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COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA


Si el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue dictando, desde ahorita, las reglas en salud para la próxima administración, no es una buena señal.

El que recomiende a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, la continuidad de algunos funcionarios de Salud porque tienen “un muy buen nivel académico”, no garantiza que se vayan a tener mejoras en el sector salud.

De hecho, sigue habiendo una deuda muy grande en torno a la atención de la salud de los mexicanos, tanto de los que tienen seguridad social (IMSS, ISSSTE, Pemex, Marina y Defensa) como los que ahora están afiliados al IMSS-Bienestar. Poco margen de maniobra le van a dejar a David Kershenobich, próximo secretario de Salud, quien puede caer en el mismo error que tuvo Jorge Alcocer Varela, actual titular de la Secretaría de la Salud, al que todas las políticas de salud le fueron dictadas desde el despacho de la Presidencia y no quiso o no tuvo margen para poner su propio sello.

Alcocer tuvo muchas oportunidades de fijar el rumbo que se llevaría en salud durante este sexenio, empezando por la emergencia de covid-19, la creación del extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el nuevo IMSS-Bienestar. Sin embargo, dejó que otros interlocutores tomaran su lugar, por lo que pasará a la historia como uno de los secretarios de Salud más grises que ha tenido el país.

De hecho, con todas las modificaciones realizadas a la estructura orgánica de esta dependencia federal, la Secretaría de Salud queda como rectora de las políticas de salud, con el mando de 12 Institutos Nacionales de Salud y tres hospitales federales, porque los hospitales regionales ya fueron descentralizados.

Pero será el IMSS-Bienestar el que tendrá el poder de acción y el control del dinero.

Todo indica que Zoé Robledo se quedará en el IMSS y, aunque hay un director en el IMSS-Bienestar, todos internamente saben que quien tiene las riendas de este nuevo instituto es Robledo, quien también es el presidente de la Junta de Gobierno.

Mientras que, en el ISSSTE, Bertha Alcalde tiene cinco meses al frente de esta institución. Ella es hermana de Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación y candidata a dirigir Morena. Se estima que la directora del ISSSTE pudiera quedarse, salvo que sus planes sean participar para el cargo de ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ahora que están en puerta las reformas al Poder Judicial. Hay que recordar que ella contendió junto con Lenia Batres para este cargo.

El gran reto de Kershenobich será unificar todo el sector salud, empezando porque sea solamente un equipo de salud y no dos, como actualmente se percibe.

Ojalá que Sheinbaum deje actuar a Kershenobich y que éste pueda poner a su equipo de trabajo, que seguramente tendrá el perfil de él, cuyo sello, desde que estuvo como director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, se caracterizó por el humanismo y poner como prioridad la atención al paciente. Lo más valioso para él es la vida de las personas. Si lo dejan actuar, seguramente habrá un cambio en Salud.

ABATELENGUAS
¿Sabía usted que hay poblaciones en México, como en Oaxaca, en donde nacen niños con labio y paladar hendido (LPH) y que pueden pasar muchos años, incluso llegar a su vida adulta, con este problema de salud? Gracias a organizaciones altruistas como Smile Train, que financian cirugías para la corrección de este problema y la capacitación de médicos, muchos niños, niñas y adultos han podido recuperar sus sonrisas, su esperanza y su futuro. Tan sólo en México, dice Alejandro González, presidente de esta organización, se han realizado más de 18 mil cirugías primarias de LPH. Enhorabuena por estas iniciativas.

BAJO EL MICROSCOPIO
Y se acaba el sexenio y el gobierno federal no pudo resolver la falta de especialistas mexicanos en las zonas más marginadas del país. Por más convocatorias que lanzó el IMSS-Bienestar, no llamó la atención, pues han argumentado la inseguridad que se vive en muchas comunidades indígenas y rurales del país. De ahí que llegarán dos mil 700 médicos especialistas cubanos al país, que se sumarán a los 950 que ya están en México laborando en el Sistema Nacional de Salud.