EN 2016 SE REGISTRARON 31 MIL NACIMIENTOS MÁS EN NIÑAS Y ADOLESCENTES RESPECTO AL 2014 : OCDE
CIUDAD DE MEXICO .- México ocupa el primer lugar en embarazo y maternidad adolescente dentro de los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y pese a las estrategias implementadas esta situación se acentúa; prueba de ellos son los 395, 597 nacimientos registrados en 2016 cuyas edades de las madres se ubican entre los 9 y los 19 años de edad, esto es 31,000 nacimientos más que los registrados en 2014.
Del total de nacimientos en adolescentes en 2016; 11,219 se presentaron en mujeres entre los 9 y 19 años, de ellos 4 casos fueron en niñas de 9 años, 25 casos en niñas de 10 años y 55 en niñas de 10 años; estos nos hablan de un alto nivel de vulnerabilidad y posibles situaciones de violencia sexual en donde el registro de estos incidentes esta subrepresentado o simplemente no se contabiliza en las diversas mediciones oficiales. Cabe destacar que este mismo grupo (9 a 19 años), 17% de las adolescentes que tuvieron una hija o hijo en 2016 dijeron pertenecer a algún pueblo indígena.
En lo que respecta a la incidencia por estado, los primeros lugares los ocupan Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero y Chiapas con más del 20%; mientras que a nivel municipal el foco rojo está en el municipio de Maguarichi en Chihuahua (21.2%), seguido de Santa Cruz en Sonora (22.8%) y Santa María del Rosario en Oaxaca (25.9%). En contraste, entidades como Querétaro o la Ciudad de México, son las que presentan los porcentajes más bajos, siendo la delegación Benito Juárez en la CDMX la que registra los niveles más bajos con apenas 2.26%.
En cuanto a la ocupación 85% de las niñas y adolescentes entre 9 y 19 años que tuvieron un hijo o hija durante 2016, dijeron dedicarse a cuestiones del hogar. De ellas 66% entre 9 y 14 años dijeron estar en unión libre y de los 15 a los 19 68% compartían esta situación civil y 14% manifestaban estar casadas.
Mientras que en las estadísticas de escolaridad, 60.8% de las mujeres entre 9 y 14 años contaba con un año cursado de secundaria y 34% por lo menos un año cursado de primaria.
En términos de salud preventiva, niñas entre 9 y 14: dijeron haber asistido de 4 a 7 consultas como máximo y en el grupo de 15 y 19 años de edad dijeron haber asistido de 5 a 7 consulta como máximo. En los nacimientos registrados en 2016, las niñas entre 9 y 14 años que tuvieron un hijo o hija en 2016:
– 63.3 % fueron en su mayoría atendidas por médicos/as generales
– 4% por residentes
– 1.7% por médicos que hacían su servicio social
– 1.7% por parteras
Al presentar estas cifras, Ximena Andión Ibáñez, Directora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir señaló que el embarazo en adolescentes es una problemática que incide en el derecho a la libertad reproductiva de las adolescentes y restringe su capacidad para elegir, con base a sus convicciones y sobre su sexualidad; además de limitarles el acceso a oportunidades educativas, laborales y de desarrollo. Así mismo el embarazo en la adolescencia acentúa las condiciones de pobreza multidimensional y pobreza extrema.*
Cabe destacar que en 2015, el gobierno federal desarrolló la Estrategia Nacional para la Prevención de Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), cuyo objetivo es reducir en 50 por ciento la tasa de fecundidad de las adolescentes entre 15 a 19 años, para el año 2030 y erradicar embarazos en niñas de 14 años o menos; sin embargo a dos años de su implementación las cifras siguen en aumento, por lo que es prioritario fortalecer la coordinación entre las dependencias que intergran el Grupo Interinstitucional para la Prevención del Embarzo en Adolescentes (GIPEA).
Andión Ibáñez agregó, que se trata de un problema multifactorial y como tal debe atenderse por lo que hacen un llamado enérgico a todas las instituciones involucradas para asegurar un abasto suficiente, variado y pertinente de Métodos Anticonceptivos para toda la población sin discriminación por condición étnica, de género o etárea; asegurar la capacitación y sensibilización a proveedores de servicios de salud en la provisión de la anticoncepción de emergencia, coordinar la actualización estadística y de información que se enuncia en la ENAPEA; implementar campañas de comunicación sobre los derechos sexuales y reproductivos, y los servicios amigables, adaptadas a los contextos socioculturales y a las etapas de la adolescencia y juventud e incrementar anualmente al menos el 5% del presupuesto destinado a la coordinación general de la ENAPEA, con mecanismos claros de transparencia en el ejercicio de los gastos.
En este último punto enfatizó que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y sujetos obligados por la Ley General de Transparencia deben garantizar acceso a la información respecto a los servicios de salud ya que la información es precaria, poco veraz, confiable, oportuna, congruente, integral, actualizada, accesible, comprensible, verificable.