EL ADIÓS A “NARANJO”
CIUDAD DE MÉXICO.- A causa de un paro cardíaco, la noche del viernes falleció el caricaturista mexicano Rogelio Naranjo, quien se encontraba hospitalizado en la capital del país, luego de presentar complicaciones derivadas de una neumonía.
Rogelio Naranjo Ureño nació en Morelia, Michoacán, en 1937, y se distinguió por sus cartones políticos publicados en la revista “Proceso” y el periódico “El Universal”, que dio a conocer el deceso de su colaborador.
Con formación académica en la Universidad de San Nicolás de Hidalgo, el caricaturista llegó a la Ciudad de México a principios de los años 60, de acuerdo con datos difundidos por el diario.
Tras instalarse en la capital del país en 1965, Naranjo comenzó a realizar cartones en el periódico “El Día” y en la revista “Siempre!”. También colaboró en “El Mitote ilustrado”, “La Garrapata” y en el periódico “Excélsior”.
Al siguiente año, realizó su primera exposición de dibujo y pintura, refirió el sitio web periodistas-es.com.
Naranjo ganó el Premio Nacional de Periodismo de México en caricatura de 1971, fue ganador de la Bienal Internacional del Humor de La Habana, Cuba, y en 1982 triunfó en el Concurso de Caricatura Antiimperialista de Nicaragua.
También obtuvo el segundo lugar del Concurso Internacional “Humor por la Paz” en la Unión Soviética, mientras que por “La abeja haragana” se le otorgó la medalla “Ezra Jack Keats Award” por parte de IBBY, en Nueva York, en 1985, según el sitio colegios.pereiraeduca.gov.co.
En 2008 recibió el Premio “La Catrina”, en el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, durante la Feria Internacional de Libro de Guadalajara, Jalisco.
Estoy conmovido, pero consciente de que ya nos tocaba”, comentó ayer desde Tepoztlán (Morelos), entre risas y dolor, el caricaturista Eduardo del Río “Rius” (1934) sobre la muerte de su colega y amigo, desde hace cinco décadas, Rogelio Naranjo (1937-2016).
Mi comunicación con él las últimas veces era para preguntarle si siempre había decidido morirse antes que yo, en plan de broma. Me ganó, ahí me falló, él me había prometido que me iba a avisar cuando se muriera, claro, siempre y cuando yo estuviera con vida. Pero no lo hizo”, agregó con nostalgia.
Los restos mortales del cartonista político y dibujante fueron velados ayer en la funeraria Gayosso de Sullivan, y cremados tras concluir el sepelio, hacia las 22:30 horas.
Lo despidieron familiares y amigos como el ilustrador Alejandro Magallanes, los moneros Magú y Boligán, los artistas plásticos Marisa Lara y Arturo Guerrero, la socióloga Marta Lamas y el ex rector de la UNAM y secretario de Salud, José Narro Robles.
Lo conocí desde hace 50 años. Trabajamos mucho tiempo juntos, hicimos varias revistas, viajamos a varios lugares. La comunicación siempre fue muy espontánea entre nosotros. No todos los caricaturistas tenemos una amistad que desarrollamos. Con él, la relación fue más que de colegas, de amigos y paisanos”, explicó Rius.
El autor de Los Supermachos y Los Agachados destacó que Naranjo ya está descansando: “Los últimos años de su vida estaba lleno de enfermedades, de males, de problemas: ya no veía igual. Yo lo regañaba porque todo ese portento de dibujo que desarrolló en su vida ya no se dejaba ver desgraciadamente en su trabajo actual. Los caricaturistas tenemos en nuestra contra que nadie nos jubila. Entonces debemos seguir trabajando como si nada”.
