EL VERDADERO DRAMA DE LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA @MARTHAGTZ #Domingueando en @elheraldo_mx
Nadie jamás imaginó que la pandemia duraría ya 5 meses, mucho menos que existiera el grave riesgo de un rebrote.
Cuándo uno visita un viñedo se encuentra de manera cotidiana, una rosa o varias, alrededor o muy cerca de las plantas de la vid. Cuándo alguien trabajaba durante mucho tiempo en una mina, la equivalencia era encontrar un canario. En algunos ecosistemas la ranas son los primeros detectores o reveladores de la salud del mismo.
En las grandes ciudades, los restaurantes cumplen precisamente, con la función de revelar la salud y la economía de la sociedad. Es el primer termómetro que nos muestra la circunstancia y estado de ánimo del ciudadano. Cuando menos, en los últimos 15 años, si alguna industria creció, fue precisamente la restaurantera.
Hoy en la reactivación económica, la nueva realidad es que la inmensa mayoría de los restaurantes en nuestro país cerraron. La pandemia como a muchos, los sorprendió con cuentas por pagar, contratos de arrendamiento, hipotecas, nóminas, adeudos por inversiones para mejoras en sus instalaciones, mobiliario y equipo de cocina, etc. En resumen, las condiciones idóneas para la quiebra de cualquier negocio. La mayoría sin medir el tamaño y duración de la pandemia, pensaron y confiaron en el gobierno, que al inicio de la emergencia mandaba mensajes alentando que se podía continuar con la operación normal de la economía, si acaso podían cerrar tres o cuatro días, para luego anunciar que cerrarían una semana, luego fueron dos y así sucesivamente, hasta el punto donde ahora nos encontramos.
Bajo los alentadores anuncios oficiales cerraron y decidieron sin percibir ingresos continuar sosteniendo el pago de sus cuentas. Por otra parte los proveedores de carnes, pescados, frutas y verduras, también siguieron como todos los días muy de madrugada entregando puntualmente y como de costumbre sus productos. Algunos empresarios, más previsores no confiaron en los pronósticos del señor López-Gatell y su jefe, Andrés Manuel López Obrador quien en realidad toma las decisiones, de inicio optaron por reducir su plantilla de personal y administrarse mejor en la emergencia.
Nadie jamás imaginó que la pandemia duraría ya 5 meses, mucho menos que existiera el grave riesgo de un rebrote, que de facto ya está entre nosotros. Menos aún imaginaron que el gobierno dejara absolutamente abandonado a ese segmento de la economía y mucho menos que permitiera criminalmente los abusos y excesos por parte de algunos restauranteros que con dolo han provocado la quiebra a esta cadena productiva. Proveedores que no reciben sus pagos desde hace más de 6 meses, productores del campo que tampoco lo hacen, pequeños distribuidores que básicamente entregaron su vida para que algunos restauranteros se aprovecharan, armaran un esquema de financiamiento a costa de ellos y les trasladaran en automático la crisis económica. Muchos han tenido que solicitar préstamos para sobrevivir, otros han vendido su patrimonio para salir a flote. Este, es el verdadero drama.
Según información interna de las cámaras de esa industria, la reapertura que previeron no la están logrando. Los restaurantes se encuentran prestando servicio al 10% de su capacidad, muchos de ellos han despedido entre 50 y 60% de su plantilla de trabajadores, que ya de por si estaban en la informalidad aprovechándose de su situación laboral, los adeudos a proveedores continúan y difícilmente van a recuperarse como preveían con un crecimiento del 5% mensual. Apenas si acude la gente a consumir y quienes asisten lo hacen con muchísimas reservas y su consumo es mínimo. Con miedo y sin dinero, se encuentra la gran mayoría de los ciudadanos anticipando que la rosa está muerta, o que el canario ya cantó las calmadas.
En todo este escenario grupos financieros de dudosa operación y procedencia como Grupo AyB, de Alberto y Cosme Torrado (Alcea) y Eduardo Ramos dueños de restaurantes como Entre Fuegos, Salón Sol, cantinas en el centro histórico como La Que Manda (en donde se ha documentado que asiste gente armada), Piacevole y Karaokes En vivo, tienen adeudos millonarios con sus proveedores, lo que está provocando una severa quiebra a la cadena productiva restaurantera. Pero y dónde esta el gobierno que no interviene para defender al pequeño restaurantero, al productor y al proveedor que también son parte importante de esta industria. Una de dos o desconoce la grave situación que atraviesa un buen número de pequeños empresarios o comerciantes, o peor aún, los ignora.
Entonces, para que ha hecho este gobierno tanto show y litigio mediático en contra de factureros y de empresas como WalMart, Femsa, Coca-Cola y Cruz Azul. Porque Santiago Nieto y Raquel Buenrostro, no han volteado a ver ni han revisado a este tipo de grupos, que de manera impune contribuyen a destrozar la economía de pequeños empresarios, productores y proveedores. Que es lo que deben hacer para que el Gobierno de la República los voltee a ver. Acaso, ¿esperar a que el presidente López Obrador deje de enviar besos y abrazos al subsecretario López-Gatell para defenderlo por su pésima visión , estrategia y atención de la pandemia? Mientras tanto, los ciudadanos que se rasquen con sus propias uñas.
Sabemos que la vacuna es la única solución. Pero también sabemos que para millones de personas que se están quedando en el camino, no existe vacuna alguna, con un gobierno que de facto protege y apoya a empresarios abusivos, leoninos y voraces, y que abandona a los necesitados y honestos.
Para ellos, la verdadera pandemia apenas comienza.
POR MARTHA GUTIÉRREZ
ANALISTA EN COMUNICACIÓN POLÍTICA
@MARTHAGTZ