ELLAS EN EL RETROVISOR / MAQUINARIA, DESAFÍO Y REDENCIÓN @ivonnemelgar #MartesDeColumnas mujeresmas.mx

Después de este domingo de confirmación de candidatos, la incertidumbre electoral se acentuó.

Porque los pronunciamientos, los hechos y las apuestas de José Antonio Meade, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador son anuncios, sin duda, de que vamos a una guerra política de pronóstico reservado.

Y es que cada uno de los abanderados ha sumado nuevas armas a su estrategia y tiene hambre de triunfo.

Por supuesto que las tendencias marcadas por encuestas y el ánimo social cuentan. Pero lo cierto es que las tres coaliciones han tomado nota de esa realidad y están trabajando para llevar agua a su molino. Tal y como debe de ser en una disputa por la voluntad popular.

De manera que como nunca antes, esta campaña que ahora se encuentra en la pausa de la “intercampaña”, habrá de caracterizarse por la capacidad de Meade, Anaya y López Obrador para capitalizar los errores del adversario y la de reparar a tiempo y bien los propios.

Veamos cómo lo hizo cada uno éste fin de semana.

MEADE, EL MÚSCULO
Más allá de las cifras, los delegados y las delegadas reunidas en el Foro Sol para confirmar la candidatura de Meade dieron cuenta del músculo del PRI y de su nonagenaria capacidad de organización.

Ni duda cabe que no existe otra fuerza política que logre movilizar sin problemas logísticos a 20 mil personas. Ese es el músculo en el que confían Meade y los priistas para remontar el tercer sitio que le atribuyen las encuestas y crecer.

A esa ventaja estructural debe añadirse la primera rectificación observada este domingo 18 de febrero en el discurso del candidato, quien asumió frontalmente qué hay decepción y enojo en la sociedad por la corrupción y ofreció enfrentarla sin miramientos.

Es cierto que todavía no fue más alla del señalamiento abstracto. Pero ojo: por primera vez en un mensaje en un acto definitorio Meade omitió defender o elogiar al actual gobierno y al presidente Enrique Peña.

Adicionalmente, el ex secretario de tantas carteras —Energía, Hacienda,Relaciones Exteriores y Sedesol— comenzó a plantear el dilema con el que buscará convencer al electorado: ir par atrás o adelante. Y adelantó que propondrá una nueva política social, a la medida de las necesidades de cada quien.

El negrito en el arroz de este inicio de segundo tramo se da sin duda en los jaloneos internos por las candidaturas, una evidencia de que algo anda mal en el partidazo que históticamente ha sabido repartir el juego. El ejemplo más claro es la ruptura del PVEM con el PRI en la alianza estatal que traían en Chiapas.

Veremos de qué tamaño son los ajustes esta semana.

ANAYA, DOBLA LA APUESTA
La incursión de Anaya en los grandes públicos, como ocurrió este domingo con el acto en el Auditorio Nacional, ventiló la debilidad que en la organización traen los partidos del la coalición Por México al Frente: PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Pero si afuera observamos un auténtico caos  entre decenas, y acaso centenas, de gente desilusionada porque no la dejaban ingresar al evento, incluido el senador panista Jorge Luis Preciado, adentro hubo muestras de capacidad de operación política.

Y es que por primera vez en un acto masivo, el candidato frentista contó con el acompañmiento de Miguel Mancera, quien pronto se sumará a la campaña como aspirante plurinominal al Senado y promotor de la idea de un cambio de régimen y de un futuro gobierno de coalición.

También resultó relevante la presencia de Diego Fernández de Cevallos y de la mayoría de los gobernadores del PAN y del PRD. Pero sobre todo de quien el sábado criticó duramente, y con mucha razón, la forma en que el equipo anayista se repartió la lista de propectos por representación proporcional a la Cámara Alta: el gobernador de Chihuahua, Javier Corral.

Y lo que se pudo convertir en un fin de semana negro para Anaya, se transformó en un escenario en el que pudo mostrar su disposición a rectificar, a sumar y a abrirse, una demanda que los panistas le vienen haciendo desde hace meses.

Lo cierto es que pese al estilo desconfiado del candidato, los nombres incorporados a las listas al Senado por parte del PAN, PRD y MC dan cuenta de que desde el Frente habrá una campaña con destacados personajes: Xóchitl Gálvez, Emilio Alvarez Icaza, Patricia Mercado…

Con este telón de fondo,el discurso del panista en el Auditorio confirmó su talento en los dotes de la oratoria.  Pero sobre todo que está dispuesto a seguir disparando a dos frentes: contra lo que llamó dinosaurio herido del PRI y su oscuro capítulo, en referencia a este gobierno, y contra “el mesías perdona vidas” que nada entiende del futuro, según Anaya.

AMLO, EL LUJO DE LA LOCURA
La nota, sin embargo, para no variar, provino del evento de López Obrador, quien busca recuperar el sentido aglutinador del viejo PRI y logra sumar a destacados cuadros de la oposición, pero tambien a los más impresentables representantes del priismo hegemónico.

Fue muy relevante confirmar lo mucho que está logrando hacer en el terreno del convencimiento. Y es que finalmente llevó a la lista de los senadores plurinominales de Morena al ex dirigente del PAN, Germán Martínez Cázares, en años pasados el mejor amigo político del ex presidente Felipe Calderón.

Pero la incursión del también ex secretario de la Función Pública en la campaña de Andrés Manuel, en el octavo lugar de la lista, se vio eclipsada por la adhesión del ex dirigente minero, exiliado por su cuentas pendientes en Canadá, Napoleón Gómez Urrutia, ubicado en el sexto sitio de las candidatura a la Cámara Alta.

Si bien la controvertida suma de un impresentable le dificulta a los propios amlovers la defensa acrítica y fanatica del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, también es señal de la confianza que el talentoso político tiene de su liderazgo y de la estrategia de confirmar cotidianamente la  percepción de que ya gano.

Es tal la confianza de AMLO en que al final de cuentas la campaña es el hombre y el hombre es él, que en su mensaje de confirmación de candidato este domingo hizo suyos los calificativos que sus adversarios utilizan para descalificarlos, al asumirse como un terco que raya en la locura.

El único pero que parecería crecer en contra del tres veces candidato presidencial es el resquemor entre inversionistas y empresarios, dudosos de lo que pueda venir en la economía. Claro que no lo van a declarar a los cuatro vientos. Pero todavía pueden actuar en contra de la buena racha del tabasqueño.

Mientras tanto, la competencia va… Y va dura, durísima. Vamos a ser sinceros: va estar muy cabrona.

LA CITA IMPERDIBLE
¿Cuándo se aprenderá la lección? ¡No se puede negociar con el tigre teniendo la cabeza en su boca!”, Winston Churchill en la película ‘Las horas más oscuras’.

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.