EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS NADA ES PREVISIBLE: MARU ROJAS
Maru Rojas, una periodista que ha forjado su carrera como comunicadora desde hace 28 años en Grupo Fórmula (radio, televisión e internet), y hace 21 años cubriendo la Cámara de Diputados, en esta ocasión comparte con la revista Cámara, periodismo legislativo, su vasta experiencia en el ámbito de la práctica periodística. Ha navegado entre crónicas, declaraciones, sucesos históricos o políticos; cabinas de radio y estudios de televisión. Conoceremos desde su llegada a los medios de comunicación, sus mayores aprendizajes y los momentos cruciales de su carrera.
“Entré al medio sustituyendo a una reportera que estaba embarazada, ya había hecho mi servicio social en el IMER, en el área de producción, quería quedarme ahí, pero entré como reportera. Cubrí la fuente obrera, sindicatos y salud; esa fuente me llamó especial atención porque mi mamá era enfermera. Era la época de las conferencias de Fidel Velázquez, cuando muere hice mi primera crónica; con un teléfono fijo me hicieron que narrara lo que pasó, alrededor de seis horas. Era tan poderosa la CTM, que, si un líder sindical tan importante se moría en un día hábil, se caía la bolsa, entonces se dio la noticia las primeras horas del sábado, cuando ya habían cerrado las bolsas y en la CTM hubo un gran homenaje.
Después de ese momento, Maru se enamoró de su encargo. “Me encantó esa narrativa con Joaquín (López Dóriga), que te va llevando de la mano y reconoce tu trabajo, ahí vi la diferencia de trabajar en producción y en noticias, porque nadie te agradece por editar o por lo creativo que quedó. Se siente muy bonito cuando sales al aire y te reconocen tu trabajo”.
¿Desde cuándo empezaste a cubrir la Cámara de Diputados y qué importancia tiene esta fuente?
Tengo 21 años cubriendo la Cámara. Si no mal recuerdo fue en la legislatura de Emilio Chuayffet, cuando también estaba Elba Esther Gordillo y a la sala de juntas del PRI le comienzan a llamar la pecera del amor y del odio, porque ahí se dan los agarrones entre Emilio Chuayffet y Elba Esther, porque ambos querían ser coordinadores parlamentarios del PRI; era una guerra de poder.
En ese recorrido te empiezas a dar cuenta de la importancia de la Cámara, de cómo aquí se decide cada gasto del país. Nos han dicho que desde que empezó el sexenio de López Obrador ya no existe el cabildeo. El motivo por el cual el otro día estaban entrevistando a Sergio Gutiérrez y a Ricardo Monreal era precisamente porque la primera en cabildear fue la consejera presidenta del INE. La señora Taddei vino a desayunar en privado, porque ella pide 40 mil millones de pesos y le dijeron que, si le dan la mitad, se dé por bien servida. Ella pide 7 mil millones de pesos más de lo que se gastó en una elección presidencial y tiene razón porque son 80 nombres en cada boleta y se quiere hacer en todo el país. Hoy que vi la fotografía de Taddei con Monreal, dije, el cabildeo existe y no se va a acabar.
Regresando a otras legislaturas, entre las anécdotas que conservo era saber que el momento más oportuno para el lucimiento de los gobernadores, que no tenían reflector a nivel nacional, era cuando venían a la Cámara de Diputados. Cuando Peña Nieto iba a ser presidente y reinaba el PRI, rara vez un gobernador destacaba, nadie podría brillar más que el presidente del PRI, pero con Enrique Peña Nieto como gobernador fue diferente, las señoras de intendencia, el único día que esperaban era el día que iba a venir él, llegaban bien guapas para saludarlo, abrazarlo, lo apretaban, lo pellizcaban. Fue un fenómeno desde el día uno.
Relacionado al mismo personaje, recuerdo que se acercaba el aniversario de Radio Fórmula y me dice David López (su jefe de prensa), viene el gobernador del Estado de México como invitado a la Hacienda de los Morales, pero no quieren que nadie lo entreviste excepto tú, que si era otro reportero no iba a dar la entrevista.
¿Cuáles son los temas a los que les das seguimiento en la Cámara?
Desde que empecé aquí le puse especial atención al cabildeo. Recuerda cómo los gobernadores de Chiapas y Sinaloa acudieron a cabildear sus presupuestos tras los huracanes Manuel y Paulina, que afectaron al mismo tiempo tanto el Pacífico como el Golfo. Entonces nos llevamos la primicia.
El tema del cabildeo es interesante no sólo por el presupuesto, sino para el tema de desaparición de secretarías. Por ejemplo, hemos visto por aquí circular a los comisionados presidentes del INAI (Instituto Nacional de Transparencia), de la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica); podemos ver cómo las decisiones tomadas pueden ser rescatadas.
Lo vimos en el Congreso de la Ciudad de México cuando estaba todo listo para despenalizar el aborto en cualquier semana de gestación y cómo lo detuvieron las manifestantes de Provida que llegaron a protestar a la Asamblea de Representantes. Aquí hemos visto también cómo se detienen reformas tan importantes como la energética en el sexenio pasado, donde se pretendía llevar por otro camino de lo que hoy tenemos, y cómo sí se pueden hacer cambios cuando el congreso es plural, pero es difícil cuando hay una mayoría absoluta.
En lo que vivimos y lo que narramos los periodistas nada podemos hacer, por mucho que lo digamos, si hay una decisión tomada, como desaparecer los organismos autónomos, o como lo que pasó con la Reforma judicial, un movimiento muy fuerte, en el que yo sentí que la sociedad se iba a levantar, y apoyar, pero no pasó.
¿Por qué crees que es importante el trabajo que tú realizas?
Yo tenía un programa los sábados y domingos y la gente me empezó a decir: nos gusta su programa, pero más la forma en que explicas. Hay que traducir la información, pasarla a palabras sencillas, cómo te va a afectar a ti como ciudadano. En el legislativo es lo mismo, y mucha gente me ha agradecido que explique en comparación con otros periodistas que lo hacen muy técnico.
Hay que reportar todo lo que pasa en otros espacios, porque aquí es un circo de tres pistas, pasan muchas cosas al mismo tiempo. Diario te sorprendes y siempre estás aprendiendo, por ejemplo, el presupuesto de los órganos autónomos, me enteré que no lo decide el legislativo, sino la propuesta viene de ellos, entonces la propuesta que trae el INE, que es una de las más altas de la historia, no la puede tocar Hacienda.
¿Algún acontecimiento que te haya marcado en especial?
La ceremonia del cuerpo presente de René Juárez, el coordinador de los diputados del PRI, en el 2020, me conmovió más que la de Ifigenia Martínez. Había más gente, los discursos, mucho más sentidos, porque le conocían, eran de esa generación de lucha y a mí me hubiera encantado que gente que luchó con Ifigenia hubiera hablado, como un Porfirio Muñoz ledo, un Cuauhtémoc Cárdenas, que realmente hablaran de quién era ella. Cuando volteo a ver a mi camarógrafo estaba llorando; era época de pandemia y a mí se me enchinó la piel.