EMPRENDEDORA “LE DA VUELTA A LA TORTILLA” EN CEDA

NACIONAL

UNO

CIUDAD DE MEXICO .- Únicas, deliciosas, calientitas, con sal, salsa, como tacos, quesadillas, chilaquiles o sopes, así de versátiles son las tortillas, y las que hace y vende la señora Nancy Cruz González en “La Divina Providencia”, tortillería en la Central de Abasto de la Ciudad de México, no son la excepción.

Esta emprendedora tiene su negocio desde hace 22 años en el Pasillo 4 Local 271-B, del sector Frutas y Legumbres de la Nave U-V, donde Nancy Cruz y su ayudante, Luis Felipe Torres, producen diario 450 kilos de tortillas que terminarán en las mesas de locatarios, trabajadores, visitantes, cocinas y taquerías que integran al corredor comercial.

TRES

Estas tortillas son de una textura rica, están hechas con especial cuidado y 100% maíz mexicano, y su tamaño va entre 12 y 18 cm de diámetro y su espesor de 1 a 2 milímetros. El precio del kilo al mayoreo es de $10.00 pesos, y al menudeo de $14.00; además, vende la masa a los clientes que se la solicitan.

DOS

Nancy, la dueña y administradora del lugar, relata que su marido adquirió la bodega en donde instaló el negocio, pero que al enviudar hace año y medio “le dio vuelta a la tortilla” y se encargó del mismo, por lo que tuvo que venirse de su natal Veracruz a la Ciudad de México para sacar adelante a sus tres hijas y la tortillería.

“Me dedicaba al hogar en el puerto, mientras que mi marido producía las tortillas en la capital y nos mandaba dinero. Al quedar viuda tuve que venirme a la Ciudad de México para hacerme cargo de mis niñas, la casa y el local; no ha sido fácil, pero sí satisfactorio”, cuenta la locataria.

CUATRO

Ella hace la tradicional tortilla de México preparando el maíz para formar la masa en la madrugada. A las 5 de la mañana se pone a funcionar la máquina, de donde salen calientes las tortillas, y no paro hasta las 2 de la tarde; ese es su trabajo los 365 días del año.

 “La Divina Providencia” es uno de los cuatro locales con el mismo giro dentro del mercado más grande de Latinoamérica, de entre 304 de abarrotes y 437 que venden frutas y legumbres.

CINCO

“Tener mi patrimonio en la Central es una gran satisfacción, pues le he dado educación y sustento a mis hijas, dos ya están casadas y una estudia la secundaria. Con trabajo, amor por lo que hago y mi familia, he salido adelante”, concluye.

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