EN LA PRÁCTICA MÉXICO SE HA CONVERTIDO EN UN TERCER PAÍS SEGURO: @AccionNacional
CIUDAD DE MÉXICO.- El Partido Acción Nacional (PAN) aseguró que en la práctica México se ha convertido en un tercer país seguro, pero sin las facilidades económicas que tienen otras naciones que asumen esa postura.
La secretaria de Asuntos Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Mariana Gómez del Campo, sostuvo que el acuerdo migratorio que revisaron el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, sólo beneficia al país vecino del norte.
Señaló que mientras las deportaciones de migrantes de México se incrementaron más de 50 por ciento en junio, las detenciones en la frontera de Estados Unidos disminuyeron 29 por ciento.
“Con los datos oficiales, es claro saber quién se benefició más, por lo que nos preguntamos: ¿Lo que celebraron en Tijuana el 9 de junio fue utilizar recursos públicos para satisfacer las necesidades electorales de Trump?”, cuestionó Gómez del Campo.
Según la panista, la reunión Pompeo con Ebrard para revisar los resultados del acuerdo migratorio “significó supeditar la política interna al visto bueno de otro país”, señaló.
Afirmó que los resultados favorables para la Unión Americana por los esfuerzos del gobierno mexicano para detener el flujo migratorio han provocado que, según la cancillería mexicana, “no es necesario iniciar una negociación para convertirnos en un Tercer País Seguro.
“Lo que no dice el gobierno federal encabezado por López Obrador es que, en la práctica, ya somos un tercer país seguro, pero que tiene en pésimas condiciones a los migrantes detenidos”, aseveró.
“Lo somos sin las facilidades, principalmente económicas, que tienen otros países, por ejemplo, el acuerdo migratorio entre la Unión Europea y Turquía, solo en 2019, el Parlamento Europeo aprobó un presupuesto de mil 100 millones de euros para la gestión migratoria, lo que representó 56 por ciento más que el año anterior”, abundó.
En su opinión, México le hace el “trabajo sucio” a Estados Unidos asumiendo el costo total, y consideró vergonzoso utilizar a la Guardia Nacional como una policía migratoria que incluso persigue mujeres y niños, sin protocolos de actuación que respeten sus derechos humanos.
