / LOS QUE SE BAJARON @RevistaPersonae
Son muchos los que alzan la mano como aspirantes cuando se acercan las elecciones presidenciales, se cuentan por decenas esos personajes que creen contar con los atributos necesarios para competir por esa posibilidad.
Algunos de ellos lo hacen para ganar sus cinco minutos de fama, unos más por soberbios y otros que buscan el respaldo de un partido o, en su defecto, conseguirlo por la vía de las candidaturas independientes.
La apertura democrática permitió que una ochentena de personas se creyera con el mínimo requerido para ser considerados candidatos presidenciales independientes y que la mitad de ellos fueran eliminados en el primer corte, pero los otros continúan en la búsqueda de las más de 860 mil firmas que les avalen esa posibilidad.
Más de 40 personas se encuentran en esa búsqueda, donde necesitan de inversión de tiempo y dinero. Para los políticos profesionales eso es cosa sencilla y en algunos casos hasta continúan con el cargo que ostentan, cobrando los salarios de rigor y hasta, se dice, destinando recursos públicos para su búsqueda.
Eso lo definirán las autoridades electorales sobre la posibilidad de la existencia de recursos no aprobados en la búsqueda de las firmas necesarias para una candidatura presidencial independiente.
Los tiempos corren y los aspirantes se reducen, no solo en el ámbito de los independientes, si también de aquellos que buscan las candidaturas presidenciales avaladas por los partidos políticos.
De un gran contingente aspiracional, se pasó a los prospectos que verdaderamente guardan alguna posibilidad de competir apoyados por sus partidos o por las alianzas que se están conformando.
De entre los panistas, priistas, perredistas y hasta verdes, surgieron un cúmulo de prospectos de los que ya no se supo nada o, simplemente, se bajaron de la aspiración o buscaron otra ruta para ello.
El cambio más notable lo produjo Margarita Zavala Gómez del Campo, quien buscaba que Acción Nacional la designara su candidata presidencial y al no conseguirlo optó por buscar una nominación por la vía independiente, algo que algunos consideran no logrará.
La esposa de Felipe Calderón Hinojosa, lleva seis años preparando su candidatura y creía que su solo nombre y el apoyo de su esposo tendría para superar cualquier escollo dentro del partido en que militaba y al no conseguirlo optó por renunciar, antes de que se le agotaran los tiempos para buscar la candidatura independiente.
El Partido Acción Nacional es de los que más aspirantes aportaron en esta carrera sucesoria, aunque con la conformación del Frente varios de esos aspirantes parecen pasar a segundo término.
La baja de Margarita fue una, la de los senadores Ernesto Ruffo Appel y Juan Carlos Romero Hicks, parece inminente.
De los prospectos blanquiazules, solamente el dirigente nacional del partido y gran animador de la alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano, Ricardo Anaya Cortés y la de Luis Ernesto Derbez, parecen sobrevivir.
Y aunque todo parece dirigido hacia el presidente de Acción Nacional, el ex secretario de Economía y de Relaciones Exteriores del gobierno de Vicente Fox Quesada, se mantiene firme en su propósito.
Uno de los que no se quiere bajar de la posibilidad es Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la CDMX, pero al que muchos le conceden pocas oportunidades de concretarlo.
Mancera Espinosa se veía encarrerado, pero llegó el sismo del 19 de septiembre y ya no tuvo opción para donde hacerse. Tenía considerado solicitar licencia a su cargo en octubre y la magnitud del sismo le canceló los planes.
Él consideraba dos caminos, la candidatura del PRD o por la vía independiente. Las dos quedaron canceladas y ahora alza la mano para ser considerado dentro del frente constituido por el PRD, Movimiento Ciudadano y Acción Nacional.
Otros dos perredistas, los gobernadores de Morelos, Graco Luis Ramírez Garrido Abreu y de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, se consideraron presidenciables durante cerca de dos años, sin que nadie los tomara en cuenta.
Graco y Silvano vieron la pobreza de los políticos perredistas y creyeron tener oportunidad de contender, aunque ni necesidad tuvieron de bajarse de la contienda, ya que nunca lo estuvieron.
Eso sí, ambos gastaron fortunas en promoverse como tales y mejor se hicieron de lado.
Carlos Puente, senador del Partido Verde, alzó la mano y fue avalado por algunos de sus compañeros de partido, en un esfuerzo por contar con candidato presidencial propio y no sumarse, como acostumbran, a la candidatura de otro partido.
Por eso mismo partido, Manuel Velasco Coello, estaba contemplado, mediante su éxito como gobernante y crecimiento político. No consiguió nada de eso, su fracaso como gobernantes enorme y el Partido Verde está a punto de perder el único gobierno ganado en su historia.
Los priistas siempre aportan un gran número prospectos y hay una lista grande de ellos, aunque es posible que el candidato presidencial ni siquiera surja de sus filas.
José Antonio Meade Kuribreña es visto como el futuro candidato de este partido, mediante la apertura de sus estatutos y reglamentos que lo permiten, lo que dejaría fuera a otros que si son militantes del tricolor como Miguel Ángel Osorio, José Ramón Narro, Aurelio Nuño y Enrique de la Madrid (metido con calzador).
Antes de ello, José Eduardo Calzada Rovirosa, fue marginado de un espacio que no supo ni pudo construirse, aunque él solo se incluyó. Ivonne Ortega Pacheco, se mantiene dentro de la sucesión, aunque en su partido nadie la vea. Eruviel Ávila Villegas, ex gobernador del estado de México, fue enviado a un cargo partidista de tercera.
Jorge Castañeda fue el primero de los independientes en bajarse de la contienda, igual que lo hicieron Gerardo Fernández Noroña y Emilio Álvarez Icaza, entre otros.
Finalmente son muchos los que pretenden competir y pocos los elegidos.
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