DE FRENTE Y DE PERFIL: RAMÓN ZURITA SAHAGÚN / MALAS NOTICIAS PARA MEADE @RevistaPersonae #Sabadeando
No son buenas noticias las que recibe José Antonio Meade Kuribreña, el candidato presidencial del PRI, a un par de días de registrar su candidatura ante las autoridades electorales.
Primero una sonora rechifla en Guadalajara, después la renuncia de Alejandro Canek Vázquez Góngora a una anodina pero productiva militancia priista de dos décadas y como si fuese poco, las nominaciones plurinominales a diputados y senadores generará polémica.
En el primero de los casos, la rechifla no debiera causar asombro, ya que Jalisco, especialmente la zona conurbada de Guadalajara dejó de ser priista hace mucho tiempo y Enrique Alfaro Ramírez se convirtió en un fenómeno electoral que lo tiene a las puertas del gobierno estatal.
Hace seis años, Alfaro Ramírez se quedó en la antesala del triunfo conseguido por Jorge Aristóteles Sandoval, aunque tres años después (2015) con el propio Enrique Alfaro al frente, los candidatos de Movimiento Ciudadano arrasaron en las principales ciudades del estado.
Por eso no resulta sorpresiva la rechifla al priista Meade Kuribreña en un territorio dominado por Movimiento Ciudadano.
Lo que si resulta sorprendente es la renuncia al PRI de un personaje como Canek Vázquez Góngora, uno de los grandes privilegiados del sistema político, quien se benefició de la relación cercana con los poderosos hombres del priismo clásico.
Canek resulta ser hijo putativo de dos priistas de antaño, Manlio Fabio Beltrones y principalmente (por lazos familiares) de Marco Antonio Bernal.
De la mano de Manlio y de Bernal, Vázquez Góngora recorrió algunas posiciones de menor nivel político, pero sumamente productivas, en las que fue introducido muy joven.
Asumió la dirigencia nacional de los jóvenes priistas y se mantuvo por varios años en ella, heredando el cargo de Alejandro Rafael Moreno Cárdenas, actual gobernador de Campeche y quien fue dos veces diputados federal, senador y ahora gobernador.
Canek no creció a ese nivel, sus propias limitaciones se lo impidieron, pero sí logró conjuntar una importante fortuna, como dan cuenta las reseñas de su boda con Marisol Cervantes y algunas acusaciones sobre su manejo en la campaña de la hoy gobernadora de Sonora, Claudia Artemiza Pavlovich Arellano.
El ahora renunciante al PRI fue diputado federal, brevemente actuó como director de FONACOT, donde su paso fue de cuatro meses y su carrera dentro del PRI se mantuvo cercana al entorno de Manlio Fabio.
Por eso, su renuncia se toma como una advertencia de Beltrones, quien adelanta sus naves en una eventual decisión que habría de tomar en un tiempo corto.
Sucede que Vázquez Góngora no se maneja de forma autónoma, sino siempre va de la mano con lo que le dicta sus padres putativos y aunque se sintió al no ser considerado en las listas para el Senado de la República o la Cámara de Diputados, prefiere decir adiós al partido que le dio todo.
Es cierto que Manlio fue designado coordinador de su partido en la primera circunscripción y que su hija fue sembrada como primera en la fórmula senatorial para el Senado, asegurándole, cuando menos, el premio de consolación de primera minoría y que otros personajes cercanos a su entorno como Manuel Añorve Baños también encontraron espacio como primero en la fórmula senatorial por Guerrero y que a él mismo le ofrecieron una diputación plurinominal, pero la realidad es que hay gran inconformidad con la forma en que se maneja al PRI.
Por eso, la renuncia de Alejandro Canek no provocará cisma dentro de las filas del Revolucionario Institucional, pero deja latente una advertencia de lo que puede venir en futuro.
En el colmo de los males comenzaron a filtrarse algunos nombres de quienes serán los candidatos priistas al Congreso de la Unión, por la vía de la representación proporcional y uno de los más sonoros es el de Gerardo Ruiz Esparza, el polémico secretario de Comunicaciones y Transportes.
Lo menos que se dice de esta posibilidad es que se trata de blindarlo, en el caso de que el PRI pierda la Presidencia de la República.
Ruiz Esparza ha sido cuestionado por muchas cosas e involucrado en malos manejos y situaciones no aclaradas, las que van desde la suspensión del tren que correría de Querétaro a la Ciudad de México, los contratos con diversas empresas constructoras beneficiadas en este sexenio, además del Paso Exprés en Cuernavaca y otros asuntos sumamente enredados.
De ser nominado como candidato, él y otros más como Luis Enrique Miranda, el PRI podría convulsionarse y muchos de sus militantes recurrirían a las protestas y, tal vez, hasta el abandonado de su militancia.
Se sabe que la secretaria general del PRI, Claudia Ruiz Massieu iría nuevamente por la vía que le gusta, la de representación proporcional, ya que la única vez que compitió de mayoría fue derrotada por la fórmula que encabezaba el hoy candidato presidencial independiente, Armando Ríos Piter.
Claudia iría encabezando a los candidatos plurinominales al Senado, seguida de Miguel Ángel Osorio Chong, aunque se habla de otros priistas de la vieja guardia como Beatriz Paredes y jóvenes como Pablo Gamboa.
Pero dentro de este esquema de diputados y senadores con sitio seguro se mencionan también los nombres de Aurelio Nuño Mayer y Enrique Ochoa Reza, quienes intentarían salvarse de la posible quema de una derrota en las urnas de su candidato presidencial, obteniendo un espacio dentro del Congreso de la Unión.
La situación no suena sencilla para la promoción de la candidatura presidencial del ex secretario de Hacienda y se advierte vientos fuertes que pueden estropear la fachada del partido que lo postula.
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