EL EPÍLOGO DE UNA PESADILLA #MartesDeColumnas @panchogarfias EN @Excelsior
Faltan siete días para que López Obrador deje oficialmente la Presidencia de la República. Para sus críticos, entre los que me apunto, terminan cinco años diez meses de una pesadilla que tiene como epílogo la captura del único contrapeso real que resistió hasta el final de su sexenio: el Poder Judicial.
La pesadilla incluye la militarización de la vida pública. Deja a generales y almirantes a cargo de obras prioritarias como aeropuertos, vías ferroviarias, pero también el transporte de combustibles, la administración de aduanas…
El broche de oro: la incorporación definitiva de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional que, a decir del senador emecista Luis Donaldo Colosio Riojas, es el “clavo final” al ataúd de la seguridad civil en México.
¿Tanto poder en manos de los militares no se transformará en una piedra en el zapato de su sucesora, Claudia Sheinbaum? ¿La tenaz luchadora de antaño mantendrá los privilegios que López Obrador le dio al Ejército y la Marina? Son preguntas.
Al Poder Legislativo lo controló desde el día uno. Las dos últimas legislaturas fueron las de “no le muevan ni una coma”. El rebaño legislativo de Morena y rémoras se plegaba a la línea que marcaba Palacio Nacional.
El Presidente se topó, eso sí, con la ausencia de la mayoría calificada en el Congreso. Varias de sus reformas constitucionales no alcanzaron los votos requeridos o las hacían pasar a base de chicanas que, posteriormente, tumbaba la Corte:
Hablamos de la Ley de la Industria Eléctrica, la reforma político-electoral; el plan B y el traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena.
Fue en el último mes de su gobierno que, con la ayuda mágica de siete consejeros del INE –que están en la órbita del oficialismo– y de cuatro magistrados del Tribunal Electoral –de cinco–, lograron mayoría calificada de dos tercios de las curules en San Lázaro.
¿Por qué hablamos de magia? pues resulta que con 54% de los votos que los ciudadanos le dieron al oficialismo en las urnas, el INE y el TEPJF le dieron al oficialismo 74% de las curules. Si eso es proporcionalidad, como dice la Constitución, yo soy Napoleón Bonaparte.
La autocracia, que se consolida por lo menos seis años más, se la debemos también al voto del senador expanista Miguel Ángel Yunes a favor de la reforma judicial.
Pero también a la ausencia del senador Ricardo Barreda, de MC, por presiones de cárcel a su padre. Aunque también a la traición de los perredistas José Sabino Herrera y Araceli Saucedo, que se incorporaron al oficialismo en la Cámara alta.
* López Obrador anunció ayer que renuncia a Morena. Se va contento porque, dice, el pueblo de México eligió a una mujer excepcional.
Fiel a su costumbre, descalificó a los que piensan diferente y se autollenó de elogios. Compara a la 4T, que encabeza, con la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Francamente, dudo que no se vaya a meter en política una vez que deje Palacio Nacional. Soy de los que creen que habrá mando tras el trono. Ojalá me equivoque, pero las señales de Claudia son de sumisión.
Por lo pronto, deja a su querubín Andy como secretario de Organización de Morena. ¿Su proyecto para el 2030?
* López Obrador declaró en la mañanera que la SCJN nunca debió aceptar los recursos interpuestos por el Grupo Elektra en relación con sus adeudos con el fisco.
“La Corte, en sentido estricto, no debió darle entrada al recurso; lo hicieron y lo asignaron indebidamente, ilegalmente a un ministro, una ministra, pero lo que procede es decir: “no tenemos competencia, es cosa juzgada”.
El Grupo Elektra respondió por la tarde con una aclaración: “Nuestro recursos de revisión ante la SCJN contra la sentencias dictadas por el Décimo Octavo y Vigésimo tribunales colegiados, no por las interferencias mencionadas en la conferencia matutina, sino por la evidente inconstitucionalidad y porque corresponden al ejercicio de nuestros derechos como contribuyentes.
“La justicia –incluidos los ministros de la SCJN– está obligada a realizar un análisis completo e imparcial de nuestros casos, incluyendo el posicionamiento y voto particular del magistrado Fernando Silva García, quien exhibe los abusos que la autoridad tributaria cometió, con el doble cobro de impuestos”.