ENTRESEMANA / EL PESCADOR BEJARANO (UN TEXTO DEL NACIENTE NOVIEMBRE DE 2004) @msanchezlimon #ParaIniciarLaSemana

COLUMNA, NACIONAL, POLÍTICA

Moisés Sánchez Limón


El siguiente es un artículo que escribí hace cuatro años. Los personajes son los mismos, las consecuencias de hoy eran previsibles ayer; al final de cuentas la historia que no miente y el elemental paso que se adivina en personajes que han hecho complicidades y amarrado compadrazgos que se pagan con la impunidad. Hace cuatro años se tejía el desmantelamiento del PRD y las maledicencias llevaban nombres y apellidos. Usted saque sus conclusiones. Veamos.

En este río revuelto que aludíamos en la entrega del viernes último, un par de “pescadores” cínicos y oportunistas que, además, evidencia el ánimo de desinformar y generar zozobra entre la población, apareció el domingo de los Fieles Difuntos.

Tal vez y sólo tal vez, si se tratara de otros militantes de la izquierda, de los verdaderos, o personajes con calidad moral, no tendría razón el adjetivo de oportunistas y menos el de cínicos o pescadores de río revuelto.

¿Usted le cree a René Bejarano Martínez? –en la paráfrasis de la descalificación de la maestra Elba Esther Gordillo hacia Roberto Madrazo– ¡Yo tampoco!

Bueno, sin duda hay quienes no tienen memoria, o de plano sus apoyos están sujetos a tarifa, como ocurre con aquellos que se han sumado a las filas del matrimonio René Bejarano-Dolores Padierna. Porque sólo la desmemoria posibilita olvidar el nivel de corrupción de René Bejarano, bien conocido como El Señor de las Ligas.

Veamos. En conferencia de prensa, el profesor Bejarano Martínez y el antropólogo Saúl Escobar Toledo, anunciaron el nacimiento de un engendro oportunista llamado “Comité Promotor del Polo Progresista y Ciudadano” (CPPPC), dizque un espacio en el que tienen cabida militantes de partidos de izquierda y ciudadanos sin partido.

Dice René Bejarano que el CPPPC busca recuperar la seguridad y la paz en México y que entre sus participantes estarán, ni más ni menos, Marcelo Ebrard Casaubón y el ex Chucho, el senador Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

Siempre de acuerdo con el cónyuge de la senadora María de los Dolores Padierna Luna, el PPC no pretende generar desbandada en el Partido de la Revolución Democrática, pero casi le da el nivel factor de solución para los problemas que enfrenta México, porque amén de pretender erigirse en adalid de la paz y la justicia, el PPC resolverá la “crisis humanitaria” en la que está inmerso el país.

Bueno, pues el profe René aseguró que ante la incapacidad de las instituciones mexicanas que “ni gobiernan ni son capaces de respetar los derechos elementales de los mexicanos”, llega el PPC que “va más allá de los partidos políticos o de los militantes que a título personal participan en este esfuerzo”. ¡Ajá!

Y échese este trompa a la uña –como diría mí admirada María Luisa La China Mendoza– de lo referido por el antropólogo Saúl Escobar Toledo, líder de la corriente perredista Movimiento, identificada con las tribus contrarias a Los Chuchos:

“Se busca enfrentar la crisis institucional que vive México desde una izquierda renovada, con memoria, con dignidad y con ética, que concibe a la política como servicio e instrumento de transformación. Esa es nuestra apuesta y convocatoria a la sociedad mexicana”.
O sea que la izquierda como está, es indigna y falta de ética, de acuerdo con el economista Escobar, quien junto con el profe Bejarano dio a conocer un documento de 19 puntos, resumen de la plataforma de Polo Progresista y Ciudadano.

¡Ah!, pero casualmente en dicho documento se suman a la condena de millones de voces que dentro y fuera de México hacen al caso Ayotzinapa y exigen la presentación con vida de los 43 normalistas, castigo a los culpables de la represión en Iguala y la aclaración completa de los hechos que generaron una crisis nacional.

Y como no queriendo, se suman a esa campaña en la que pretenden dar similitud a los hechos de Ayotzinapa y Tlatlaya con los de 1968, 1971 y la guerra sucia de esos años. ¿Sabrán lo que dicen este par de sedicentes filántropos del izquierdismo de pedigrí, cuyos antecedentes, por lo menos en el caso del profe Bejarano carecen de sustento moral?

No, el movimiento estudiantil de 1968 tuvo motivos harto diferentes a los de los normalistas de Ayotzinapa. Igualmente es abismal la diferencia entre la demanda de la marcha del Jueves de Corpus, el 10 de junio de 1971 con, digamos, Tlatlaya. ¿Guerra sucia? ¿Contra luchadores sociales? ¿Cuántos estudiantes del IPN están en prisión o desaparecidos? ¿Fue realmente el Estado el que desapareció a los 43 normalistas?

Y si demandan acabar con la zozobra que sufren los ciudadanos en gran parte del territorio nacional donde viven sin autoridad y sin vigencia de la ley, lo menos que puede hacer este par de impulsores del CPPPC, es evitar la descalificación que va de la mano con la impronta y el oportunismo que genera desconfianza y abona a escenarios de ingobernabilidad.

El documento de marras asegura y descalifica: “la espiral de violencia no para en el país. La nefasta herencia de la docena trágica del panismo en el gobierno federal hoy tiene continuidad con Peña Nieto y el PRI. Es la política de la militarización, la llamada mano dura combinada con las complicidades y las impunidades”.

Bejarano y Escobar aseguran que su propuesta busca “la construcción de espacios indispensables para el crecimiento económico; el cambio de régimen político; el combate de la corrupción y del patrimonialismo; una política de austeridad y defensa del interés público; la democratización de medios de comunicación; una política de Estado en seguridad, procuración e impartición de justicia y derechos humanos; una política educativa de largo aliento y de seguridad social fundada en derechos universales durante toda la vida; un programa para la inclusión de las mujeres en el proyecto nacional y otro para la inclusión de las y los jóvenes en el proyecto nacional”. ¿Le es familiar este rollo?

Imagínese a Bejarano a la cabeza del combate a la corrupción y del patrimonialismo. El mismo adalid que fue pillado embolsándose la lana que le daba Carlos Ahumada y que además es dueño de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), la que sueña con arrebatar la hegemonía que tienen Los Chuchos en el PRD.

Dicen, además, que están en pláticas con académicos, líderes de organizaciones no gubernamentales y sociales de diversos sectores y gremios, de la cultura, el arte y espectáculos sobre lo que está sucediendo en el país. ¿Cómo quiénes?

Y que no traen nada contra el PRD. Peeero. Con el caso Iguala “desafortunadamente (sic) la implicación de autoridades surgidas de las siglas del PRD se ha convertido en una nueva fuente de desprestigio para el partido y la izquierda en el país”. Y le quieren instalar una especie de oficina de control de calidad para que no se les filtren delincuentes en potencia como candidatos a cargos de elección popular. ¿Usted le cree al pescador Bejarano? ¡Yo tampoco! Digo.

LUNES. El Presupuesto de Egresos de la Federación de 2015 no tiene complicación alguna. Buena parte ya fue negociada, como ocurre desde siempre, fuera de la Cámara de Diputados. Cuestión de ajustes y el 15 de este mes habrá humo blanco en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Conste.

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