DIOS ESTÁ CON LAS MADRES DE VÍCTIMAS DEL CRIMEN AFIRMA EL PAPA
Dios se acerca al corazón “sufriente pero resistente de tantas madres, padres y abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos”.
Así lo afirmó el Papa Francisco en alusión a los familiares de víctimas de la violencia en México.
Al celebrar una misa en la Basílica de Guadalupe, en la que estuvo presente el presidente Enrique Peña Nieto, afirmó que la morenita del Tepeyac dice a todos que no se dejen vencer por sus dolores y sus tristezas.
“nuestra madre nos da la certeza de que las lágrimas de los que sufren no son estériles, son una oración silenciosa que sube hasta el cielo y que María encuentra siempre un lugar en su manto, en ella, y con ella Dios se hace hermano y compañero de camino, carga con nosotros las cruces para no quedar aplastados por nuestros dolores”.
En un momento especial, el Sumo Pontífice llamó a los asistentes a guardar silencio y “mirar a la madre desde nuestros dolores, miedos y desesperaciones”.
Explicó que ante tantas situaciones que nos quitan la fuerza, que nos hacen sentir que no hay esperanza, cambio y transformación, nos hace bien “un poco de silencio y mirarla a ella”.
Por ello pidió a los mexicanos ser embajadores de la Virgen de Guadalupe y compartir la alegría de saber “que no estamos solos”.
El Santo Padre exhortó a los miles de asistentes a darle de comer al hambriento, darle de beber al sediento, consolar al afligido, visitar al enfermo, socorrer a los presos y tener paciencia con los demás.
Antes de finalizar la misa, el papa Francisco bendijo y obsequió una corona de oro a la Virgen de Guadalupe.
Tras la misa, el Sumo Pontífice permaneció por algunos minutos en santa oración frente a la Virgen del Tepeyac.