EL INICIO DE ADRIÁN RUBALCAVA (PARTE I) @MARTHAGTZ #Domingueando

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Desde el primer día se entrevistó con los actores políticos de Cuajimalpa para literalmente prohibirles recorrer la demarcación.

Lo que nadie quiere aceptar es quién lo creó y quién debe hacerse responsable de él, sobretodo ahora que Héctor de Mauleón en su columna y algunas otras notas periodísticas e informes de gobierno de la Ciudad de México lo vinculan con la delincuencia.

Porque Adrián Rubalcava en realidad no era un actor político destacado o relevante. Era como decían un güerito en el PRD. Compitió como precandidato en un distrito que compartían las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón, cobijado por René Bejarano. Posteriormente el profesor como un favor a AMLO por la amistad que tenía con su padre en aquel momento, lo incorporó como director en la alcaldía, en el tiempo en que ese territorio le había sido concesionado e impulso primero a Leticia Robles y después a Leonel Luna. Sí, alrededor del caso Ahumada, y al inicio del boom inmobiliario y la corrupción que se desató en trámites de licencias de construcción, centros comerciales, etc.

Adrián entendió que en Álvaro Obregón no había espacio político para él, por el tamaño del territorio y la capacidad de operación y talento que se requería. Así fue orillado a Cuajimalpa, una delegación donde el perredismo de Remedios Ledesma y posteriormente Ignacio Ruiz no ancló con éxito. Rubalcava pierde la elección en 2009 contra Carlos Orvañanos del PAN, quién decidió dejar el encargo en 2011 sustituyéndolo Camilo Campos, con quién terminó en las negociaciones que detonaron todo un problema político en la Ciudad y le abrieron la puerta para finalmente ganar por el PRI Cuajimalpa en 2012. Hubo de un partido a otro traslado de votos, acarreo descarado, compra de voluntades, amenazas a los otros candidatos, destrucción de propaganda, confrontaciones y riñas en las calles y cualquier expresión característica de bandas del crimen organizado.

Además de la notoria asociación con el PAN y con Leonel Luna, de quién aprendió las prácticas de cacique gangsteril. Para la elección del 2012 particularmente en Cuajimalpa AMLO arrancó en un lejano tercer lugar en las encuestas, ahí estaba débil por los antecedentes panistas en esa delegación. Marcelo Ebrard decide enviar como candidato a Luis Rosendo Gutiérrez, Tesorero de la Ciudad e integrante del equipo de Mario Delgado a encabezar la alcaldía, y a Fernando Zárate y Jorge Zepeda ambos de Álvaro Obregón a competir por las diputaciones federal y local.

La falta de experiencia y desconocimiento territorial de Luis Rosendo le impidió identificarse con los pueblos, controlar la operación política, y a los propios perredistas, Héctor Serrano tuvo que enviar a Eduardo Venadero su “operador estrella” a coordinar la campaña. Resultó peor el remedio ya que esto obligó a Rubalcava redoblar sus prácticas callejeras y fue entonces cuando involucró al grupo delictivo “Los Claudios” para contrarrestar la operación del elegido por Ebrard para esa delegación. Por encargo destruyeron toda la propaganda de Luis Rosendo en avenidas principales y posteriormente los ataques a su casa de campaña. Finalmente, por lo cerrado de la elección tuvo que acordar con el PAN y terminó ganando por alrededor de 900 votos, en una elección que fácilmente pudo ser anulada. Sin embargo Ebrard no quiso hacerlo, a pesar de las peticiones, pruebas y evidencias presentadas, porque el PRD ya se había llevado 14 de las 16 delegaciones.

Curiosamente y pese a todos sus esfuerzos, fue de todos los postulados el candidato menos votado. Fernando Zárate obtuvo más votos, después Jorge Zepeda del PRD y al final Adrián Rubalcava por el PRI. Justo en ese momento se dio el nuevo quiebre de Rubalcava, entendió a su pesar que no era ni el más famoso, ni el mejor operador, ni el más atractivo para la población, lo que le obligó a organizarse para endurecer sus prácticas. Desde el primer día se entrevistó con los actores políticos de Cuajimalpa para literalmente prohibirles recorrer la demarcación. Al no hacer caso, empezó a boicotear sus eventos, provocarlos, amenazarlos de enviar presupuesto federal y local para intentar someterlos.

Esta historia continuará …

 

Por Martha Gutiérrez

Analista en comunicación política

@marthagtz