EL PLÁSTICO MODERNIDAD Y DETERIORO AMBIENTAL

DIPUTADOS

Incontrolable uso del plástico impacta negativamente al medio ambiente, en el mundo se consumen cada año 320 millones de toneladas métricas de este material, 2.41 millones terminan en mares, donde la vida de especies ha sido severamente afectada por contaminación

Palacio Legislativo de San Lázaro.- Incontrolable uso del plástico impacta negativamente al medio ambiente, en el mundo se consumen cada año 320 millones de toneladas métricas de este material, 2.41 millones terminan en mares, donde la vida de especies ha sido severamente afectada por contaminación

 

El primer registro de la presencia de las islas de plástico en el océano Pacífico fue en 1997, se situó entre California y Hawái. En 2009, la existencia de este material se observaba en cualquier parte del suelo marino alrededor del mundo.

En el año de 2013, el microplástico se encontraba en la totalidad de las aguas marinas. En la actualidad, la mayor mancha tiene una superficie de más de 1.6 millones de kilómetros cuadrados, rebasa dos veces el tamaño de Texas o más de tres el de Francia.

En ese mismo año, la masa plástica con una totalidad de 268 mil 950 toneladas que invadió los océanos en la tierra, 96 mil 400 toneladas impregnaron el Pacífico Norte, el Océano Índico 59 mil 130 toneladas de ese material, el Atlántico Norte 56 mil 470 toneladas, 23 mil 150 el Mar Mediterráneo, el Pacífico Sur, 21 mil 020 y el Atlántico Sur, 12 mil 780 toneladas.

En el problema de contaminación plástica en los cuerpos de agua se encuentra la coincidencia entre la geografía de los ríos más contaminados y la ubicación de países con peor manejo de sus desechos: Asia y África, de ahí la importancia de contener esta mala práctica en ríos, ya que son la principal fuente de polución en los mares.

 

 

Es necesario mencionar que en la Segunda Guerra Mundial ante la escasez de materias primas, sobresalió el uso y desarrollo del plástico y en la actualidad es el de mayor consumo ante el uso masivo de contenedores, botellas y bolsas. El plástico extendió su utilización a cualquier área, pero se consideró en la medicina como su punto culminante. El progreso de este material apunta a rubros como la conducción eléctrica y combinada con otros, se intentó disminuir su impacto sobre el medio ambiente.

En el año 2017, la manufactura del plástico fue de 348 millones de toneladas en todo el mundo. En la región geográfica de Asia se concentró la mitad de la producción total, de la cual China es el mayor fabricante, mientras que la zona de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México) suma 17.7 %; África y Medio Oriente 7.1%, y la Unión Europea 18.5%; América Latina 4% y la Comunidad de Estados Independientes 2.6%.

El estudio y compendio “Contaminación Plástica” de Hanna Ritchie y Max Roser, examinado por CESOP, destaca que antes de 1980 prácticamente todo el plástico se desechaba; el reciclaje y la quema surgen a partir de ese año. De 2015 a 2050 hay estimaciones de que 55% que va de este material a los basureros, se reduzca a 6%, debido a que la incineración pasará de 25 a 50% y el reciclado de 20 a 44 por ciento.

 

En contraposición, el Laboratorio Cívico para la Acción y la Investigación Ambiental canadiense alerta que el reciclado de plástico es como aplicar un “curita” en una herida grave, porque se considera que ni el reciclaje, reúso o cambio en los hábitos de consumo podrán con el problema del plástico, la única forma es restringir la producción de este material.

El empaque y envoltura de plástico es el sector que más desperdicio genera en el planeta, con cerca de la mitad del total. En 2015, de acuerdo con Global Change Data Lab y de la Universidad de Oxford, la producción de plásticos primarios fue de 407 millones de toneladas, de las cuales 302 millones (tres cuartas partes) quedaron en los tiraderos.

El empaque una vez que se tiene conciencia de su volumen y tiempo de vida útil, constituye una de las áreas de oportunidad para atacar el problema de la contaminación que genera, pero cuando se considera el plástico para uso médico difícilmente se perciben acciones para la reducción en su fabricación.

En la vida cotidiana, al decidir comprar alimentos directamente de los productores, implica un menor número de participantes en la cadena de suministro, una menor contaminación y la posibilidad de disminuir el uso del plástico en su envoltura.

En el caso de México, de acuerdo con cifras del Módulo de Hogares y Medio Ambiente del INEGI de 2017, en el que se encuestaron más de 33 millones 694 mil viviendas, revelan que los productos desechables de mayor consumo en el país son las bolsas de plástico, en 74.4 %, a pesar de las regulaciones y aplicación de impuestos en algunos estados y ciudades. Le sigue, la utilización de botellas de plástico individuales de agua o refresco 61.4%; rastrillos desechables 59.3%; platos y vasos de unicel 23.15%; platos, vasos, cubiertos y popotes de plástico 21.0%; así como pañales desechables 18.5%.

Al mismo tiempo, existen países de altos ingresos que son los que más generan desechos plásticos y llevan a cabo un manejo adecuado de los mismos, en tanto que naciones con un PIB per cápita bajo como el caso de África y el sur de Asia tienen un mal control en sus desperdicios de hasta 90%.

