DE FRENTE Y DE PERIL / RAMÓN ZURITA SAHAGÚN / LA PERRA BRAVA@RevistaPersonae #JuevesDeMasColumnas
De que la perra es brava, hasta a los de casa muerde, sentencia el viejo adagio que puede ser aplicado en su total dimensión a lo que sucede al interior de los organismos políticos.
Las andanadas de dos militantes de MORENA (ambos senadores, uno propietario y el otro suplente) contra un candidato a gobernador y la presidenta nacional del partido, deja en claro que cuando la ambición es grande, rompe el saco.
No es la primera ocasión en que se suscitan este tipo de golpeteo de un aspirante a un cargo en contra de quien lo detenta y menos de disputa por no ser considerados como candidatos y hasta para frenar dicha posibilidad.
El más representativo de ellos es el ocurrido en 1987, cuando un grupo de priistas inconformes, planteaba la posibilidad, desde un año antes, de postular a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial y al no lograrlo formaron una corriente que nominó al hijo del “Tata” que provocó la llamada “caída del sistema”.
Dos aspirantes presidenciales del mismo PRI (Francisco Labastida Ochoa y Roberto Madrazo Pintado) entraron en una serie de dimes y diretes, que desembocó en la pérdida de la Presidencia de la República.
Sin embargo, esos casos pueden ser considerados como masivos y no individuales, ya que produjeron éxodo de militantes.
En lo individual uno de los casos más recordado es el de Ricardo Monreal, el actual coordinador de los senadores de MORENA, quien vio frenada su ascendente carrera priista por un altercado de esa magnitud, cuando desde la oficina del entonces dirigente nacional del partido, Mariano Palacio Alcocer, se ventiló información sobre la presunta vinculación del zacatecano y su familia con organizaciones delictivas.
De esa manera se frenaba las aspiraciones gubernamentales de Monreal dentro del PRI que nominó a José Marco Antonio Olvera como su candidato, por lo que Monreal pronto fue cobijado por el PRD de quien fue su candidato y con ese emblema ganó los comicios.
Sin embargo, no todo son historias felices, ya que hace poco, Margarita Zavala Gómez del Campo arremetió con todo en contra del presidente nacional de su partido, Ricardo Anaya Cortés, por apoderarse de la candidatura presidencial y el resultado fue que ella abandonó el partido, se presentó como candidata independiente, renunció a esa posibilidad, pero ya estaba hecho el daño a Anaya Cortés, quien quedó muy lejos del triunfador en la contienda presidencial.
Como esos ejemplos hay muchos, la mayoría de ellos que terminan con resultados de historias amargas y tristes, deserciones, resquebrajamientos y fracturas dentro del partido.
Ahora MORENA experimenta, por vez primera, una circunstancia similar, con Alejando Armenta presentando impugnación ante el INE por la nominación de su compañero de militancia, Luis Miguel Barbosa, como candidato al gobierno de Puebla, sin importar que esto devenga en una caída en las preferencias del partido y por el otro, Alejandro Rojas, senador suplente, quien torpedea al propio Barbosa y a la presidenta nacional del partido, Yeidckol Polevnsky.
Lo curioso de estos dos frentes abiertos dentro de MORENA, es que ambos senadores, el propietario y el suplente, Armenta y Rojas, son dos personajes cercanos al círculo del senador Ricardo Monreal.
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