¿DE QUÉ DEPENDE EL ESTADO DE MÉXICO?

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Medios de comunicación y consultorías han hecho públicas diversas encuestas preelectorales sobre las preferencias de los mexiquenses para las próximas elecciones del 4 de junio. El lunes 8 de mayo fue un día particularmente inusual por la cantidad de mediciones que aparecieron. Estos ejercicios reportan diferentes metodologías y muestran resultados distintos, por lo que vale la pena hacer una reflexión sobre las mismas.

Si analizamos las

notas metodológicas, encontramos que la mayoría de las encuestas que se han hecho públicas ha sido realizada en vivienda, cara a cara. Es decir, que encuestadores acuden directamente a los domicilios de los electores donde les realizan preguntas de acuerdo a un cuestionario. El Universal, Reforma, El Heraldo, La Razón, 24 Horas, como diarios, o Consulta Mitofsky y Demotecnia, como encuestadoras, siguieron esta metodología.

En el caso de El Financiero, sus últimas cuatro publicaciones han sido realizadas con una metodología mixta, haciendo encuestas en vivienda y telefónicas; vale la pena aclarar que el medio señala que la mayoría de sus mediciones se realizan en vivienda y menos de 20 por ciento son telefónicas. Al respecto, se ha mencionado que ante un porcentaje acotado de la población tiene líneas telefónicas en casa, la capacidad de la encuesta para representar a toda la población puede estar comprometida.

Un caso particular es la encuesta publicada por el periódico 24 Horas. En este estudio se menciona en la nota metodológica que se realizaron entrevistas cara a cara en vivienda y en puntos de afluencia. Desde hace años que no se observaba en nuestro país la realización de encuestas preelectorales en puntos de afluencia, debido a cuestionamientos de supervisión, autoselección y representatividad. Resulta difícil entender por qué esta empresa ocupa este método poco usual.

Si analizamos la parte de los resultados, podemos ver que hasta mediados de abril de este año todas las encuestas publicadas señalaban al candidato del Partido Revolucionario Institucional como el puntero de la elección. Después de esa fecha, tres encuestas han indicado que la candidata de Morena, Delfina Gómez, tiene mayores preferencias: Reforma, Consulta y la del lunes 8 de mayo, publicada en 24 Horas —con metodología cuestionable, y que al día siguiente corrigió—. Otras seis encuestas muestran que el candidato Alfredo del Mazo continúa como puntero.

Adicionalmente, existe un consenso entre las mediciones al señalar que a partir de marzo Morena pasó a la segunda posición y Acción Nacional descendió al tercer sitio. Además, también coinciden en señalar que el PRD se encuentra en el cuarto lugar de la contienda con tendencia creciente.

Las dos mediciones que tienen mayores diferencias, con el resto de las encuestas publicadas, son las dos últimas que aparecen en el poll of polls. Ambas fueron publicadas por el diario 24 Horas: la del 8 de mayo tiene a Morena y su candidata Delfina Gómez como puntera con 36 por ciento (ninguna otra medición la ha registrado con ese porcentaje). En segundo lugar está PRI, con 29 por ciento, y en tercero PAN, con 16 por ciento. Un día después se publicó en el mismo medio una encuesta realizada por otra consultoría, cuyos resultados indican que el candidato del PRI cuenta con 43 por ciento de las preferencias. Nuevamente, estos resultados son muy distintos a los registrados por otros sondeos: llama la atención que en el de Morena descienda al tercer lugar.

A partir de estos datos públicos y el historial electoral del Estado de México se puede concluir que los comicios en esta entidad dependen de cinco factores: la participación, la regionalización y la volatilidad, la transferencia de votos y finalmente la percepción de ganador.

Participación

Desde hace mucho tiempo es casi de sentido común en el análisis electoral decir que una alta participación no favorece al PRI, actual partido en el gobierno. El Estado de México se caracteriza por su baja participación en elecciones para gobernador. En las dos últimas ha sido de 43 y 47 por ciento. Sin embargo, en las de alcaldes y Presidente asciende a 50 puntos. Debido a la relevancia de estos comicios, es muy probable que la elección rebase los 50 puntos porcentuales de participación.

Regionalización

El Estado de México se reparte entre zonas de influencia claramente delimitadas desde hace tiempo. En primer lugar, el Valle de Toluca con una definición claramente priista. En segundo lugar el llamado “cinturón azul”, con un dominio predominante de Acción Nacional en municipios como Naucalpan, Tlalnepantla y una gran parte de la mancha suburbana que es contigua a esos municipios. Y en tercer lugar la zona oriente de la ciudad, con municipios de la dimensión de Nezahualcóyotl, Chalco y Texcoco suelen ser de la izquierda, primero del PRD y ahora de Morena.

Depende del nivel de apoyo de cada una de estas regiones y la lealtad a sus propias fuerzas políticas el resultado de la elección. En este factor es importante conocer también cuál será la segunda fuerza electoral por región.

Volatilidad

El descenso en la identidad partidista, o lo que es lo mismo el aumento de votantes independientes, ha hecho que las campañas electorales sean cada vez más importantes. Por ello, el factor de la volatilidad ha aumentado de manera significativa.

El Estado de México no tiene una volatilidad homogénea, depende de la región. Hay lugares como el Valle de Toluca donde la identidad partidista es mayor y por lo tanto aumenta la lealtad a un partido como el PRI. La mayor volatilidad se presenta en aquellos partidos o regiones donde han cambiado de partido.

Esta, a juzgar por las encuestas públicas, ha sido una elección con mucha volatilidad. Sin embargo, esto en sí mismo no beneficia a ninguna fuerza electoral hasta revisar hacia dónde van esos votos

Reasignación de votos

No es claro en un escenario de volatilidad quién gana y quién pierde votos. Pero sin duda hay tendencias generales a escala estatal de quién va ganando o perdiendo puntos en la preferencia electoral. Si las mediciones indican que la candidata de Acción Nacional va a la baja, esos votos van hacia algún otro candidato. Es este modelo de transición de votos el que nos puede dar algunas claves. Intuitivamente por el crecimiento del PRD, Juan Zepeda puede ser el ganador de estas preferencias. Esto se deriva por ser el candidato que va creciendo más.

Percepción de ganador

Finalmente, la percepción de ganador es un elemento fundamental en una elección de voto estratégico. Quien se percibe como ganador, o por lo menos como principal opositor, tiene mayor probabilidad de ganar la elección.

En esta elección los dos principales contendientes, a juzgar por las últimas mediciones, están claros. Estos datos eventualmente pueden llevar a un voto coordinado o estratégico. En un escenario de voto estratégico, el electorado prefiere aquel candidato que puede ganar o ser mejor contendiente.

Quedan poco más de dos semanas para la elección en el Estado de México. Estas son algunas variables a observar para explicar, o prever, el posible ganador de la contienda electoral de 2017, y de gran influencia para la elección presidencial de 2018.

Artículo publicado en Milenio el 19 de mayo de 2017

Disponible en: https://goo.gl/8IR8Jl

Leave a Reply