Entre los principales países en los que se desecha el plástico inapropiadamente están: China 74% de este material; India 85%; Nigeria 81% y Sudáfrica 54%. Mientras que en naciones como en Alemania, Estados Unidos, España hay cero porcentajes de plásticos que se tiran inadecuadamente, a pesar que la generación de desperdicio de este material es superior per cápita por día.

Respecto al desperdicio de plástico per cápita (kg/día), Alemania, Estados Unidos y España los que más generan, con 0.485, 0.335 y 0.277 respectivamente. Mientras los que menos lo producen son: India 0.01 y Sudáfrica 0.24.

En lo que se refiere a México, el desperdicio de plástico per cápita kilogramo por día es de 0.087; un 12 por ciento del plástico se desecha de forma inadecuada. Con una generación de desecho plástico de 3.73 millones de toneladas anualmente.

Es importante mencionar que el diario inglés The Guardian dio a conocer recientemente que respecto a Estados Unidos exporta su basura plástica a naciones pobres con la intención de que la recicle, en su mayoría África y Asia que se distinguen por el mal manejo de este material, por no tener la capacidad para llevarlo a cabo y además se enfrentan a desperdicios que por sus características y condiciones no pueden ser procesados.

Resalta también que este escenario se deduce de que los centros de reciclaje que se instalaron sobre todo en Asia, que debido a la falta de producto para aprovechar

al máximo su capacidad instalada comenzaron a importarlo, también se fundamenta en la reticencia de Estados Unidos para la firma de tratados internacionales sobre importación y exportación de plástico. De esa manera, cientos de toneladas se trasladan en contendores desde la potencia a estas economías, algunas de ellas entre las más pobres como Bangladesh y Etiopía.

A su vez, la Agencia para la Protección del Medioambiente estima que ni una décima parte de estos desperdicios se reciclan. China y Hong Kong son los que llevaron a cabo al menos la mitad de esta tarea hasta el 2017, por lo que al ver que no todo el producto que llegaba se podía procesar, decidieron cerrar sus puertas, ya que se comenzaron a inundarse de plástico intratable.

Los desperdicios plásticos al prohibirse en China y Hong Kong, en tanto Malasia, Vietnam y Tailandia disminuyeron sus compras al exterior. No obstante, se dirigen preferentemente a diferentes destinos.

La siguiente lista de los países va de los que más importan a los que menos, aunque la mayoría de ellos tienen un manejo inadecuado de desperdicios plásticos del 70 por ciento son: Turquía, Senegal, Filipinas, Ecuador, Bangladesh, Ghana, Camboya, Laos, Kenia y Etiopía.

La investigación referida da a conocer que algunos empresarios buscan a países donde la legislación permite la importación de desechos plásticos, con el propósito de instalar plantas, como en Haití, República Dominicana, así como algunos estados fronterizos de México.

Por otra parte, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó un estudio, al hacer una revisión del marco legal de 192 países de marzo a agosto de 2018, a fin de conocer los avances en la aprobación de leyes y reglamentos que limitan la manufactura, importación, venta, uso y desechos de plásticos de un solo uso y de microplásticos, ambos con el mayor impacto negativo en la contaminación de ríos, océanos y otros cuerpos de agua, lo que impulsa a debatir sobre nuevos normas sobre el tema.

Uno de los principales datos de la investigación es que 62 por ciento de los países evaluados adoptaron alguna legislación o regulación en el uso de bolsas de plástico. Los primeros esfuerzos se encaminan a prohibir su distribución gratuita en los puntos de venta. En 27 países se aprobaron leyes y reglamentos que restringen o reducen el uso de platos, vasos, popotes, empaques y/o envases, así como el polietileno.

La investigación del PNUMA se refiere a la combinación de las posibles leyes que restringen o prohíben áreas de uso de las bolsas de plástico donde sobresalen los países de Paraguay, Grecia, Afganistán y República del Congo. Señala además, la aplicación de incentivos fiscales a empresas que impulsan el reciclaje, reúso. Por ejemplo en Colombia y Reino Unido se exime del pago de impuestos en el reúso de bolsas de plástico.

En países como Grecia, Italia, Panamá y Portugal se entrega la bolsa de plástico al consumidor o usuario final con un cargo. En Nepal y Chipre se obliga al consumidor o al vendedor a la utilización de bolsas reutilizables. En Paraguay y Turquía quedan liberados de la prohibición o cargo por el uso de bolsas de plástico.

La principal característica del PNUMA respecto a los plásticos de un solo uso es que no hay una prohibición absoluta, debido a que existen materiales que no están sujetos a esta regla y en ocasiones no se restringen porque incorporan componentes biodegradables.

En Estados Unidos, Argentina, Brasil y Australia se optó por enfrentar el problema del plástico a nivel local. Antigua y Barbuda es el primer país en el continente Americano en prohibir las bolsas de plástico en 2016.

En Canadá no existen regulaciones a nivel federal, pero sí iniciativas que pretenden la prohibición de la utilización de plásticos de un solo uso para 2021. En México existen políticas de prohibición a nivel local y estatal.

En 2010, en la Ciudad de México comenzaron a aplicarse impuestos a consumidores por el uso de bolsas de plástico, las cuales deben ser biodegradables y en mayo de 2019 se reformó la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México que pretende prohibir la utilización y distribución de las bolsas y popotes de plástico en la capital a partir del 2020.