EDUCACIÓN A DISTANCIA: UNA OPORTUNIDAD PARA TODOS @JaArturovazquez #JuevesDeMasColumnas EN mimorelia.com
La educación en el mundo ha experimentado grandes transformaciones en las últimas décadas, sobre todo, los servicios a distancia, que se han convertido en uno de los proyectos más importantes de alfabetización y formación educativa, gracias a la expansión del Internet y el desarrollo tecnológico.
Aunque la educación a distancia ha tomado protagonismo recientemente, no es un fenómeno nuevo, esta modalidad se ha desarrollado por más de un siglo en sistemas educativos de diferentes países. Durante este periodo, la enseñanza ha pasado de cursos por correspondencia hasta el uso de plataformas tecnológicas sofisticadas en nuestros días.
En los albores del siglo XX, las primeras generaciones adoptaron el servicio postal, el fax y el teléfono; la segunda, incluyó medios como las cintas de audios en la radio y vídeos en la televisión; la tercera, incorporó ordenadores, lo que permitió una interacción más directa entre los docentes y los estudiantes. Finalmente, en los últimos 30 años la masificación del Internet y el desarrollo de tecnologías digitales han transformado radicalmente el panorama educativo.
Actualmente, podemos hablar de otras variantes como la educación en línea, donde los docentes y alumnos se encuentran en un mismo entorno digital para interactuar, ya sea a través de plataformas educativas o de vídeo; así como la educación virtual, que permite a los estudiantes manejar sus tiempos, acceder a materiales y participar en actividades educativas desde cualquier lugar con conexión a la red.
Es evidente que la educación a distancia ha impactado en la vida de millones de personas. Actualmente, ocho de cada 10 jóvenes han tomado algún curso online, según una encuesta de Global Shapers, publicada por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés); además, es una de las mejores inversiones, basta mencionar que por cada 100 dólares invertidos en tutorías de ocho sesiones durante dos meses se logra 40% del aprendizaje de un año escolar de habilidades fundacionales como la lectoescritura y matemáticas, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Incluso, es un negocio con altas expectativas, pues se prevé que el tamaño del mercado mundial relacionado con la educación a distancia alcance los 236,440 millones de dólares en 2028, lo que significa un crecimiento de 72% con respecto a 2022.
En México, la educación a distancia inició como parte del proyecto de alfabetización a finales de la tercera década del siglo XX, mediante los cursos de correspondencia para adultos mayores de zonas rurales; sin embargo, se institucionalizó con la fundación de la Escuela de Radio de Difusión Primaria en 1941 y el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio en 1945, la primera, tenía como población objetivo a los adultos y, el segundo, buscaba apoyar a los docentes que impartían clases y no contaban con un título.
Posteriormente, la telesecundaria fue un modelo innovador que surgió en 1968 con la finalidad de llevar servicios educativos a lugares remotos, principalmente, rurales y de alta marginación, donde la población objetivo hacía inviable la construcción de una secundaria general o técnica. Con el paso de los años, nació el bachillerato abierto y a distancia, y a finales de la década de 1990, se comenzaron a ofertar estudios profesionales, así como cursos de capacitación y profesionalización.
La educación a distancia también va en ascenso en nuestro país, según la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), más de 20 millones de estudiantes utilizan alguna modalidad de educación en línea y, conforme a un estudio realizado por la consultora Deloitte, durante el 2022 estos servicios educativos generaron más de 2 mil millones de dólares.
Sin duda, hay grandes avances, pero enfrente tenemos desafíos mayúsculos, entre los que destacan reducir la brecha digital que existe en diversas regiones país y democratizar el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación. Así, como la política de libros de texto gratuitos marcó un parteaguas en la educación, hoy los libros electrónicos, los dispositivos digitales y las plataformas educativas virtuales pueden iniciar una gran revolución en el sistema educativo mexicano.