DE FRENTE Y DE PERIL / RAMÓN ZURITA SAHAGÚN / ¿PODRÁN RESCATAR AL PRI? @RevistaPersonae #MartesDeColumnas

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Noventa años después, el Partido Revolucionario Institucional parece agonizar, después de muchos sobresaltos en el curso de los años recientes, pareciera ser que ahora quedará reducido a su mínima expresión.

Durante 70 años fueron dueños del escenario político, pocas derrotas en ese lapso. Triunfos y fracasos cuestionados, más los primeros que los segundos y en el despertar de los noventa, la situación hizo crisis.

Es el partido más añejo en la historia política de México, aunque Acción Nacional se cuente como tal, ya que los cambios de nombre del PRI, llevaron a esa consideración. Nacido como el Partido Nacional Revolucionario, dio paso al de la Revolución Mexicana y desde 1946 se le conoce como Revolucionario Institucional.

Para los priistas la importancia es su fundación del cuatro de marzo de 1929, fecha que les permite festejar los años de grandeza, cuando asistían a sus eventos de celebración, los más granado de su militancia, incluyendo en muchas ocasiones a los entonces Presidentes de la República, la totalidad de los gobernadores, cuando todos ellos eran de su filiación y los secretarios del gabinete, además de líderes sindicales, legisladores y más.

Historias hay muchas sobre el comportamiento de los priistas en ejercicio de gobierno, algunas llenas de fantasía, otra con mucho de cierto, pero cuestionado y todo, el PRI pudo sobreponerse a supuestos fraudes electorales presidenciales como los que permitieron las victorias de Manuel Ávila Camacho, Adolfo Ruiz Cortines y Carlos Salinas de Gortari y continuó por algún tiempo la ruta de las preferencias electorales.

El panorama para el tricolor cambio al acercarse el final del siglo XX y con el inicio del XXI, ya que entonces surgió una generación de jóvenes deseosos de dinero y poder, combinando ambas situaciones.

Es cierto que dentro del priismo, hasta entonces, habían tenido algunos signos de corrupción y abusos de autoridad, los que eran castigados a cuentagotas y como reflejo de correctivos con mensaje a la población.

Con toda una carga negativa, el PRI perdió la Presidencia de la República en el año dos mil y nuevamente en el 2006, recuperándola en 2012 y perdiéndola nuevamente en 2018.

Las dos primeras derrotas presidenciales no impactaron tanto en su representatividad en el Congreso de la Unión, aunque la última los dejo simplemente reducidos a una bancada de 47 de 500 diputados federales y 14 de 128 senadores, casi en estado de extinción.

La presidencia que detenta Claudia Ruiz (Salinas) Massieu, ha sido cuestionada, por no presentar una línea clara sobre su participación en este nuevo concierto político y hay priistas que alzan la mano para asumir el liderazgo del partido, tratando de revitalizarlo.

Se trata de que para 2021 los priistas ya estén recuperados de la felpa del 2018 e intenten remontar la adversidad, mediante la recuperación de triunfos que les permitan una más nutrida bancada en el Poder Legislativo y ganar alguna de las gubernatura en juego.

Por lo pronto en las dos elecciones estatales que habrá antes del 21, a los priistas se les nota fuera de la competencia.

2.- Alejandro Moreno, Ivonne Ortega, José Narro y Ulises Ruiz, alzaron la mano para competir por la dirigencia del partido y darle ese sesgo que requiere. ¿Lo conseguirá alguno de ellos?

Email: ramonzurita44@hotmail.com

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