“EL TERROR NO NOS DIVIDE”: OBAMA

INTERNACIONAL, POLÍTICA

N.Y. Estadods Unidos.

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Han pasado quince años desde el fatídico 11-S de 2001 en el que casi 3.000 personas perdieron la vida en el peor atentado terrorista sufrido por Estados Unidos. En este tiempo, los estadounidenses han trabajado para preservar el legado de quiénes murieron ese día. No sólo levantando el museo y el memorial desde donde se rinde homenaje anualmente a las víctimas en Nueva York o creando becas y proporcionando ayudas a supervivientes y familiares sino trabajando por la seguridad nacional, según ha puesto Barack Obama.
De cara al futuro y para seguir manteniendo vivo el espíritu de las víctimas, Obama ha instado a los estadounidenses a no dejar que el terror divida al país; a preservar la “diversidad” de EEUU -que “no es una debilidad” sino una de “nuestras mayores fortalezas”-; y a “ser fiel a nosotros mismos y no dejar que otros nos dividan”. Ese es el homenaje más duradero que se puede hacer a las víctimas, explicó el presidente durante su intervención para honrar la memoria de los fallecidos desde Arlington (Virginia). La última antes de dejar la Casa Blanca.

En su discurso en el Pentágono -que también fue atacado el 11-S-, Obama resaltó la labor de quienes con su trabajo han contribuido a hacer más seguro el país en este tiempo: “Gracias a su extraordinario servicio, hemos dado golpes devastadores a Al Qaeda; hemos hecho justicia a Osaba Bin Laden; hemos fortalecido nuestra seguridad nacional; hemos prevenido ataques; y hemos salvado vidas. Estamos decididos a seguir haciendo todo lo posible para proteger este país que amamos”.

Pero quince años después de lucha contra el terrorismo, los ataques contra EEUU y sus ideales siguen muy presentes. “La amenaza ha evolucionado”, reconocía Obama antes de destacar que las ideologías del odio urgen a su gente a cometer actos de violencia inexplicable como la vivida en Boston, San Bernardino (California) u Orlando (Florida). “Grupos como Al Qaeda y ISIL saben que nunca podrán derrotar una nación tan grande y fuerte como EEUU”, subrayó Obama.

Según dijo el presidente, la estrategia de estas organizaciones pasa por intentar aterrorizar a la población con la esperanza de que el miedo haga que “nos volvamos los unos contra los otros y que cambiemos quiénes somos y cómo vivimos”. Así insistió en que es vital “reafirmar nuestro carácter como nación”. Esto implica aceptar a personas procedentes de todos los rincones del mundo con independencia del color o religión.

A ocho semanas de las elecciones presidenciales y con el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, blandiendo un discurso que promueve la deportación de los indocumentados, construir un muro con México o prohibir la entrada a los musulmanes en el país, las palabras de Obama parecen encerrar una lectura entre líneas contra la intolerancia.

Trump asistió este domingo a los actos conmemorativos en la Zona Cero de Nueva York, donde se le vio charlar con el ex alcalde de la ciudad durante los atentados, Rudi Guliani (que es uno de sus más fieles defensores esta campaña).

En un comunicado hecho público por la mañana, el empresario señaló que este era un día triste y para recordar a las víctimas. “También, de determinación. Es nuestro deber solemne, en nombre de todos los que murieron ese día hace quince años, trabajar juntos como una nación para mantener a toda nuestra gente a salvo de un enemigo que no busca otra cosa más que destruir nuestra forma de vida”.

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