DEL CREADOR DE: “LA LEY NO ES LA LEY”, AHORA “POR ENCIMA DE LA LEY, MI AUTORIDAD MORAL”: @jesus_zambranog EN @diarioyaqui

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Por Jesús Zambrano Grijalva

Presidente Nacional del PRD

Del creador de la ley no es la ley, ahora llega “por encima de la ley está mi autoridad moral y mi dignidad. La semana pasada para variar, estuvo llena de mensajes polarizantes, descalificaciones, incriminaciones, violaciones a la ley y victimismo por parte de López Obrador, como lo ha sido a lo largo de su sexenio; primero está él y después la sociedad y los cientos de problemas que agobian al país.

Comenzó el día lunes desde su púlpito mañanero con las descalificaciones a la manifestación ciudadana en defensa de la democracia que se realizó el domingo 18 de febrero en el zócalo capitalino, con la asistencia de centenares de miles de personas que llegaron por su propio pie, a exigir el respeto al voto libre, a las instituciones y la división de poderes.

A mitad de semana López Obrador confesó su injerencia en el Poder Judicial cuando Arturo Zaldívar era presidente de la Corte, al decir que “había más recato y respetuosamente intervenía”. Lo cual corrobora que Zaldívar siempre simpatizó con el proyecto de Andrés Manuel y fue parcial en su actuar. Y confirma que el titular del Ejecutivo siempre ha querido intervenir en las decisiones de la Corte, porque no le gustan los contrapesos. No quiere entender que no se puede ser juez, jurado y verdugo; y menos en nuestro sistema federalista y democrático.

El jueves siguiente descalificó al The New York Times por una investigación sobre un supuesto financiamiento del narco en su campaña de 2018, y aunque el reportaje ni siquiera había sido publicado, leyó en su mañanera el cuestionario que envió el medio para recoger su versión, dando a conocer a nivel nacional el número telefónico de la periodista que lo había contactado, violentando con ello la privacidad y datos personales de la comunicadora, derecho protegido por la Constitución y las leyes.

Lo justificó con el argumento de que todo debe ser “público”, como si todo en su gobierno lo fuera. Basta recordarle la opacidad en cientos de obras y contratos, que ha escondido y reservado por “razones de seguridad nacional”. Y más aún, justificó dar a conocer el teléfono de la reportera ya que: “Por encima de la ley, están su autoridad moral y política”.

Ya decía Montesquieu, en “El Espíritu de las Leyes” que: “Los seres particulares inteligentes tienen la facultad de gobernarse por leyes que ellos se establecen”. Por ello, la moral del presidente, sus valores y creencias no justifican el pisoteo al orden jurídico constitucional.

Aunado a ello, ofendió y difamó a los periodistas al decirles que: “Ustedes se sienten bordados a mano, como una casta divina, privilegiada, pueden calumniar impunemente, como lo han hecho con nosotros”.  Lo dice cuando México se mantiene como uno de los países más mortíferos del mundo para los periodistas y este gobierno no ha emprendido las acciones necesarias para frenar la espiral de violencia contra la prensa.

Reporteros Sin Fronteras informó que México fue el segundo país más peligroso para el periodismo en 2023 después de Palestina y por delante de naciones como Afganistán, Bangladesh y Líbano.

Y si estas descalificaciones y ataques de López Obrador fueran poco, el domingo publicó en su cuenta de X que “Por censura, YouTube nos bajó el video de la conferencia de prensa del jueves 22 de febrero, pues, según ellos, ‘infringe las normas de la comunidad’. Es una actitud prepotente y autoritaria. Están en plena decadencia. La estatua de la libertad se ha convertido en un símbolo vacío”.

Prepotente y autoritario es este gobierno, que ataca y difama constantemente a periodistas, adversarios políticos, instituciones, a la democracia, el Estado de Derecho y la división de poderes.

Recordemos lo que decían Hamilton, Madison, y Jay en El Federalista “La acumulación de todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial en las mismas manos, sean estas de uno, de pocos, de muchos, hereditarias, autonombradas o electivas, puede decirse con exactitud que constituye la definición misma de la tiranía”. Y nuestro país va en ese rumbo con este presidente.

No vivimos tiempos de normalidad democrática. Por ello la importancia de detener esta espiral que nos lleva hacia una dictadura.