DOMINA POLARIZACIÓN EN VOTACIONES DE EU
WASHINGTON .- Estado Unidos celebra hoy unos comicios polarizados en lo que sería la elección legislativa con más participación en la historia reciente y que marcará el derrotero de los próximos 2 años del mandato del Presidente Donald Trump.
Pese a los buenos datos económicos que vive el país, el Partido Republicano de Trump tiene 87 por ciento de probabilidades de perder la Cámara Baja ante el Partido Demócrata.
A su vez, una favorable rotación de senadores le proporciona un 81 por ciento de probabilidades de mantener la Cámara alta, según FiveThirtyEight.
No obstante, la gran cantidad de batallas ajustadas supone una gran incertidumbre que todavía reina a escasas horas de que abran las urnas.
Según expertos, tanto la polarización como el entusiasmo por estos comicios -35 millones de personas han depositado ya su voto, un numero elevado para una elección legislativa- se deben a que, aunque el nombre de Trump no aparece en ninguna boleta, para la gran mayoría de los estadounidenses, es como si estuviera en todas.
“Trump es la realidad inescapable en la mente de los votantes en este momento”, indicó a REFORMA Jason Ruiz, politólogo en Universidad de Notre Dame en Indiana.
El propio Presidente quiso presentar los comicios ayer, en una llamada a sus simpatizantes, como un referendo sobre su mandato.
“En cierto modo, estoy en la boleta”, aseguró Trump.
Si los republicanos pierden el control del Senado o la Cámara de Representantes, su agenda política quedará lastrada y, fracasar ante uno de los Presidentes más impopulares y divisivos de la historia, supondría una debacle.
El que los demócratas se hagan de la Cámara baja traería problemas para Trump: los congresistas podrían iniciar investigaciones sobre sus negocios o impulsar un proceso de destitución (impeachment) del Mandatario en función de los resultados de la pesquisa de la trama rusa sobre la injerencia del Kremlin en las elecciones de 2016 y la posible connivencia del entorno del republicano.
Sin embargo, carecería de los dos tercios del Senado necesarios para confirmar ese cese.
El tercer escenario, la victoria demócrata en todo el Congreso, supondría un terremoto político y para los republicanos una revelación: asociarse a la marca Trump ya no vale la pena.
Estas elecciones pretenden ser la antesala de las presidenciales de 2020 pero también el momento para que un grupo de demócratas hagan historia.
En Vermont, Christine Hallquist podría convertirse en la primera Gobernadora transgénero del país y Jared Polis en el primer hombre abiertamente homosexual si consigue la gubernatura por Colorado.
Asimismo, estas elecciones son un examen al movimiento feminista, que verá si puede traducir su notoriedad en poder político, con un récord de 237 candidatas a la Cámara de Representantes, 23 al Senado y 16 a gubernaturas.
Los comicios reflejan los nuevos tiempos del país, ya que tampoco a nivel de diversidad -de género, orientación sexual, raza y religión- tienen precedentes.
Pero también los brotes de odio han hecho acto de presencia durante la campaña: un fanático de Trump fue arrestado en septiembre por el envío de paquetes bomba a varios políticos y otras figuras detestadas por la derecha y, al día siguiente, un radical antisemita una matanza de 11 judíos en una sinagoga de Pittsburgh.
El de hoy se ha convertido en uno de los comicios legislativos más divididos de la historia del país, aunque también de los más seguidos, hasta por los más jóvenes.
Un 40 por ciento de los estadounidenses de entre 18 y 29 años aseguran que votarán, según una encuesta difundida esta semana por la Universidad de Harvard.
De cumplirse, sería una de las mayores participaciones en décadas de jóvenes en legislativas.
No obstante, en 2016, las encuestas pronosticaron un triunfo demócrata y, finalmente, el magnate republicano sorprendió a todos con su llegada al Despacho Oval.
Dos años después, una vez más, la historia nos recuerda que todo puede pasar.