DULCE MARIA SAURI RIANCHO: DULCE MARIA SAURI RIANCHO: MOTIVOS PARA VOLVER A ESPERAR @DulceSauri #JuevesDeMasColumnas EN @DiariodeYucatan
“Estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea”: así define la Real Academia Española a la esperanza.
Virtud teologal también, la que espera los bienes que Dios ha prometido a la humanidad, parecía ajena al acontecer político actual, dominado por la desazón de encontrarse ante la fuerza avasalladora del lopezobradorismo.
La incertidumbre de los resultados que acompañó a las elecciones de la transición democrática fue sustituida por la oscuridad de la certeza. Día a día, en forma machacona, se insistía —e insiste— en la inevitabilidad del triunfo de Morena en las elecciones de 2024. Que no hay cosa por hacer para evitarlo. Que más valía rendirse antes de realizar cualquier esfuerzo para tratar de eludir el destino que llevaría a México a seis años más de destrucción institucional y de oportunidades perdidas.
A la pregunta: ¿quién ganará la presidencia de la república?, hasta hace unos días analistas y académicos, políticos y activistas respondían sin titubear: “Quien quiera el presidente López Obrador”, “la “corcholata” que elija para sucederlo”.
Desde el 19 de junio, hace más de tres semanas, seis personajes afines al gobierno recorren el país en una insulsa pero costosa gira de proselitismo. La maquinaria oficialista se ha puesto en marcha. Mítines, presentaciones, discursos, acarreos disfrazados de asistentes que abandonan los locales en cuanto pueden, han mostrado las enormes debilidades de quienes aspiran a calzar los zapatos de López Obrador. No pueden hablar de nada sustantivo, lo tienen prohibido. Tienen que refritear frases y chistes de las “mañaneras”. Si se salen del guión, pronto les llega el regaño.
Así, entre bostezos, realizan su proselitismo. Sin transmitir entusiasmo, como ejecutando a fuerzas una tarea, arrastran su humanidad por todo el país esperando que llegue el final de su periplo el 27 de agosto próximo. Entonces se realizará la encuesta que, ¡oh magia!, revelará a la triunfadora. Todo previsible, todo exacto y pautado de acuerdo con las instrucciones presidenciales.
Pero hace unos días el ánimo social comenzó a cambiar. Primero, contra todo pronóstico, las oposiciones se pusieron de acuerdo, sumaron a la representación de la ciudadanía, y el 26 de junio se anunció el método para elegir a la persona responsable de la construcción del Frente Amplio por México (FAM). El Comité Organizador de 13 personas (6, representantes de partidos, 7 de organizaciones ciudadanas) ha dado los primeros pasos. Se abrió el registro de aspirantes el martes pasado y después de seis días, se informó que fueron 33 las personas inscritas.
El pasado lunes, se dieron a conocer los nombres de 13 personas que cumplieron con los requisitos y buscarán recolectar apoyos y firmas en número de 150,000 a entregar el 5 de agosto. Sin excepción, quienes se inscriban para respaldar la pretensión de alguno de la/os aspirantes, logre o no su propósito de “comprar boleto”, pasan a formar parte del padrón de quienes habrán de participar en la consulta ciudadana del 3 de septiembre próximo.
No se puede negar que la irrupción de Xóchitl Gálvez en el proceso del FAM agitó el cotarro, internamente y hacia afuera. A grado tal, que el presidente López Obrador dedicó tiempo en todas sus “mañaneras” de la semana pasada, a atacar a la senadora hidalguense.
“Vendedora de tamales” fue el nombre impuesto con intención de denigrar. La reacción no se hizo esperar: “Ta mal la 4T”: “TA MAL es que los niños con cáncer no tengan sus medicamentos”; “TA MAL que no haya estancias infantiles,” etc. La ironía y el “bote pronto” en las respuestas nos gustan. Y en mucho esta actitud de la aspirante a coordinar el FAM ha generado interés y expectativas entre amplios sectores de las clases medias urbanas, no solo para ella sino también para otr@s participantes inscritos.
Hoy da comienzo la etapa de recolección de firmas del FAM. Sólo se puede apoyar a un/a aspirante. Pero también existe la opción de inscribirse en el padrón sin necesidad de pronunciarse por algún/a de ellos. Es lo que haré. No puedo decidir entre mis dos compañeros de partido: Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid. O en el PAN, entre Xóchitl Gálvez y Santiago Creel; también mi compañero de legislatura Jorge Luis Preciado. Y en el PRD, están Miguel Mancera y Silvano Aureoles.
Por eso me inscribiré en el padrón, como una forma de apoyarlos a tod@s en esta importante empresa que han emprendido junto con otr@s representantes de la academia y de la sociedad.
Vuelvo a tener esperanza. Empiezo a sentir el aleteo de mariposas en mi estómago, signo indudable de entusiasmo. Me pregunto: ¿es posible?, ¿será? Regreso al ánimo de que sí se puede agitar las conciencias ciudadanas, llegar a la sociedad, a las mujeres, jóvenes y adultas mayores; a los hombres preocupados por el presente, pero más por el futuro de sus familias. Creo otra vez en las capacidades para motivarla a participar en el proceso para elegir a la persona responsable del FAM.
La “Ola Rosa” de noviembre pasado, del 26 de febrero, puede transformarse en un tsunami democrático. Ya nada está escrito. Hemos logrado borrar las certezas e iniciar la senda de la incertidumbre electoral hacia 2024. ¿Quién ganará? No sé. Nadie, ni el presidente López Obrador, en el fondo de su corazón, lo sabe.
Porfirio Muñoz Ledo. Fuimos compañeros en 1988 en el Senado, cuando por primera vez hubo legisladores de la oposición al PRI. Nos volvimos a reencontrar en la anterior legislatura federal. Recuerdo particularmente un debate de madrugada, sobre la nueva Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República. A contracorriente de su bancada, Porfirio se inscribió para hablar en contra por 5 minutos. Vinieron las preguntas de 11 compañer@s que, por procedimiento parlamentario, debía contestar sin consideración de tiempo. Sucedió el milagro del reloj parlamentario que transformó en casi una hora y media su tiempo en tribuna. Le veía el rostro: gozó intensamente ese momento. Así fue su vida política, en el límite, estirando, incomodando, nunca quieto.— Mérida, Yucatán.
dulcesauri@gmail.com
Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Exgobernadora de Yucatán