DE FRENTE Y DE PERIL / RAMÓN ZURITA SAHAGÚN / EL BÉISBOL SE VOLVIÓ FIFI @RevistaPersonae
Y de pronto, el béisbol, el legendario Rey de los Deportes, se convirtió en “Fifi”. En lo que parece un acto de magia, un efecto de la 4T o un reacomodo de las fibras sensibles de los aficionados que de pronto decidieron retomarlo como parte de sus actividades recreativas.
Durante varios lustros, desde la venta del Parque del Seguro Social, sede durante más de cuatro décadas de la liga profesional de béisbol, se advirtió la necesidad de construir un nuevo parque para la práctica profesional de este deporte, a lo que nadie hizo caso.
De los dos equipos con que contaba la capital del país, uno (Tigres) emigró hacia Puebla, en primera instancia y después a Quintana Roo, donde todavía se mantiene. El otro (Diablos Rojos) decidió quedarse en el otrora Distrito Federal, adoptando primero al Foro Sol como su casa y después al Fray Nano.
Ninguno de los dos fue capaz de revivir la pasión por el deporte. El Foro Sol le quedó grande, sin comodidades y no apto para la práctica del deporte profesional, el Fray Nano, demasiado pequeño. En el primero se llegaron a vivir grandes llenos (25 mil asistentes), aunque escasos, durante la celebración de la Serie Mundial, con la participación de equipos de distintos países. El segundo insuficiente (cinco mil personas) durante algunos eventos.
Con todo y el alejamiento de los aficionados de los escenarios, Alfredo Harp Helú decidió construir, con fondos propios un parque de pelota adecuado a las necesidades de los aficionados, con las comodidades para ello: accesos fáciles, estacionamiento, butacas adecuadas, visibilidad, alumbramiento, rampas y todo lo concerniente a un parque cómodo y de realce para la práctica profesional del Rey de los Deportes.
El experimento y la inversión parecen dar el resultado esperado, cinco juegos efectuados en ese escenario, dan como resultado llenos totales, disputa por los boletos de acceso y reventa para quienes carecen de los mismos para acceder.
Hasta el momento, el juego de la inauguración (un juvenil equipo de los Padres de San Diego, del que forma parte como socio Harp Helú contra los Diablos Rojos), se tomó simplemente como eso, pero cuatro juegos después e igual número de llenos, puede ser la fórmula de reactivación de un deporte profesional que durante décadas fue el más popular en el país, hasta la arrasadora presencia televisiva del fútbol.
Y aunque el escenario luce espléndido y los llenos en los primeros cinco encuentros han sido satisfactorios, el refinamiento del béisbol se nota en los precios y en la misma organización que, ojalá permanezca.
El propio Presidente López Obrador calificó como porra “Fifi” aquella que le silbó y abucheo durante la inauguración y como no serlo, de acuerdo a las consideraciones presidenciales, ya que los costos promedio de las entradas son de mil pesos en palcos, 450 pesos en butacas y 100 pesos en los jardines, a los que se les añade el costo del estacionamiento de 150 pesos, aunque también se puede llegar en transporte público, pero eso sí con personal que más o menos organiza la entrada y salida del local. Eso sí, el compartir los ingresos y salidas con otros eventos (conciertos, carreras de automóviles, etc.) anuncia futuros caos.
Por lo pronto a vivir y disfrutar del béisbol “Fifi”.
Email: ramonzurita44@hotmail.com