EL LIBROFEST METROPOLITANO SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN UNA TRADICIÓN Y APUNTA PARA CRECER
Ciudad de México.- El Librofest Metropolitano se está convirtiendo en una tradición, tiene fortalezas y también áreas de oportunidad, motivo por el cual el rector de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana, Dr. Roberto Gutiérrez López, reitera la invitación para que quienes gusten sumarse, se sumen porque “siempre habrá un lugar, siempre habrá una iniciativa más que meter en el programa y a lo mejor próximamente ya no serán sólo seis días, sino más”.
Sociólogo de formación, Maestro en estudios psicoanalíticos y Doctor en estudios sociales, para el rector Gutiérrez López es la primera edición al frente de la institución y de la Feria del Libro y Festival Cultural, de cuya organización se muestra “muy satisfecho, muy orgulloso”.
Y reconoció la institucionalidad como es afrontado el reto por los miembros del Comité Organizador, para quienes es un encargo honorario: “los miembros del equipo que están detrás de LibroFest merecen el mayor de los reconocimientos, porque realmente su profesionalismo es notable, porque realmente sus ganas de hacer las cosas bien, son notables, y eso se deja ver justamente en la riqueza del programa” y porque “no es fácil mantener el ritmo tan intenso que involucra el programa del LibroFest.”.
Destacó cómo “hay una idea de planear las actividades de forma tal que haya un balance, hay actividades muy formativas, pero que también lúdicas, espacios de interacción colectiva, cultivo de los sentidos en sus diversas manifestaciones y esto se hace con un espíritu de involucrar la participación de la gente; no es simplemente una pretensión, digamos iluminada, de llevar un mensaje cultural a los distintos públicos, sino es de involucrarlos, hacerlos actores, decirles, vengan, aprópiense de los espacios, tomen la palabra, tomen el papel, tomen el pincel, escuchen la música, bailen, perciban visualmente la riqueza de las exposiciones fotográficas, de los videos que se están presentando”.
Para el rector Gutiérrez López el Librofest Metropolitano ya se está convirtiendo en una tradición porque está apuntalado por algunas de sus fortalezas. “Dejó de ser una iniciativa que responde a un impulso momentáneo que tenga que ver con alguna necesidad de coyuntura, sino que tiene que ver ya con el convencimiento institucional, de que un esfuerzo como este se inscribe dentro de un horizonte de acción de mediano y de largo plazos”.
Una segunda fortaleza —añadió el rector—, me parece, tiene que ver justamente con la articulación de esfuerzos de distintos actores participantes en la organización del LibroFest. “Distintos sectores de dentro de la Universidad, pero también de fuera ven al LibroFest como una gran área de oportunidad para poder planear ciertos contenidos y para dar a conocer ciertas actividades”.
Otra de sus fortalezas es haber logrado “consolidar un equipo organizativo que ha logrado actuar con un profesionalismo notable. Y eso me parece que también es una fortaleza importante”, además de un factor fundamental como son “los recursos y estos recursos también los estamos pudiendo gestionar y obtener a partir del prestigio que ha venido ganando el Librofest”.
El rector Gutiérrez López, quien ha publicado más de 70 artículos de investigación en distintas revistas y libros especializados, y ha sido autor y es coautor de diversos libros, agradeció a la Rectoría General de la UAM y a las distintas unidades académicas y a sus rectores, “que de una manera muy generosa y muy solidaria han contribuido para que el LibroFest pueda desarrollarse de la mejor manera”, así como también a sus aliados que van cambiando en el tiempo.
“Cuando uno ve lo que nos presentaron los aliados en este caso la República Plurinacional de Bolivia como el estado de Puebla, se da cuenta que realmente hay mucho que mostrar, mucho que ofrecer en distintos niveles de las manifestaciones culturales”, destacó el rector de la UAM Azcapotzalco.
Asimismo, el objetivo prioritario y estratégico de difundir contenidos de calidad de la UAM y de otros centros de estudio e instituciones públicas de distinta naturaleza, seguirá siendo una prioridad en el LibroFest, pero “esto no está reñido con que cierto tipo de casas comerciales que tienen también productos de calidad, traigan esos productos”.
El carácter Metropolitano del Librofest es otra de las fortalezas destacadas por el rector Gutiérrez López, como la colaboración con el STC Metro, para “poder proporcionar material de lectura a un público usuario que va mucho más allá de las fronteras de nuestra propia unidad, incluso de la zona Norte” o la colaboración de otros centros de estudios como la Unidad Xochimilco o las FES de Iztacala y Acatlán y el CCH de la UNAM o las distintas escuelas del IPN,además de la Jefatura Delegacional de Azcapotzalco.
A la vista del sociólogo y experto en estudios sociales “hay una gran cantidad de gente que no tiene contacto con las ferias, con los festivales, con el libro mismo, y en ese sentido, creo que todas las instituciones, entre ellas las educativas, en primer lugar, tienen un enorme espacio de acción por delante”.
Y en el caso del Librofest Metropolitano “no es una suerte de dádiva, no es un ejercicio de coyuntura, sino que forma parte de nuestra visión estructural y de nuestra obligación institucional. No es simplemente algo que hagamos porque es una suerte de complemento de nuestras funciones sustantivas esenciales. Son dineros públicos los que están detrás de la Universidad y por lo tanto detrás del LibroFest, y eso nos implica a nosotros la obligación de poder devolverle a la comunidad un producto de calidad”.
Y el Librofest, sin duda, es un gran escaparate porque la Universidad tiene distintas actividades a lo largo del año, “hay siempre seminarios, conferencias, montaje de obras de teatro, conciertos, ciclos de cine, etc. Y todo ello está encaminado, insisto a ampliar el horizonte de conocimiento, a ampliar la sensibilidad de la gente que entra en contacto con estos productos”.
Finalmente, Gutiérrez López destacó que siempre le dice a sus alumnas y alumnos, retomando a los clásicos, “que el tamaño de su vocabulario va a ser el tamaño de su mundo, y que en ese sentido, mientras más se adentren a las lecturas, mientras más enriquezcan su léxico se van a dar cuenta de las sutilezas, de las complejidades, de los matices. Se van a dar cuenta que no todo es blanco o negro o que no todo es inmediatez, que no todo es frivolidad, que no todo es espectáculo en el buen sentido del término, sino que hay una dimensión mucho más profunda que es la que nos hace ser seres humanos, que tenemos también la responsabilidad de usar nuestras capacidades de pensamiento y de imaginación de la mejor manera”.