DESTACAN POLITÉCNICOS EN EL PROYECTO JUEGO MI CIUDAD

IPN, NACIONAL

IC-181

CIUDAD DE MÉXICO.- Con el propósito de reivindicar los espacios públicos, se realizó el proyecto “Juego mi Ciudad”, con el cual alumnos de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Tecamachalco, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), destacaron por su trabajo que se enfocó a generar sentido de pertinencia e identidad entre la niñez para la formación de mejores ciudadanos.

Rosalía Hernández Sibaja y Carlos González Pérez, alumnos de séptimo y octavo semestre, respectivamente, indicaron que enviaron su proyecto que consistía en que los niños se empoderaran de su espacio público y a través del juego se divirtieran sanamente.

      ALUMNO CARLOS GONZALEZ-ESIA TEC

La convocatoria para participar en el proyecto “Juego mi Ciudad” fue organizada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y la Organización Exploradores de la Ciudad, las cuales pretenden fomentar el juego e incentivar la imaginación de la niñez en espacios lúdicos.

Las actividades se realizaron en tres delegaciones: Milpa Alta, Iztapalapa y Cuauhtémoc, en esta última, en la plaza José Báez “La Aguilita”, ubicada en el Barrio de La Merced en el Centro Histórico, en donde los politécnicos realizaron talleres para saber cómo los infantes de la zona perciben el entorno público y cómo juegan, ya que cuando se proyectan las ciudades no se incluye a este sector de la población y los juegos que hay en los parques no están diseñados para ellos.

Hernández Sibaja y González Pérez señalaron que durante la convivencia con los niños en la plaza (instalación efímera), detectaron que tienen miedo a la violencia y no juegan en las calles, en algunos casos. por el uso desmedido de los videojuegos, además de que existe marginación social en la zona.

Durante cuatro sábados acudieron con los pequeños para que conocieran el proyecto, posteriormente hicieron dibujos en donde plasmaran lo que les gusta/disgusta jugar para trabajar en el planteamiento del mismo, con base en sus necesidades. Hicieron estructuras con palets (tarimas de madera) para que los niños de entre dos hasta los 15 años echaran a volar su imaginación e interactuaran sin distinciones, de esta manera, se adueñaron del lugar.

Los politécnicos manifestaron que es necesario que la población se empodere de su espacio público, que lo rescaten y se genere un sentido de identidad y pertenencia, al mismo tiempo, que cuiden su entorno. Al término de su participación, les entregaron un reconocimiento.

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