DESABASTO DE MEDICAMENTOS 2025 #Domingueando @ectorjaime EN @periodicoam

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

“La salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada.” Arthur Schopenhauer

El inicio de 2025 nos enfrenta a una realidad alarmante: el desabasto de medicamentos en México continuará, al menos durante el primer semestre del año. A pesar de los anuncios triunfalistas del gobierno sobre la licitación bienal 2024-2025, la verdad es que millones de mexicanos seguirán sufriendo por la falta de medicinas esenciales. Un fracaso que en la mañanera de disfraza de éxito.

La tan cacareada licitación bienal anunciada esta semana (con meses de retraso) ha dejado sin asignar más de 347 millones de piezas de medicamentos críticos (INEFAM, reporte preliminar). Esto significa que miles de pacientes con enfermedades crónicas como hipertensión, epilepsia y depresión no tendrán acceso a sus tratamientos. El costo humano y económico de este desabasto es incalculable, afectando especialmente a los más vulnerables.

Entre los fármacos faltantes se encuentran 29.9 millones de piezas (mdp) de amlodipino, 15 mdp de Nifedipino y Verapamilo (3 mdp), medicamentos esenciales para el control de la hipertensión arterial. La falta de estos medicamentos puede desencadenar crisis hipertensivas potencialmente fatales. La ausencia de Propafenona (2.9 mdp) hará que no se puedan controlar las arritmias cardiacas con funestos descenlaces. Además parece inverosímil que haya claves desiertas por ejemplo: Agua en solucion intectable (26.6 mdp), Senosidos A-B (25.2 mdp), Ketorolaco (24.3 mdp), Amoxicilina (11.7 mdp, Calcitriol (9.7 mdp), Benzonatato (8.7 mdp), Loratadina (8.2 mdp), Itraconazol (6.4 mdp) entre muchas claves más

Resulta alarmante la peligrosa arrogancia de los funcionarios gubernamentales del segundo piso de la cuarta transtornacion (sic,) que afirman que “el medicamento faltante no pone en riesgo la vida de las personas”. ¿Con qué autoridad médica hacen tales aseveraciones? Basta preguntarles a los profesionales de la salud si la falta de medicamentos como el valproato de magnesio (5 mdp) pueden provocar convulsiones incontrolables en pacientes con epilepsia.

Es irresponsable y peligroso minimizar el impacto del desabasto. Cada medicamento faltante representa un riesgo potencial para la salud y la vida de los pacientes que lo necesitan. No se trata solo de números en una planilla, sino de millones de personas reales cuyo bienestar e incluso la vida está en juego.

No podemos ignorar el talón de Aquiles de la cuarta transtornación elevada ahora su segundo piso de negligencia y falta de ética: el peor manejo de la pandemia y la ausencia de medicamentos durante todo el sexenio, adquiriéndolos de manera directa y pasando de un precio promedio de 38 pesos en 2018 a 87 en 2024. ¿Es este el gobierno adecuado para tomar decisiones que afectan la vida de millones de mexicanos? Ahora, con las declaraciones sobre el desabasto, vuelven a demostrar una preocupante desconexión con la realidad médica y las necesidades de los pacientes.

Este es un sexenio que arranca con el pie izquierdo con un panorama desalentador: 113 mil millones de pesos menos en el presupuesto de salud para 2025, subejercicios superiores a 90 mil millones en los últimos años, y ahora con adivinanzas sobre el futuro médico del país. ¿Dónde queda la responsabilidad del Secretario de Salud ante estas declaraciones temerarias de sus subalternos?

Además, la industria farmacéutica reporta adeudos por parte del gobierno que ascienden a 11 mil millones de pesos. Esta situación no solo pone en riesgo el abasto futuro, sino que también refleja una gestión deficiente de los recursos públicos en el sector salud.

El desabasto no es solo un problema de números y estadísticas. Detrás de cada medicamento faltante hay historias de sufrimiento y desesperación. Familias que deben elegir entre comprar comida o los medicamentos que sus seres queridos necesitan. Pacientes crónicos que ven deteriorarse su salud día a día por la falta de tratamiento adecuado. La falta de medicamentos como clonazepam y citalopram (8 mdp) afecta directamente a quienes luchan contra trastornos de ansiedad y depresión. Sin estos fármacos, muchos pacientes pueden experimentar recaídas severas, poniendo en riesgo su estabilidad mental y, en casos extremos, sus vidas.

En dispositivos médicos la licitación fue un fracaso también, según el INEFAM adjudicaron 1,013 mdp y quedaron desiertas 725 mdp (41.7%). Estimados lectores, la falta de acceso a dispositivos como tomógrafos, ultrasonidos o equipos de laboratorio, provoca que los médicos no puedan realizar diagnósticos precisos a tiempo, lo que puede agravar las condiciones de los pacientes.

Es hora de que el gobierno reconozca la gravedad de la situación y actúe en consecuencia. La arrogancia, opacidad, incompetencia y distribuir los costos a la población más vulnerable no es lo mejor para la salud de los mexicanos. Como médico y legislador haré un exhorto al Gobierno Federal para que junto con la Industria y la Academia se garantice el acceso efectivo a medicamentos y dispositivos en el sector público dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030.