#Domingueando “¿CRISIS TRANSITORIA?” @RiosPiterJaguar EN @Excelsior
Parecería que no se logra dimensionar el momento, la profundidad, la duración del problema ni los requerimientos para atenderlo. De todos los montos enunciados ayer, el total de recursos adicionales para enfrentar la caída en el PIB apenas será de unos 300 mil millones de pesos.
La semana pasada, en una de sus conferencias mañaneras, el Presidente dijo sobre la pandemia del COVID-19 que esta crisis “nos vino como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”. En opinión del mandatario, aseguró que la nación atraviesa simplemente una “crisis transitoria”. Esto último lo reiteró en el mensaje que dio a la nación.
El discurso de ayer domingo fue largamente esperado. Tras un encuentro en días previos con el sector empresarial y con cifras preocupantes sobre la terrible desaceleración económica global, muchos pensaron que se publicarían apoyos extraordinarios para enfrentar la crisis económica. Sin embargo, lo dicho ayer no cumplió las expectativas.
En su mensaje, más que un listado de nuevas propuestas, AMLO hizo un recuento sobre el impacto de los programas que ha echado a andar desde el inicio de su sexenio. Subrayó el número de beneficiarios de becas, de campesinos sembrando árboles, de adultos mayores con apoyos que incluso adelantó por la crisis de salud; también introdujo algunas medidas para seguir ahorrando, como bajar el sueldo a funcionarios públicos o eliminar los aguinaldos de la alta burocracia.
Ante esta coyuntura, vale la pena revisar las proyecciones de crecimiento realizadas en las últimas semanas por diversas autoridades nacionales e internacionales. Mientras que en los Precriterios de Política Económica presentados por la SHCP se proyecta para 2020 una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de -3.9%, instituciones internacionales como la CEPAL, JP Morgan o Bank of America han previsto, respectivamente, que la economía mexicana caerá un 6%, 7% o un 8% del PIB. Para tener una perspectiva más clara de lo que estas cifras significan, habría que recordar que en 1995 la crisis con Ernesto Zedillo significó un decrecimiento del PIB de -6.29%, mientras que con Miguel de la Madrid, en 1983, implicó una caída de 3.49 por ciento.
Después de escuchar el discurso de AMLO y frente a estas cifras, no se entiende en qué se basa para repetir que ésta es una “crisis transitoria”. Parecería que no se logra dimensionar el momento, la profundidad, la duración del problema, ni los requerimientos para atenderlo.
De todos los montos enunciados ayer, el total de recursos adicionales para enfrentar la caída en el PIB —entre lo que obtenga del Fondo de Estabilización y lo recuperado de los fideicomisos—, apenas será de unos 300 mil millones de pesos, es decir, no más del 0.2% del PIB. Preocupa también que, ante una cifra tan pequeña, el Presidente se ufana de que “se está haciendo hasta lo imposible para mantener el compromiso de no aumentar la deuda pública”.
Por otro lado, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) presentó una propuesta de medidas que incluían incentivos fiscales, como la reducción del Impuesto sobre la Renta (ISR), así como al impuesto sobre la nómina para preservar el empleo y mantener las empresas. Representantes del sector empresarial también habían pedido diferir —no condonar— el pago de impuestos. Ninguna de estas propuestas tuvo eco en el informe; de todo lo planteado, sólo obtuvieron el compromiso de que a los contribuyentes les será devuelto el IVA con prontitud.
Lo dicho ayer decepcionó, especialmente, por su débil apoyo para las mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas). Lo anterior es alarmante dado que éstas generan el 72% del empleo, 52% del PIB del país y en la mayoría de los casos no podrán sobrevivir por más de un mes pagando sueldos sin recibir ingreso alguno.
Llamó la atención que el Presidente dijo: “Contamos con el apoyo y colaboración del sector privado”, tras revisar el contenido y las cifras, la iniciativa privada se encuentra en una coyuntura histórica: aceptar el plan propuesto y cargar con el costo de su silencio o subrayar frente a la sociedad mexicana que prácticamente la están dejando sola con todo el paquete que se viene. Lo que diga, marcará el destino del país para los próximos años.
Más allá de lo aquí expuesto, una última reflexión. Los mexicanos somos una sociedad de lucha, saldremos adelante. La crisis servirá para salir más organizados, más fortalecidos y, sobre todo, más conscientes de que somos nosotros —no una sola persona, no un grupo, no un partido— quienes construimos nuestro propio destino. Ha llegado el momento de madurar. Conquistaremos este desafío con la #SociedadHorizontal, pues la política tradicional ha demostrado ser insuficiente para lograr ese objetivo.